Mis pensamientos se revolvían en mi cabeza, sin conseguir sacar ninguna conclusión después de unos 15 minutos andando hasta llegar al banco en el que había quedado con Asier. Como me esperaba él no estaba. Encendí mi móvil y vi su última conexión: hace 2 minutos. Hice de tripas corazón y le mande un mensaje, el cual decía que ya había llegado.
Después de cinco minutos sentada en ese banco en el cual solo estaba yo esperando volví a pensar en que le iba a decir.
Estaba inclinada hacia delante con los codos sobre las rodillas hasta que una voz me hizo incorporarme de sopetón. Era Asier, con unos vaqueros oscuros algo ajustados, con una sudadera negra de GREAT TIMES y unas Vans planas azules oscuro. Se acerco con un paso ligero y despreocupado, parecía que no tenia prisa por llegar ni de hablar del tema que corría bastante prisa.
-Hola, me había perdido. Todavía no controlo muy bien el barrio.- me dijo al llegar donde yo estaba.
Nos dimos dos besos, se notaba que había tensión porque nos los dimos muy muy despacio.
-¿De que querías hablar?- me pregunto al sentarnos en el banco- ¿Y por que quedamos aquí y no más cerca de nuestras casas? No vivimos tan lejos uno del otro.
-Mejor aquí hazme caso que me controlo más este barrio que tú- le dije con un tono algo serio- Quería hablar de lo de anoche, lo que te envié...
No me dejo terminar cuando me toca la rodilla, y con las puntas de los dedos sube hasta los muslos, mi cara cambio de expresión. Con la cara hice un gesto de extrañeza, pero se me notaba en los ojos que me encantaba.
-No hace falta que sigas, se que estabas borracha. Voy a hacer como si la conversación que mantuvimos no hubiera existido- acto seguido doy un suspiro- Pero...- dijo, esto me puso los pelos de punta- Yo sigo con mi propuesta en pie, luego haz lo que tú quieras... haz lo que creas conveniente.
Después de pronunciar esas palabras note como mi pulso cardíaco aumentaba, mi respiración se paro por un momento y se me hizo un nudo en la garganta el cual no me permitió decir nada. Solo asentí con la cabeza y dibuje una sonrisa de simpatía, para que pareciera que me reía de la gilipollez que acababa de soltar.
-Bueno, ¿que se puede hacer por este barrio?- pregunta levantando se del banco.
-Puff...- suspiro- Poco, podemos ir al centro comercial que esta aquí en frente o a un parque que hay a unos 5 minutos andando bastante grande con dos lagos pequeñitos. Tú decides- le digo levantándome del banco con una gran sonrisa en la cara. Notaba como los mofletes se me iban poniendo rojos cuando me miro y me sonrió.
-Mmmm... Vamos a aprovechar el buen tiempo que hace a estas alturas del año y vamos al parque ese.
Después de pronunciar la ultima palabra me agarro del hombro y me abrazo hacia su pecho. No se porque lo hizo pero yo no me aparte.
-Gracias por llegar sin avisar a mi vida- me susurro al oído con un tono de voz suave.
-De nada, tendré que hacer un esfuerzo por aguantarte pero bueno- dije al apartarme de él con tono vacilón.
Él solo se limito a mirarme y a sonreír como sabía, con una sonrisa preciosa.
La tarde pintaba bien para los dos, pero no iba a ser así.
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Llego Sin Avisar
RomanceHola soy Paula y me gustaría contaros como conocí al amor de mi vida. Solo os quiero decir que si no tenéis todavía a ese amor de vuestra vida no os preocupéis, esa persona indicada llegara cuando sea preciso. Tampoco penséis que tener pareja es tod...