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Camila Cabello estaba destruida.
Eso creía en el momento en que mire su rostro sin maquillaje.
En ese momento en que supe que detrás de una capa había miles de mas.
Su cara estaba magullada, como si alguien hubiera chocado su puño salvaje e incansablemente sobre ella. Sus ojos marrones parecían oscurecidos, mientras yo intentaba aceptar que no eras más que un rastro de sombras.
Camila me había arrastrado a la oscuridad de la que venía, sabía que ya nada sería igual.
El siguiente encuentro fue tan rápido, más rápido de lo normal.
Fue cuando desperté, estaba frente a mí, con el cabello castaño hecho un lio. La morena parecía sumergida en profundos sueños, miraba todo su rostro mal herido, mis dedos rozaron aquellas mejillas moradas, las marcas de los golpes eran demasiado notorias. Me preguntaba qué había sucedido, ¿Quién le había causado esto?, entonces me di cuenta de que estábamos acostadas en una cama, que estaba cubierta por ropa interior, que esta no era mi habitación y que quizás algo había sucedido la noche anterior.
Mis brazos rodearon su cuerpo y la atraje hacía mi inundándome de su calor. Por un momento me sentí tranquila, me sentía bien, me sentía su guardiana. Solo quería protegerla.
Pero ahora entiendo que no puedes proteger a alguien de sí mismo.
—Lauren—suspiró mi nombre mientras su rostro estaba oculto en mi pecho, el calor que irradiaba era confortante, como las pausadas respiraciones. Inhalaba y exhalaba, inhalaba y exhalaba una y otra vez.
Estaba dormida, murmuraba mi nombre mientras dormía. Mis pómulos estaban teñidos de un color rosa fosforescente, que supongo que resaltaría en mis pálidas mejillas. Me hado cuenta que no quería sexo con ella, que no quería una simple relación, quería algo extraordinario, quería vivir, quería sentirme extraordinaria.
—Camila, tú me haces sentir extraordinaria—susurre mientras besaba su frente cubierta de por su mata de pelo castaño. —Gracias por esta extraordinaria historia— contuve un suspiro, mientras la miraba dormir y removerse en sus sueños.
Me quede mirando el techo en blanco, pensando en las fotografías que podrías tomarle dormida, con sus ojos cerrados. Su boca entreabierta y el rastro de saliva seca que recorría la comisura de sus labios hasta su mentón.
Camila Cabello se veía horrorosa, con el cabello alborotado, y esa apariencia. Pero para mí se veía como la persona más hermosa, como alguien celestial.
Alguien que solo quieres proteger.
Me hubiera gustado ser lo suficientemente fuerte para haberla protegido.
—Lauren, ohh, ¿Cómo estás?—dice mientras se le escapaba un gran bostezo de sus labios, miro su rostro magullado. Mis dedos instantáneamente viajan a su mejilla teñida de un color azulado. El hematoma sobresalía tan grande, ella cerró los ojos y tensó su cuerpo, mientras sus labios se torcían formando una mueca de dolor. Su respiración era pesada como si le costara contener el aire y expulsarlo fuera.
Acaricie su mejilla con sumo cuidado, me sentía atraída como una polilla hacia la luz, como Aurora hacía la rueca antes de pinchar su dedo con la aguja. Pensándolo, mi historia de amor con Camila Cabello se compara con eso, todo fue atracción, yo era Aurora, y ella era la "rueca". Fui atraída por una fuerza mayor, porque mi destino estaba sellado, y entonces caí en un sueño eterno, que se convirtió en una pesadilla. Solo que esta vez el beso del príncipe no pudo hacerme despertar.
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XXVII... Veces(Camren)
Fanfiction❝Me llevaste a lugares donde nunca había estado, y así me dejaste tirada❞