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Algo por dentro de mi se revolvia a cada paso que daba hacia la casa de Vero. El aire estaba enrarecido, había un ambiente húmedo, debía ser porque era la hora en la que el mar Mediterráneo subía la marea ya que vivía en Alicante.

Mis pensamientos positivos y negativos se mezclaban en mi cabeza, no sabía que iba a pasar esta tarde con... Asier.

La tarde pintaba bien, yo me había puesto unos pantalones vaqueros de cintura baja apretados color vaquero claro, con una camiseta negra con letras en colores claros en la que ponía You're looking at a good girl (me encanta esa camiseta), y por encima llevaba una chaqueta tipo sudadera de Puma de color blanca con líneas en morado oscuro (una marca que me gustaba mucho) y con unas deportivas blancas, moradas y azules. La verdad es que iba bastante mona para lo que soy yo, los otros viernes me cogía unas mallas culaquieras y salía tipo sport.

Tenía muchas ganas de llegar a casa de Vero así que me di prisa y adelanté el paso.

A los pocos minutos llegué a su casa, llame a la puerta con normalidad y me abrió su hermano mayor, era un chico bastante alto rubio de ojos azules oscuros (lo contrario a Vero que tenía los ojos marrones oscuros).

-¡Vero! -grito nada más abrir la puerta y tras sonreirme.

-¡Dila que suba!-grito esta desde la parte superior de la casa.

Entre con normalidad, la verdad es que Aaron (su hermano) y yo no hablábamos mucho.

Entre subiendo las escaleras lo más rápido posible. Al llegar arriba me encontré con un enorme pasillo con muchas puertas, la de el fondo pegada a un mini mirador era la de Vero.

Llamé a la puerta, tres toques con un intervalo de 2 segundos (nuestro código secreto). Al entrar le pregunté enseguida:

-¿Qué has averiguado de Asier cuéntalo todo no te dejes nada.

-Pues poco la verdad- dijo riéndose.

-No me rayes- la dije en todo borde.

-Haber, he averiguado que... antes vivía en Madrid con sus padres, pero se separaron hace poco y vive aquí con su padre y su "novia", según él, su hermana mayor esta en Inglaterra y si hermana pequeña en Madrid con su madre; y tenía novia en Madrid pero lo dejaron antes de venirse y aún así él lo quería dejar antes, pero no sabía como hacerlo, y que ella no para de pedirle... ya sabes... perder la virginidad, ya llevaban 6 meses y medio y pues ella quería. Y poco más me ha contado, ah y que lo más seguro es que se quede aquí todo el año pero no lo tiene claro. ¿No me digas que te mola?

- ¡A mi! ¡Que va! Puede... No se, esto es un lío, nuca me había pasado- la conteste.

-No te rayes, esta tarde lo descubrirás.

La verdad es que estaba de los nervios, salimos sobre las 6 pm, de inmediato le mande un mensaje a mi madre diciéndole que ya había salido y que me iba a dar una vuelta, a mi madre eso no le importó y me contesto con un ok y que tuviéramos cuidado.

Al llegar a la plaza de nuestro barrio vimos a Oscar, Asier y a Sebas (mejor amigo de Vero).

-¿Qué hacemos hoy?- pregunto de inmediato Sebas.

-Pues ya que Asier no conoce mucho esto nos podemos coger el autobús B4 y llegamos a la playa más cercana- contesto Vero.

-Pero, hombre, no hace falta que lo hagáis por mi -dijo repentinamente Asier.

-Hijo, no te quejes, que encima de que dan buenas ideas. Pero Vero, querida amiga, piensa ¿en a principios de octubre va ha hacer tiempo de ir a la paya?-dijo riéndose Sebas.

-Shh... ¡Es para dar una vuelta!- contesto chillando.

-No la enfades que luego la aguanto yo por la noche- dije riéndome.

Al reírme Vero se giro hacia mi, con sus ojos oscuros se me quedó mirando con el ceño fruncido. Me dio miedo, la verdad.

Esperamos con mucha paciencia al autobús que tardo como 20 minutos. En esos 20 minutos a Vero se le ocurrió ponerse a jugar con bote de cola que había en el suelo.

Pues llegó esta y se puso a pasarela con Oscar (parecían niños pequeños), de esto que se la pasan un poco más fuerte de lo normal y me cae a mi lado, me levante con todo mi arte y me prepare para darle una super patada y... PUM. Me caí de culo al suelo, sono de tal manera que le dolió asta al suelo .

-Jajaja- se empezaron a reír todos.

Asta que Asier se levanto y me ayudo a levantarme.

-¿Estas bien?- me preguntó acto seguido de ayudarme.

-Un poso dolida- dije medio riéndome.

-No pasa nada, que les pasa hasta a los mejor jugadores- dijo sonriendo.

Me encanta esa sonrisa.

El autobús llego y nos subimos, dirección a la playa más cercana.

Llego Sin AvisarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora