Todo lo que somos son balas.{CAPDB#2}

Capítulo 8

Tan solo pude subir mi pantalón para salir corriendo detrás de ella. Pero, cuando bajé el último escalón, de un portazo se cerró la cancela de fuera. 

Cuando los primeros rayos de sol empezaron a colarse por la persiana, fueron a para directamente a mis ojos. Los froté y noté como estaban bastante hinchados. Había pasado toda la noche llorando como un niño al que le habían roto su juguete favorito. Llevaba bastante tiempo esperando ese momento, pero cuando llegó, tuve que abrir mi boca para que todo se fuera a pique. Cómo buen gilipollas que era, la cagué. 

Me levanté de la cama para cerrar la persiana, pero después, sin pensarlo dos veces, encendí el aire acondicionado y me tumbé en la cama. Sólo podía pensar en la cara que había puesto Frankie justo en el momento en que yo había soltado "Helena", la cual era mi novia actualmente. Helena era la típica niña de papá que se había criado en un ambiente donde, todos los caprichos, se lo habían permitido. La mayoría de las veces que pasábamos juntos, salíamos de pelea. La forma que tenía ella de reconciliación era metiéndome en su cama. La conocí el primer año de carrera, y desde entonces, comenzó la historia. Desde un primer momento, Abbie y Ariadna me habían advertido sobre las intenciones que tenía Helena conmigo, pero yo no quería darme cuenta de que ellas llevaban razón. 

Cuando estaba sumergido en mis pensamientos, varios toques en la puerta me trajeron de vuelta a la realidad. Hundí la abeja en la almohada para secar alguna que otra lagrima que había salido. Sin yo decir palabra alguna, la puerta comenzó a abrirse. 

-¿Quién mierda es? No quiero hablar con nadie.- Me removí por la cama sin sacar mi cara a la poca luz que había en la habitación.

-¿Así recibes a tu novia?- Comentó con su característico acento americano. 

En ese momento, faltaron segundos para que mis ojos se abrieran al escuchar su voz. ¿Por qué había venido? Me jodía bastante saber que en cuatro días, había venido para controlarme.

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Perdonad la tardanza, pero he estado con exámenes y, además, la inspiración últimamente brilla por su ausencia. De nuevo, perdonad.