CAPÍTULO 33

120 7 0
                                    

— No se preocupen... no vi nada — contestó Ji Eun, la madre de GD.

¿Que no pudo haber sido Young Bae o Seungri? ¡No! Había sido Ji Eun la que nos había visto a la mitad de nuestro beso. Cubrí mi rostro inundado de vergüenza.

—Hey, ya pasó — me dijo riendo volteando a verme completamente divertido, desee golpear su bello rostro.

— ¿Ya pasó?— dije irónica —Tu madre nos vio besándonos en su cocina y tú me dices 'Ya paso'— esto último lo dije haciendo una voz más gruesa semejando la de él, quien sólo me miraba de esa misma manera divertida.

—Es que no pasa nada _______ — dijo aun tranquilo, encogiéndose de hombros —Después de todo, algún día se iban a enterar— acaricio mi mejilla, inclinándose a darle un beso tronado.

—Pero no así, GD...— le dije mirando hacia abajo —Qué pensara de mí— realmente me importaba mucho lo que su familia pensara de mí.

—Yo hablaré con ella y le explicaré— depositó ahora, un beso en mi frente —...Y ya te lo dije, te adora— hizo que una pequeña sonrisa se colara entre mis labios. — ¿Vamos?— me preguntó tomando mi mano y entrelazando nuestros dedos.

Caminamos escaleras arriba, solo que ahora estaba algo insegura. — ¿Y?— dijo GD cuando llegamos a la puerta de su habitación.

—Gracias por traerme...— bromeé.

—Espero y te hayas divertido— me siguió el juego.

—Sí... fue divertido— jugaba con mis dedos tontamente.

— ¿Nos veremos luego?— preguntó sonriente.

—Porque no...— le devolví la sonrisa.

—Hasta... Hasta luego...— dio un beso en mi mejilla, se dio media vuelta y comenzó a caminar hacia la habitación de Young Bae.

—Ji Yong...— susurré un poco más fuerte y este rápido volteo. — ¿No te gustaría pasar? Y... no se ¿platicar?— fingí nerviosísmo.

—Me encantaría.— rápido regresó y me abrazó fuertemente por la cintura.

Nos metimos en la cama, pasó su mano por mi espalda, yo pasé mi brazo por su cintura y recosté mi cabeza en su pecho, escuchando el tranquilo palpitar de su corazón. Coló su mano por debajo de mi playera para acariciar mi espalda. Sin pretensión alguna. Solo me brindaba tiernas caricias, su respiración chocaba contra mi cabello y yo subía y bajaba al ritmo de su respirar. Era un momento único.

—Te amo, ______ — eché mi cabeza hacia atrás para poder verlo a los ojos. Como me gustaba el sonido de esas palabras en sus labios.

—Te amo, GD — le contesté antes de unir nuestros labios en un dulce beso.

Abrí mis ojos y me di cuenta de que lo que estaba en mis brazos, no era lo que precisamente esperaba ver al despertar. Moví la almohada y giré pero tampoco había rastro de GD al otro lado.
Resignada volví a recostarme pero al ver el reloj en el buró de al lado de la cama me levante. 

¡Eran las ocho treinta y cinco de la mañana! ¡Porqué no me había despertado antes de irse?

A la velocidad de la luz me puse de pie, tomé mi ropa, mi cepillo de dientes y corrí al baño. Después de una rapidísima ducha, cepillé mis dientes.

Me vestí con una velocidad olímpica y até mi cabello en una coleta alta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Me vestí con una velocidad olímpica y até mi cabello en una coleta alta. Salí de la habitación de GD, no sin antes arreglar la cama fugazmente.

—Ji... Ji Eun... ¿sabes dónde está GD?— pregunté con una mezcla de nervios, pena y tengo que aceptarlo un poco de miedo.

—Ay, cariño... recién salió a comprar unas cosas para el almuerzo...— me dijo con esa dulce sonrisa —Hay una tormenta terrible, llamé a tu madre y le pareció bien que faltaras al colegio, por eso les dije que no te despertaran— me explicó con esa amable voz característica de ella.

— ¿Tormenta?— pregunté extrañada, si ayer había un sol apenas soportable.

—Increíble no crees...— me dijo riendo. Camine hacia uno de los grandes ventanales de la casa y efectivamente. Una tormenta terrible se había desatado. Ni siquiera parecía que era de día, el cielo estaba de un color gris obscuro, y se veía como el agua corría en gran cantidad por el piso.

Regrese al comedor donde estaba Ji Eun, seguramente los demás dormían. Me senté a un lado.

—Ji Eun... yo quería pedirte disculpas por lo de anoche...— tenía que hacerlo, no podía fingir que nada había pasado. Soltó una pequeña risa.

—No te preocupes...— me dijo aún con esa sonrisa —No pasa nada, a menos claro que tu no estuvieras de acuerdo con lo sucedido, entonces sí le llamare la atención a Ji Yong— bromeó, claramente sabía que yo 'estaba de acuerdo' Reí tímidamente —Además... me encanta la pareja que hacen— me abrazó y era más que obvio que también la abracé. No podía ser más dulce.

— ¿Café o jugo?— me preguntó amablemente.

—Jugo— sonreí, caminando detrás de ella hacia la cocina.

Una vez ahí, cruzaba mis dedos porque mi familia tomara así mi relación con GD. Aunque convencer a Daesung iba a ser más que complicado. Pero ya llegaría el momento de hablar con él.

—Ya sabía que había algo especial entre ustedes...— me dijo mientras comenzaba a servir jugo en un vaso de cristal. Solté una pequeña risita tímida y seguramente mi rostro ahora estaba de un intenso color rojo. —La primera vez que viniste, la forma en la que te miraba era tan especial— me senté en la barra y ella se sentó frente a mí con una tasa blanca llena de café en sus manos.

—Él... él es increíble...

—Me alegra mucho que esté contigo... ¿Tus padres ya lo saben?

—Aún no...— confesé —Estábamos esperando un buen momento para decirles— y no como lo de anoche.

Un pequeño chillido nos sobresaltó a ambas, reímos. Había sido el tostador. Tomó una bandeja donde seguro colocaría las rebanadas de pan. En ese mismo momento sonó el teléfono.

—_______... ¿cariño puedes responder el teléfono?

—Claro— respondí y caminé hacia donde estaba el aparato que no paraba de sonar. — ¿Diga?

— ¿Casa de la familiaKwon?— una gruesa voz provino del otro lado de la bocina.

—Así es...

— Llamo para informarles que el joven Kwon Ji Yong ha sufrido un accidente automovilístico— Sentí como si todo a mi alrededor comenzara a derrumbarse. Escuchaba a lo lejos los llamados del sujeto y también los de Ji Eun. Pero el gran nudo en mi garganta no me permitía emitir palabra alguna.

— ¿______ qué te sucede?— la mano de Ji Eun en mi hombro me hizo reaccionar, tapé mi boca y le entregué el teléfono. Las lágrimas invadían mi rostro. No podía ser cierto. Si hace tan solo unas horas todo era más que perfecto.

El Niñero | Primera Temporada [ ADAPTADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora