III
No volví a ver a Camila Cabello hasta el 27 de julio del 2015. En ese lapso de tiempo entre nuestro anterior encuentro y nuevo encuentro, estuve pensando en su voz, en sus ojos. Me quede pensando en los secretos que guardan esa mirada penetrante, y los pensamientos que causan esa sonrisa juguetona en sus labios. No puedo dejar de pensar en nuestro último encuentro, ni en la electricidad que sintió mi piel. Toda mi cabeza daba vueltas en torno a ella.
Entendí que Camila Cabello puede provocar sensaciones que desconocía, pero aun con esa mirada provocativa, sus ojos conservaban esa inocencia; la inocencia de una niña pequeña sin rastros de pecado, como si desconociera la realidad de las cosas.
No sabía que tenía ella de atractivo, no sé porque me hace sentir así. Pero había algo en la forma en que actuaba, me hace sentir débil; la verdad es que la debilidad es algo tan ajeno a mí, es tan desconocida que es muy difícil identificarla. Ninguna persona me ha llegado y me ha hecho sentir demasiado débil, pero por alguna razón desconocida ella lo ha hecho.
En los días posteriores a nuestro segundo encuentro, no he dejado de pensar en la forma de cómo una persona puede hacerte sentir en el cielo y a la vez en el infierno.
Creo que la razón de mi pensar, se debe a Ally.
La gente que me rodea le ha llegado a pasar, personas que han arrasado con todo su mundo. Ally lo vive día con día, vive con el dolor de perder a Troy. Una semana después de mi cumpleaños nos sentamos en el suelo, de la azotea del edificio donde vivíamos, bebimos Coca-Cola mientras mirábamos las luces de la ciudad, imaginando que eran estrellas.
La brisa acariciaba nuestros rostros, estaba feliz de no verla con su albornoz color crema, ella estaba limpia, sin manchas de chocolate cubriéndole el rostro. El silencio fue cómodo, creo que es la sensación que trae Ally, esa sensación de bienestar.
-¿Cómo te sientes?-le pregunte mientras le daba un sorbo a mi botella de Coca-Cola. El sabor dulce inundo mis papilas gustativas.
-todo lo que necesito, y todo lo que quiero es...-suspiró pesadamente- no entenderás- susurró mientras se escondía en sus pequeñas y perfectas piernas.
-dímelo- murmure.-sabes que te quiero- ante eso ultimo me miro a sus ojos y vi el dolor incrustado en ellos.
-El me dijo que me amaba, siempre lo decía. Recuerdo cuando hicimos el amor por primera vez...el me decía "te amo", la forma en que lo decía sonaba tan sincera, tan limpia- las lagrimas se acumularon en sus ojos y salieron calientes, su voz se quebraba con la ramita de un árbol que se desprende de él.
A todos nos ha llegado a pasar, eso inundo mis pensamientos.
-Ally, ¡por favor!, no quiero sabes sobre tu vida sexual- intente hacerla reír, pero ella negó mientras limpiaba sus lagrimas con el dorso de su mano.
-¡Es que no entiendo!- grito desgarradoramente- ¡si él me amaba, ¿Por qué me dejo?!- no sabía realmente que hacer.
Solo la mire romperse.
Deje que se rompiera.
A veces la única forma de sanar es rompiéndose.
-¿Qué sientes y que sentiste cuando te dejo?- le pregunte con un nudo grueso en mi garganta.
-Es c...como...u...u...una a...alucinación- me decía llorando, apenas podía articular las palabras que salían de sus labios. La envolví en mis brazos, ella temblaba y no sabía qué hacer más que escuchar atentamente.- como si todo este tiempo tuvieras una venda en los ojos, y de la nada te la retiraras, entonces la realidad se impacta contra ti- me decía.
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XXVII... Veces(Camren)
Fanfiction❝Me llevaste a lugares donde nunca había estado, y así me dejaste tirada❞