CAPÍTULO 29

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Me di la media vuelta, para verlo de frente. Sus ojos estaban cristalizados, a diferencia de los míos que ya estaban inundados y mis mejillas completamente empapadas.

— ¿Que si te amo?— no había pregunta más estúpida, apenas y me podía sostener en pie por el dolor que sentía en mi interior y él se atrevía a preguntarme si lo amaba. —Yo ya te había dicho que cuando decía que te amaba no jugaba— le dije seriamente a pesar de que todo mi interior se contorsionaba.

—Entonces no me lastimes así y déjame explicarte lo que sucedió— dijo en tono de súplica al mismo tiempo que me tomó de las manos.

—N... no es el momento ni el lugar...— le dije quitando mis manos.

—Cualquiera es el lugar y el momento para recuperarte— tomó mi rostro entre sus manos, quería tragarme todo mi orgullo y devorar esos labios rojos, sus caricias sobre mi piel, embriagarme con ese aroma tan especial y perderme en esos hermosos ojos como tantas veces lo había hecho.


— ¿______ por qué lloras?— era Haru - ¡Rayos!- pensé, volteé a verla y me miraba consternada.

—No pasa nada solo me sentí algo mal— mentí y le sonreí forzadamente.

—Si quieres podemos irnos ya— me dijo tomando al cachorro.

—Si... será mejor que nos vayamos.

—Las llevamos— dijo GD mirándome.

—No hace falta traigo el auto.

—Pero no puedes conducir así— se estaba aprovechando de la situación.

—Claro que puedo— le dije molesta —Ya me siento mejor.

— ¿Segura?— no lo lograría — ¿Tú qué dices Haru?— le preguntó y esta rió tímida — ¿Las llevo? O ¿la dejas conducir?— lo miré fulminantemente —Podemos pasar por un helado...— le dijo moviendo rápidamente sus cejas, los ojos de Haru se iluminaron. Ama el helado.

— ¡Sí! ¡Tú nos llevas! — Dijo feliz –Gracias hermana- pensé sarcásticamente.

—Entonces ustedes vayan por el helado y yo me iré a casa en MI auto— me crucé de brazos.

—mm...— dijo poniendo su mano en su barbilla como pensando —Eso no se puede...

—Ja— reí sarcásticamente —Ahora tú me vas a decir que puedo hacer y que no— le reclamé.

—No, pero te daré dos opciones— ambas pequeñas nos miraban divertidas —Podemos ir en tu auto, te llevo a casa y luego yo regreso por mi auto...— dijo sonriente —O podemos ir en mi auto por un helado, dejamos a Haru en casa al igual que a Dami y regresamos tu y yo por tu auto— levanto su ceja izquierda y sonrió.

— ¿No hay una que no implique a ti y a mi juntos?— le dije y se escucharon las pequeñas risitas.

— Entonces... ¿recuerdas la última vez que no quisiste subir a mi auto? — Sonreía torcidamente, pero yo solo lo miraba seriamente —No quería volverte a hacer pasar por eso pero...— dijo y de un momento a otro me cargaba sobre su hombro.

— ¡KWON JI YONG!— grite mientras el corría — ¡Bájame ahora!— le ordené.

— Haru... ¿la bajo? — se detuvo para preguntarle a mi hermana quien reía a carcajadas.

— ¡No!— dijo riendo.

— ¡ Haru!— le reclamé y solo seguía riendo — ¡Bájame ya!— todos volteaban a vernos y se reían o incluso nos miraban enternecidos.

Dejó de correr más no lograba ver más que su espalda, la cual era víctima de mis golpes, pero escuché como desactivaba la alarma, habíamos llegado a su auto. Abrió la puerta del copiloto y me metió en el auto, sonrió victorioso y tomó el cinturón de seguridad, se acercó para asegurarlo y justo cuando paso le susurré un 'Idiota'.

Cuando se escucho el clic del cinturón se acerco a mi oído. —Yo también te amo...— susurró riendo. Cerró la puerta pero no sin antes poner el seguro infantil para que la puerta no se abriera desde adentro. Rodeó y subió del lado del piloto, volteó y me sonrió pero yo dirigí mi mirada hacia la ventana.

El Niñero | Primera Temporada [ ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora