CAPÍTULO 7

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Lo ignoré olímpicamente, fingiendo que no lo había escuchado salí, pero volvió a llamarme. —_______...— me di media vuelta para verlo —Quiero hablar contigo...

—Sabes... tengo detención, y ya voy tarde...— le dije fríamente mientras salía.

—Entonces te llevo...— me dijo caminando hacia donde yo estaba.

—No... no es necesario— respondí pero ahora él fue el que me ignoró.

Subí al auto, en realidad si era necesario ya que ni de broma llegaría en veinte minutos si me iba caminando, y no estaba como para soportar doble castigo, ya que aún sentía que mi cabeza estaba por explotar.

El ambiente en el auto era demasiado denso gracias al incómodo silencio que había, normalmente íbamos peleando, pero ahora ninguno reclamaba absolutamente nada.

Giré un poco mi cabeza, para poder verlo, ya que gracias a mis lentes no se daría cuenta de que lo miraba. Su mirada no se despegaba del camino, y su rostro era totalmente neutro. Miré su cuello y tenía igual unas marcas en él, sólo que se notaban un poco más.

-Dime que no las hice yo, dime que no las hice yo, dime que no las hice yo...- rogué en mi interior mientras regresaba mi mirada hacia el frente.

Se paró en la puerta del colegio y volteo a verme. —De verdad necesito hablar...— me dijo.

—Me iré caminando a la casa...— le interrumpí y baje del auto.

Sinceramente no quería hablar con él, se había aprovechado del estado en el que estaba, y peor aún, teniendo novia. Así que no hablaría con él para nada. Solo fingiría que nada había pasado. O más bien que no recordaba nada. Mientras entraba, escuche el rechinar de las llantas del auto de GD, se había molestado.


Entré para dirigirme al aula de detención, en el camino me topaba con personas que me sonreían, me saludaban de lejos o me decían 'Buena Fiesta'. Sin ponerles mucha atención seguía caminando, hasta que me topé con alguien que me miraba con cara de pocos amigos. -Rayos- pensé mientras le dedicaba mi mejor sonrisa.

—Daeeeeee... — alargó imitando mi voz, ya que así lo había hecho cuando me dijo que no me quería ebria.

—Lo siento... se me escapó de las manos...— le dije con cara de cachorro abandonado.

—No... ¡ese fue el problema!—dijo serio —el problema fue que la botella no se te escapo de las manos...— agregó alzando la voz.

—Hey... hey tampoco me grites...— le dije riendo.

—Y luego el ******* ese... nos culpó a mí y a Dara— espetó algo molesto.

— ¿Por qué?— pregunté sin entender ni un poco.

—Nos dijo 'Que no pudieron evitar que bebiera'— me contó

¿Se preocupó por mí? — ¿Y qué le dijiste? — la curiosidad en mí crecí desmesuradamente.

— ¿Hey qué es esto?— me dijo mientras tocaba las marcas de mi cuello.

—No son nada...— respondí tratando de ocultar mis nervios.

—Como que no son nada... — me dijo mirándome —Estas no son marcas cualquiera...— descubrió de que se trataba.

—Es alergia...— mentí.

—Tengo tres años de conocerte y nunca te había dado una alergia...— me dijo bastante seguro — ¿Estuviste con GD?— me dijo ahora evidentemente molesto tomándome del brazo.

— ¡Claro que no Dae!— mentí nuevamente, ya que no le podía decir -Si estuve con él... pero de tan borracha que estaba no recuerdo nada...-

—Dime la verdad, que ahorita mismo voy y lo busco...— me conocía muy bien, no podía ponerme más nerviosa o se daría cuenta.

— ¡Que no, Dae!— le grité.

— ¡______ estabas muy mal! ¡Ese ******* pudo haberse aprovechado!— respondió tratando de controlar su enojo.

— ¡Pero no lo hizo! ¡Ya te lo dije!— hice un movimiento para que dejara en libertad mi brazo —Tengo que irme...— finalicé mientras comenzaba a caminar.



Entré a la aula de detención, todos voltearon para ver quien había entrado. —Alguien tendrá doble castigo...— reconocí esa chillante voz, volteé hacia donde estaba Bom y la fulmine con la mirada.

—Tu tabla...— me pidió el profesor que nos cuidaba.

—Aquí esta...— le dije cuando llegué al escritorio.

—Siéntate allá...— me dijo indicando el lugar entre un sujeto desconocido para mí y Bom.

—Sabe... preferiría sentarme aquí... — le señalé un lugar de los de adelante.
—No recuerdo haberte preguntado donde...— contestó sin siquiera despegar los ojos del periódico.

Bom soltó una estúpida y sonora carcajada. -Tranquila...- una voz en mi interior trataba de calmarme. Caminé hacia el asiento, puse mi bolsa en mis piernas y me crucé de brazos mirando hacia el frente.

— ¿Si?— escuché un susurro de Bom, lo suficientemente audible para mí — ¿mm... una bailarina?— rio —Pues no lo sé... conozco a una, que seguro si le das algo de dinero hasta la ropa se quita...— soltó una risa burlona, sabía que se estaba refiriendo a mí. —Sí... y tiene una amiga rubia, que seguro también lo hace...— bien ahora si me quedaba claro que se refería a mí. Y ya me había sacado de mis casillas, tome mi bolsa y la puse en la mesa, para ponerme de pie.

—Si tienes algo que decir, dímelo directamente...— reclamé parándome frente a ella, provocando que todos voltearan a ver.

—Yo nunca mencione tu nombre... pero si el saco te queda— se puso de pie.

—No sé si te das cuenta de lo hueca y estúpida que eres...— respondí dándome la vuelta para sentarme, ya que no valía la pena partirle la cara ahorita.

— ¡Siéntense ya!— nos gritó el profesor.

— ¡Pero tan siquiera no soy una zorra como tú!— dijo en un susurro, pero por desgracia para ella, Lo escuche.

—Mira ya me estas hartando...— le dije poniéndome de nuevo frente a ella.

— ¡Siéntense!— volvió a interrumpir el profesor...

—No te tengo miedo...— me dijo empujándome.

El Niñero | Primera Temporada [ ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora