— Ho...hola... — dije riendo nerviosamente sin avanzar un paso, me miraba sumamente molesto. Bajé mi mirada hacia el piso y comencé a jugar tímidamente con mis dedos; permanecía en silencio, aproveché cuando tapó su rostro con frustración y corrí, pero fue totalmente inútil, me atrapó y me regresó a donde estaba desde un inicio.
— ¿No te quedo claro lo que te dije? — me preguntó fríamente —...No televisión, no teléfono, no salidas y no él... — dijo enfatizando las últimas palabras.
— Ya te dije GD... — comencé a decir mientras me armaba de valor y empezaba a caminar rumbo a las escaleras, solo que él nuevamente me impedía el paso —...Él es como de la familia, así que lo veré cuando yo quiera — esto último se lo dije a unos centímetros de distancia, ahora yo también molesta.
— ¡Y yo ya te dije que el que está a cargo soy YO! — me dijo subiendo el tono.
— ¡Pero por qué no puedo hablar con él? — yo también subí el tono de mi voz.
— ¡Porque simplemente no quiero!
— Dame una buena razón y tal vez lo piense... — le dije mientras volvía a caminar, pero me tomó por el brazo.
— ¡Qué quieres que te diga? — me gritó — ¡Que me pone mal? ¡Que me molesta verlo tan cerca de ti? ¡Que no me gusta la forma en la que te mira ni cómo te abraza? ¡Eso quieres que te diga? — decía desesperado, yo solo abrí mis ojos a tope.
— ¿C... cómo?- tartamudee nerviosa, inclinando un poco mi cabeza sin poder procesar sus palabras del todo.
— ¡Ya te lo dije! ¡Tenías razón! ¡Los celos me comen por dentro! —Comenzó a acercarse y automáticamente empecé a retroceder.
— P...pero tu... tienes novia...
— Terminé con ella... — suspiró y musitó por lo bajo, al mismo tiempo en que se acercaba más a mí.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Y eso?
— Porque no puedo seguir engañándome... — posó una de sus manos en mi cintura y otra en mi cuello, para después acoplar nuestros labios. Sus suaves labios succionaban los míos, no pude evitarlo y seguí el beso, su lengua entro en mi boca, para buscar la mía y envolverse en una increíble guerra.
Subí mis manos a su nuca, donde comencé a jugar con su cabello, su mano que reposaba sobre mi cuello ahora se encontraba en mi cintura, formando un abrazo. Mis pulmones aclamaban por oxígeno y al parecer los de él también ya que se separó de boca, para recargarlos de aire vital. Se volvió a acercar a mis labios, pero esta vez corrí mi rostro. Sus ojos color marrón se posaron sobre los míos, buscando una respuesta de mi accionar. Aunque la verdad ni siquiera yo tenía una respuesta concreta.
— GD... yo... GD yo no te entiendo... — empecé a hablar mirando hacia el piso, tratando de encontrarle una razón entendible a su comportamiento, sus palabras, sus accione ... a todo, incluso a sus sentimientos. —Primero me besas y me entero de que tienes novia, después me besas teniendo novia y.... yo... yo no te comprendo — tomé sus manos que aún se encontraban en mi cintura y suavemente las puse en sus costados.Subí las escaleras hasta que llegué a mi habitación. Después de cambiarme me deje caer sobre el acolchado. No sabía ni qué pensar, tal vez me había dicho la verdad, pero, ¿si no lo era?, ¿Si sólo estaba jugando conmigo, o se estaba vengando por lo que yo lo había hecho pasar?
Y además por que terminaría con su novia de veinte o veintiún años, por una chica de dieciocho.
***FLASHBACK***
— Hey... que dijimos de las peleas... — susurró sensualmente en mi oído derecho, yo solo me dedicaba a controlar mi ritmo cardiaco al igual que mi respiración, se separó un poco solo para girarme sobre mis talones, pero automáticamente volvió a unir nuestros cuerpos, tanto que ni siquiera la más mínima corriente de aire pasara entre nosotros.
Me aventuré a mirarlo a los ojos, cosa de la cual me arrepentí, ya que su hermosa mirada me hipnotizó por completo, su rostro comenzó a acercarse, nuestras respiraciones se mesclaban y sentía como su mentolado aliento acariciaba mis labios.Hasta que finalmente nuestros labios hicieron contacto, era increíble lo que me hacían sentir sus suaves labios...
***FIN DEL FLASHBACK***
Seguía pensando en las cosas que habían pasado con él, y llegué a la clara conclusión de que tal vez sí me gustaba y por esa misma razón era importante no dar mi brazo a torcer sin saber si realmente siente algo por mí. De un momento a otro caí en un profundo sueño.
Me desperté ya que los rayos del sol que se colaban por las cortinas iban directo a mi rostro. Froté mis ojos antes de abrirlos para evitar ser cegada momentáneamente, mire el reloj eran las diez de la mañana, - ¡Se me hizo tarde! - pensé asustada, pero después recordé que por dos largas semanas no asistiría a clases. Me senté sobre la cama y estiré mis brazos, haciendo sonar algunos de mis huesos, ya que estaba completamente despierta me puse de pie y caminé hacia el baño.
Abrí la llave para que se llenara la tina, pero antes deje caer jabón líquido especial, para que formara espuma. Cuando la tina estaba llena de agua y burbujas entré... Si una ducha me tranquilizaba, un baño lo hacía doblemente.
Después de aclarar mi mente, más bien de tratar de aclarar mi mente, salí y me vestí.
Respiré profundamente antes de girar la perilla de la puerta, solo salía porque mi estómago pedía a gritos que lo alimentara. - ¿Y si está abajo? -una voz en mi interior pregunto. -Hablaré con él y le diré lo que pienso- le conteste casi susurrando.
Suspiré y abrí la puerta, apenas salí y vi que venía saliendo de su habitación. — GD... — dije justo cuando paso por enfrente de mí, pero siguió caminando sin siquiera voltear a verme.Abrí mis ojos como platos. O padecía sordera o me ignoró por completo. No había nada que pensar la segunda opción era más que obvia. Aún sorprendida por su bipolaridad, caminé hacia donde había caminado él, que seguramente era hacia la cocina.
Entré a la cocina y efectivamente ahí estaba, se encontraba bajando un vaso de la alacena. Me paré a un lado de la barra. Ya que tenía el vaso de cristal entre sus manos, se dio la media vuelta y me miró, pero sin hacer un solo gesto, quitó su mirada para dirigirse al refrigerador y sacar una jarra llena con jugo de naranja. Puso el vaso en la barra para comenzar a verter el líquido en él. Yo me limitaba a verlo con detenimiento.
— GD... ¿podemos hablar? — le pregunté cuando terminó de servir el jugo, pero éste volvió a ignorarme olímpicamente, tomando la jarra para volver a guardarla en el refrigerador. Tomo el vaso ahora lleno y mientras bebía, caminaba para salir de la cocina.
- ¡Pero es que quién demonios lo entiende! - grité en mi interior, reteniendo las intensas ganas de gritárselo en la cara. Primero me besa, tiene novia, me besa teniendo novia, me besa después de terminar con su novia, me dice que le gusto y ahora parece que no existo, simplemente era inútil tratar de comprenderlo.
Me senté en una de las sillas y recargué mis brazos en la mesa, para después ocultar mi rostro. Tras darle a mí estomago lo que necesitaba, salí de la cocina, estas dos semanas sí que se pasarían lentamente, sin colegio, castigada y GDRAGON no me habla.
Decidí leer un libro, no es algo que me agrade mucho, pero ya que no hay nada más que hacer, ya que estaba frio como para entrar a la piscina, así que fui al despacho de mi padre y del gran estante, tome el libro que más llamó mi atención.
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El Niñero | Primera Temporada [ ADAPTADA]
Teen FictionLa vida de _____ cambiara totalmente cuando sus padres salen de viaje y la dejan encargada de un niñero que es todo lo contrario a ella, lo tachará como el peor ser del planeta pero lo que no sabe _____ es que el puede terminar siendo el hombre de s...