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Se me pasaron las clases volando. En cuanto sonó el timpre baje corriendo por las escaleras. En apenas dos minutos el holl del instituto se lleno. Entre muchas cabezas localice una cabeza con el pelo castaño oscuro como el chocolate negro‚ era Oscar. Me deslice entre la gente hasta que me alle enfrente de este.

-Joder cuanta gente ¿no?- dije.

-¿Paula esas en la tierra? Hoy es viernes-me dijo

Que fuerte‚ hoy era mi día favorito de la semana. Todos los viernes llevaba a casa comia‚ bajaba ala perra y me iba a la calle y no volvía hasta las nueve y entonces Vero y yo nos quedabamos a "dormir" en alguna casa. La madre de Vero nos dejaba salir por la noche hasta las doce de la noche‚ la verdad es que es muy enrollada.

-Oye vamonos ya que hoy Vero se baja con notrotros.

-Vale‚ Asier también se viene.

Cuando Oscar lo dijo se me cambio la expresión de la cara‚ que nerviosas estaba.

Al salir entre la multitud de gente consegui ver a Vero sentada con el móvil en un banco de la calle de enfrente.

-¡Vero!- la grite.

Esta levantó la cabeza y me saludo con la mano.
Cuando mire hacia mi derecha vi a Asier a mi lado‚ casi me da un vuelco el corazón del susuto que me dio.

Al llegar donde estaba Vero‚ esta me cogió el brazo y me aparto aun lado.

-¿Quien es este?- me pregunto susurrando.

-Pues es el chico nuevo que ha llegado a mi instituto- le explique todo ya que ella iba a otro instituto del barrio.

Después de explicarle todo me aparto a un lado y se puso a hablar con él‚ Vero no se corta un pelo en hablar con el que sea.

Durante el trayecto estube más pendiente de la conversación de Asier y Vero que la mía con Oscar.

-¿Pula me haces caso?-me preguntó.

-Pues claro- le conteste sin hacerle caso.

-Paula tienes una araña en la mochila.

-Claro yo pienso igual.

-¿¡Paula Gómez!?acabó gritando.

-¡Presente!- cuando me di cuenta de que me estaba hablando le dije- ¿Qué pasa?

-¿Estas aquí?

-Sí imbécil.

Ahí se acabo nuestra conversación.

Cuando llegamos al chalet de Vero preguntó esta:

-Vamos a quedar ¿no?

-Pues claro-dijo Oscar.

-Me parece bien-conteste.

-Si os parece bien-dijo Asier.

-Claro que te puedes venir-dijo riéndose Vero.

Nos despedimos de Vero y de Oscar que vivía enfrente de la casa de Vero.

Me tocaba bajarme sola con Asier. Estuvimos un rato callados hasta que rompió el hielo y empezamos a hablar‚ no paramos. Incluso al llegar a mi portal‚ seguimos hablando veinte minutos hasta que me empezaron a sonar las tripas. A despedirnos nos dimos dos besos‚ al darme los me cogió de un lado de mis caderas‚ me encanto.

Al subir a mi casa de la ilusión que tenia apenas comí ‚sola‚ me duche rápido ‚ me pinte la raya superior del párpado‚ cogui el móvil y salí de casa en dirección al chalet de Vero con una gran sonrisa en la cara.

Llego Sin AvisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora