Sólo oía sonidos en el bosque, un ciervo corriendo, un conejo saltando y el movimiento de las hojas, la manada ya había vuelto a su hogar aquella guerra que ganamos y que los de otra manadas que estaba con la mía, aquellas manadas se habían unido los lobos sin manada aceptamos y sobretodo ahora había que aceptar a los que vivían aquí, algunas manadas volvieron a sus hogares otros perdieron sus hogares y vinieron con nosotros. La noche era hermosa sólo pensaba en Diana, mis compañeros como Oscar se quedaron aquí para defender y así lo hicieron protegieron y cuidaron nuestro hogar, escuche un aullido que me llamaba y no era la dulce voz de Diana era algo más triste era una voz que resonaba por el bosque llamandome que volviera, fui corriendo en forma de lobo corriendo hasta ese aullido triste, cuando llegue hasta ese punto vi a una hermosa loba blanca, sus ojos por el momento me confundieron pero luego supe quien era, ella aquella loba mi amor de toda la vida, Diana, como savia que llegaría, dejo de aullar y se dio la vuelta, me vio, pero no se acercó quedó ahí parada mirandome, sus ojos habían cambiado ya no eran verde esmeralda ahora eran mucho más oscuro, la vida cambia cuando lo dejas por muchos días recordé las últimas palabras de mi padre cuando murió, yo no sabía que iba ser cierto, di un paso y ella atraso uno más, pero era para darse impulso para lanzase a mi, no me gruñio ni tampoco me mordió sino aúllo de felicidad, y yo también aulle de felicidad no podía creerlo, la había visto y era más hermosa su transformaciones eran más para un lobo, no sabía como pero se alejó y corrió, yo la sigo pero era más rápida que yo sería por las veces que me contó Eliot que venía aullar por algo que no sabía, la conseguí alcanzar pero estábamos delante de una casa blanca con luces apagadas, pero no la vi llegar, ya que ella estaba en el marco de la puerta ya vestida, me acerqué un poco, pero no tanto, la mire con mis ojos.
- Creía que no volverías, te he echado de menos pero te va a costar que te vuelva amar.- me dijo con una voz fría.
- Yo también te eche de menos pero no me odies yo te amo.- le dije en su mente y se sobresalto pero no tanto ya que la luna hacia a los alfas tener algo que no tenía los demás o más cosas.
Ella entró en la casa y dejo todas las luces apagadas, me marché antes de vigilar el bosque si había algun cachorro fuera encontré unos tres cachorros y me siguieron sin rechistar, llegamos a la casa que ahora tenía otra decoración pero más moderna que la otra, cenamos todos en el comedor que era una sala bastante alargada y algo ancha. Todos cenabamos pero yo me quedé con los alfas de las otras manadas solo estábamos comentando como les había encantado nuestro hogar y alguna que otro asunto como el nombre de nuestra manada Nocte Album. No hubo ninguna discusión simplemente conversación animada, después de aquella conversación me fui a mi habitación que cambió, una cama de matrimonio, un gran armario y un ventanal que siempre daba a la luna llena.
Me dormí después de pensar en Diana sobre lo que me dijo pero no me iba a rendir, yo no era así, lo conseguiría.
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Sólo aúlla por ti ©
Romanceya ha pasado trece años desde que se marchó Caleb de la vida de Diana sin que supiera la razón Diana ahora ella un poco apenada porque se marchó de su vida sigue adelante sin saber que su hombre le sigue esperando y cada noche ella al bosque y aúlla...