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A los pocos minutos me separe de él y le mire a los ojos.

-¿Por qué?- le pregunte muy sería aunque estaba contenta por dentro.

-Desde esta mañana me tenias loco- contestó con su enorme y preciosa sonrisa.

-¿Esto significa...?.

-No lo se.

-¿Y entonces? ¿Por qué hacer una tontería tan gorda como esta?- le dije indignada.

Se quedo sin palabras y se puso a ver el horizonte.

-Sabrás que después de esto ya nada sera igual, no nos podremos mirar a la cara de la misma forma. Todo será distinto, y a pesar de todo te has arriesgado. Tendrías que haber pensado antes de actuar.

-Paula...- me dijo con un tono de voz dulce.

Intento abrazarme de nuevo pero me aparte de inmediato.

-No me hagas ilusiones falsas y punto- dije con brusquedad.

Al momento llegaron Oscar, Vero y Sebas.

-¿Qué te pasa?- me pregunto Oscar.

-Nada- dije mirando con una sonrisa, falsa, a Asier.

Nos tomamos los batidos en seguida y acto seguido Vero me agarró de brazo con brusquedad y me apartó de los demás.

-Me vas a contar ahora mismo lo que ha pasado antes con Asier si o si.

-No a pasado nada importante.

-A Oscar le podrás engañar pero a mi no.

-Vero...-dije con tono triste abrazandome a ella.

-¿Que te a hecho?

-Me... a... be... be... besado- acabe diciendo.

-Eso es bueno.

-No, porque el señorito no sabe si le gusto o si quiere algo conmigo. Me a robado mi primer beso.

-Piensa Paula, ha sido con él chico que te molaba, de un día pero eso no importa. No ha sido con otro. Sonríe para que comprenda que pase lo que pase todo... podría seguir igual.

-¿Y si no lo es?

-Camina erigida y con la cabeza alta.

La hice caso y me puse erigida, camine recto y con la cabeza firme hacia donde estaban los demás.

Llego Sin AvisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora