XXVII... Veces(Camren)

V

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El sabor de los labios de Camila Cabello seguía en mi boca, no podía dejar de pensar en sus labios y en lo que paso. No le he dicho nada a ninguna de mis amigas, ni siquiera he podido decirlo en voz alta, no sé si el destino nos vuelva a reunir. Ya no me siento tan segura como antes. Pero como siempre, es ella la que me encontró.

Esta vez paso una considerable cantidad de tiempo, recuerdo bien. Esta vez era 26 de noviembre del 2015, había vuelto a mi cálida ciudad de Miami, Florida. Iba a pasar acción de gracias con mi familia, entonces había llegado un día antes del gran día. Ally había venido conmigo, sus padres estaban en un crucero por el Caribe, la verdad no quise preguntar mucho. Normani estaba pasando acción de gracias con la familia de James. En ese lapso de tiempo que ha pasado desde la última vez que vi a Camila, tampoco he vuelto a saber mucho de Normani, solo sé que dejó dar clases en esa prestigiada academia de baile.

Una tarde que había vuelto de Central Park, fui a buscar a Normani a la academia de baile donde ella enseñaba. Una de sus compañeras me dijo que ella había dejado de trabajar ahí desde hace una semana.

Le agradecí y me quede en la entrada un rato, hacía frio pero no tenía nada más que hacer. A veces no quería regresar al departamento y ver a Ally llorar, al parecer Troy se había vuelto a mudar a San Antonio, Texas. Ally se entero por su madre que Troy estaba saliendo con una nueva chica. Para mi buena suerte no volvió a usar ese horrible albornoz, pero no dejaba de llorar.

Al parecer las nubes obstruyeron el brillo del sol.

Estuve un rato ahí hasta que alguien me sacudió el hombro, gire mi mirada y me encontré con una joven de cabello rubio teñido, lo tenía amarrado en una coleta. Ella se me hacía conocida, pero no logro recordar donde la había visto.

-hola- la salude cortésmente.

-hola- ella devolvió el saludo- ¿eres amiga de Normani Hamilton?-me preguntó.

Asentí.

-si- me inmute a decirle.

-solo quería saber la razón por la que Normani ya no trabaja aquí- me quede en silencio hasta que me di cuenta, que había algo en su mirada.

-ni yo lo sé- vi como su interior se rompía con mi respuesta.

-gracias- decía mientras se giraba.

Ella se fue.

Me di cuenta que a veces queremos tener una respuesta. Necesitamos una respuesta, para que el amor no duela tanto.

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Después de aquello volví directo a casa. Me encontré con Ally, que estaba sentada en el sofá mirando hacía ningún punto en general. Parecía un fantasma, como si todos aquellos recuerdos que vivieron juntos (Troy y ella) hubieran vuelto. No sabía qué hacer, ni tampoco que decir; solo la tome entre mis brazos y no la deje ir.

A veces necesitamos sujetar a la personas con tanta fuerza, para saber que aun no se han ido. Solo, no quiero perder a Ally. Me había vuelto la persona que la abrazaba en la noches, que la animaba en las mañanas, quien la consolaba en las tardes. Era como si yo hubiera tomado el lugar de Troy.

-Ally- intente decir algo.

-por favor...Lauren, ahora no- me decía mientras las lagrimas se resbalaban en sus mejillas, las limpie con mis dedos pulgares.