Las vidas de los chicos del grupo E darán un giro inesperado con lo que les espera.
El juego no terminó...
El Juego apenas comienza.
La Battalla Real comienza
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No me tomé la píldora al acostarme, me quedé esperando a que Ricardo regrese, para decirle lo que debemos hacer, para una reunión acerca de nuestra futura ubicación.
He escuchado lo último que él y su hermano se dijeron, eso me ha puesto a temblar, lo escucho respirar y comenzar a perder los estribos, probablemente teniendo la misma paranoia que yo en este mismo momento
Me levanto esperando a que note mi presencia, pero simplemente no se percata de que estoy despierto, mientras él sigue parado mirando la puerta, me pregunto ¿Qué es lo que estará pensando? ¿Por qué no tenemos la misma reacción?
Me acerco y lo tomo del hombro, solo para notar lo paranoíco que está, porque enseguida se arrebata en un reflejo defensivo como lo haces uno habitualmente al ser asustado por alguien de semejante manera.
Hay frío en mi cama, la ventila está justo debajo de aquella, por lo que las sábanas que cuelgan de esta, se mueven por la corriente de aire, supongo que este lugar estaría cellado, de no ser por las ventilas
Acecho por debajo de mi cama, mientras que ricardo se acuesta en la que es la suya y entonces veo que la rejilla del ducto, es más grande de lo que creí, mi torso entero y mi cuarpo caben dentro de este.
Si esto no se ha acabado debo saber al menos qué es lo que sigue.
Quito la rejilla con las manos y gateo hasta el interior, es frío por la corrriente de Aire, pero conforme voy gateando en los ductos de metal con esponja, y doblo un par de veces hacia la derecha, hasta que finalmente veo una luz en el techo, de un pasillo y más adelante hay otro, no veo nada o alguien por ahí, por lo que paso de largo, tratando de no hacer tanto ruido o abollar los ductos que hagan evidente mi presencia ahí.
avanzo quizás unos siete metros hacia la izquierda, cuando veo finalmente otro conducto, esta vez, a una altura mayor, como en un salón, cuando veo lo que parecen ser unas bolsas transparentes llenas de líquido rojo, en las que flotan cuerpos
los reconozco... son mis compañeros, los han desnudado y puesto en esos extraños capullos.
No sé exactamente cómo o por qué me lo imaginaba desde el principio, pero debo salir de aquí cuanto antes, los cuerpos de los chicos que los aerodeslizadores se llevaban desde hace tres días están aquí.
Primero me volteo e intento ri sobre mis huellas, no es muy dificil, puesto que sólo sigo las líneas donde noo hay polvo o pelusa, que se quedó en mi pijama térmico.
Gateo sin importar el ruido que haga, no me interesa en absoluto nada que no sea salir de ahí, la claustrofobia no es uno de mis temores, pero en realidad no puedo ocultar la sofocación que siento en este momento, mientras busco una salida entre el frío del ducto de ventilación.
Llego al ducto final que me lleva a la habitación y salgo para encontrarme a Ricardo esperándome, para concluir en lo evidente que es el hecho de no haber terminado nada aún.
Le explico rápidamente lo que vi y enseguida me apoya en despertar a Baeza, para pasar el muro que nos separa de las chicas, solo para ver dos camas vacías
¿Dónde están? Pienso y rápidamente imaginamos lo peor