Una historia de edad (elrubiusOMG)

Cap. 27: Una noche muy estraña

*NARRA RUBIUS*

Después de esa conversación no quería obligar a Martina a que dijera nada sobre su pasado, cada vez que me cuenta algo se le entristecen los ojos y odio verla así. Pasaron unos meses, en los que yo cada vez estaba de peor humor, apenas hablaba con Martina y cuando le hablaba acabábamos mal por cualquier estupidez que dijera, no podía soportar tenerla cerca y que no pudiera pasar nada entre nosotros, termine por ir todas las noches de fiesta, Mangel se preocupaba por mi pero a mi me daba igual lo que dijera, era lo único que hacía que me la quitará de la cabeza, beber hasta prácticamente perder el conocimiento, a veces conseguía a alguna chica, algunas hasta eran subscriptoras, la verdad no me importaba y menos cuando estaba borracho a más no poder. 

*NARRA MARTINA*

Odiaba estar mal con Rubius, pero últimamente no sabía que le pasaba pero cada vez que hablábamos acabábamos como el perro y el gato, pero había una cosa que odiaba más, y era cuando después de salir de fiesta que se trajera chicas, antes de entrar en su casa se ponían a gritar y después venían los gemidos que escuchaba hasta que se dormían, lo odiaba, aparte de porque me rompía el corazón porque no me dejaba dormir y me tenía que poner los cascos con música para no escucharlos.

Una noche estaba haciendo un trabajo del instituto para el día siguiente porque si no me suspenderían. Tenía música puesta para no dormirme cuando oí de fondo como tocaban la puerta, pero no me preocupé, alguien abriría, tocaron una segunda vez y caí en la cuenta de que serían como las 4 de la mañana así que todos estarían durmiendo, fui a abrir y me sorprendió ver a un Rubius ebrio, tanto que lo más seguro era que se hubiera confundido de casa. Quería dejar a Mangel descansar por una noche de ese hombre así que deje que pasara y me volví a terminar mi trabajo y lo dejé solo por la casa pero empezó a llamarme, no sabía porque así que me lo llevé a mi habitación a ver si se callaba o despertaría a todo el mundo. Estaba super agobiada por el trabajo, llevaba días sin dormir y ahora tenía que soportar a Rubius borracho, me puse una canción que siempre me animaba, "Vívela" de Pablo Alborán y la cante muy bajito, no quería que un Rubius borracho se pusiera a opinar de como cantaba, pero al estar en reproducción aleatoria se puso una que llevaba escuchando más a menudo durante unos 6 meses cuando conocí a Rubius, "Tienes todo" de xuso jones y no pude evitar cantarla, esta vez en voz alta.

Espero más, que el dulce de la miel sea por tí, que todo lo que puedas presumir, que todos tus latidos sean por mí, por mí...

No puedo esperar el momento, nuestro momento.

Tus labios de cristal quedan lejos, muy lejos.

Tienes todo, todo lo que soñé, y no entiendo el cómo, cómo, cómo te enamoré.

Y ahora sal, y escríbeme tus besos en la piel, relátame tus viajes hasta ayer, escribe hasta en el margen del papel, uh.

Sabes que, que el dulce sueño ahora es realidad, que nadie puede ni podrá cambiar, que solas nos volvemos a encontrar, oh.

No puedo esperar el momento, nuestro momento.

Tus labios de cristal quedan lejos, muy lejos.

Tienes todo, todo lo que soñé, y no entiendo el cómo, cómo, cómo te enamoré.

Tienes todo, todo lo que soñé, y no entiendo el cómo, cómo, cómo te enamoré.

todo, todo lo que soñé, y no entiendo el cómo, cómo, cómo te enamoré.

-Cantas muy bien- Ya esta el borracho hablando

-claro-dije con ironía- oye porque no te hechas un ratito en la cama que tengo que acabar este trabajo y no me dejas

-Vale me duermo pero solo un ratito, pero antes te quiero decir que yo te...- en el momento que toco mi cama se quedó dormido y no pudo ni terminar la frase, yo conseguí terminar el trabajo pero no sabía si dormir en mi cama con Rubius o irme a un sofá, la cama era suficientemente grande para los dos pero no estaba segura de que hacer.