-Ese par es demasiado hermoso que hacen doler mis ojos de tanto mirarlos.
Estábamos en mi habitación que, o casualidad, tenía la ventana que daba al patio trasero y, por lo cual, Cole tenía una excelente vista de Liam y Paul que aún seguían recostados en el árbol donde los dejamos. Mientras mi amigo se recreaba en mi nueva ventana, yo estaba buscando una camiseta que no me hiciera lucir mal y luchaba por desarmar el nido de aves que era mi cabello.
-Deja de mirar por esa ventana o nos tratarán de acosadores -Al parecer, hoy mi cabello no estaba de mi lado. Maldito nido de pájaros. Terminé optando por atarlo en una coleta-. Dime que planes tenemos para hoy porque no sé si pueda soportar un rato más en esta casa.
-Parecías muy a gusto allí abajo, cuando te encontré -Sus cejas se movieron de arriba a abajo en un gesto sugestivo-. Nunca te había visto tan tranquila cerca de Liam como hace unos minutos, realmente no lo creo.
-Fue solo porque Paul estaba allí. -Traté de fingir que no había pasado tiempo a solas con Liam Bloom.
- ¡Mentira! ¡Me estás mintiendo Samantha Rosalinda Mary Montoya Clare! -Su dedo salió volando en acusación- ¡Carol me contó que él te llevó al patio para que ambos desayunaran antes de que Paul llegara!
Sentí que me ponía de todos colores, cuando me di cuenta de que Cole me tenía acorralada. No de forma literal, pero él tenía un punto fuerte. Fruncí el ceño al darme cuenta de que Carol se llevaba de diez con Cole como para contarle eso.
-Tendría que haberme buscado a un amigo menos perceptivo y encantador -Refunfuñé-. Y deja de inventarme nombres de novela mexicana.
-Cuéntame, por favor, cuéntame todo. -Cole empezó a dar pequeños saltitos sobre su asiento haciéndome reír y ceder a contarle todo.
Por lo que me senté en el centro de mi nueva gran cama y dejé salir todo lo que había vivido esa mañana después de que mi madre me levantara para ayudarla. Le conté acerca de dejar a mamá en el aeropuerto. Le conté de la llamada de Michael y como me había sentido bien por un momento aunque aún había cosas que me molestaba. Hablé sobre el desayuno con Carol y como me había empalagado con su romanticismo mañanero. Cole no se perdió mis ojos en blanco ni la pizca de dolor en mi voz cuando hablé acerca de eso.
De ahí, toda su atención y expectativa estaba al cien porque hablé sobre cómo Liam había llegado a mi rescate y, como si me conociera de toda la vida, me habló tranquilamente y me invitó a acompañarlo a desayunar fuera. Sonreí al recordar lo amable que había sido, lo bien que me había hecho ver que Liam era un igual y no la estrella platónica que toda mi vida había creído.
-Te lo dije mil veces, él es humano también, Sam -Cole puso los ojos en blanco-. Y estoy seguro de que él te hizo sentir muy cómoda, tiene toda esta forma de ser tranquila y acogedora que es imposible que alguien se sienta mal cerca de él; hasta ti te sueltas a su alrededor.
-Bueno, gracias por dar a entender que me transformo en una tonta cuando él está cerca. -Gruñí ganándome una sonrisa maliciosa.
-Seamos realista, Cariño. Cada vez que lo veías tenías dos reacciones -Su ceja se arqueó y supe que no me iba a gustar lo que escucharía-. O salías corriendo lo más rápido que podías o te transformabas en un charco de líquido cálido a sus pies cuando estaba lo suficientemente cerca como para que tus sentidos no estuviesen alerta.
-Ya no más. -Sonreí un poco contenta con mi reacción anterior. Me había sentido un poco intimidada al principio. Sin embargo, luego, pude relajarme y mantener mis sentimientos bajo control mientras teníamos nuestro pequeño intercambio.
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Conviviendo con el enemigo. [Conviviendo #1]
Teen FictionLo único que Samantha Clare, más conocida como Sam, quería antes de ir a la Universidad era disfrutar de su último verano con sus amigos. Pero nada más lejos de su realidad. Tras años de no querer saber nada con su padre, se ve obligada a mudarse pa...