II

65 6 2
                                    


II

Camila Cabello me atrajo justo como una polilla siendo cautivada hacia una flama, aun recuerdo sus ojos castaños y esa mirada de inocencia. Esa noche después de nuestro primer encuentro, después de verla con mis propios ojos, pensé en ella, me atormente con ella tenía un millón de preguntas corriendo por mi cabeza, como un maserati corriendo a toda velocidad. ¿Cuál era su nombre? (aun no la conocía), ¿Cuál era su historia?, sus gustos y aficiones, sus malos y buenos días. Absolutamente todo sobre ella, sin saberlo estaba cayendo, terminaba por tropezarme con un bache de preguntas y respuestas, que termine guardándolas para mí.

Esa noche no pude dormir, tampoco la anterior, ni la que siguió.

¿Cómo una persona que desconoces por completo, puede hacerte perder el sueño en un abrir y cerrar de ojos?

Mis noches se convirtieron en algo frías y inquietantes, termine por buscarle una historia a aquellas fotografías de Camila Cabello.

Observe cada detalle de ese montón de fotos.

Una noche en que no pude siquiera cerrar los ojos por un momento, tome la primera foto que le tome, cogí un marcador y puse la feche en el borde blanco, le puse un titulo.

23/03/15: "La primera vez que te vi".

Claro que no volví a toparme con Camila Cabello después de ese encuentro, no volví a verla. Aun que busque por todo Central Park, se volvió mi nueva rutina, caminar desde el estanque de patos, hasta esa tienda de CD. Recorría todo buscando un indicio, una pequeña pista que me diera dar con ella.

Lamentablemente Camila Cabello había pasado de ser una persona a un fantasma.

Espero pacientemente a su encuentro.

Hasta que el 27 de junio del 2015 la volví a ver.

En el lapso de tiempo entre el 23 de marzo del 2015 al 27 de junio del mismo año, me mantuve persuadiendo a Ally que dejara de usar ese horrible albornoz color crema lleno de helado de chocolate. Tomo mucho tiempo pero al menos esta vez usa ropa decente y se daba una ducha. Es preferible eso a que apeste. Claro que tuve aceptar ir a misa los domingos y escucharla predicar la palabra, para mi fortuna no me obligo a rezar con ella todas las noches.

En fin estaba feliz de que se aseara.

Esta mañana, mientras soñaba con algo demasiado raro y estúpido. Ally me despertó con su estruendosa y hermosa voz, ella estaba con una sonrisa grande, de esas que iluminan a cualquier persona. Tenía en sus cortos brazos un pastel de cumpleaños, cantaba sin parar, mientras yo arrugaba el rostro y me hundía en un mar de cobijas.

-¡Joder Ally, quiero dormir!- me quejaba.

Cosa numero uno que tienes que saber sobre vivir con Ally Brooke Hernandez; nunca te dejara dormir por las mañanas.

Entonces su mirada cambio, en una mirada que termino por espantarme la mierda.

-Lauren, serias tan amable de sonreír y fingir que estas feliz y sorprendida- la seriedad en su voz y esa aura oscura ayudaron a que yo cooperara.

-¡Oh Ally!, gracias eres grandiosa, ¡no puedo creerlo!, significa mucho para mí...-fingía mientras sonreía forzadamente. Sabía que Ally era la persona más bajita del mundo, pero era de armas a tomar. La verdad no estaba de ánimos de que me obligara a ver la maratón del Papá Francisco por Cuba y luego por Perú. Una de las cosas que más odiaba era cuando me levantaba a las 5:00 am para ver el santo rosario y luego la Coronilla de la divina misericordia, la que más me hartaba era versión musical.

XXVII... Veces(Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora