22. El Ganador

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Tengo la mente tan revuelta como mi cereal en las mañanas y no es que le vea una solución. Maldición, tenía mucho que pensar y no tenía cabeza para tanto.


¿Y si Liam me odiaba después? No creo soportarlo tan fácil. Me había acostumbrado tanto a él. ¿En qué momento lo hice? ¿En qué momento me enamore?


El amor ahora tenía un significado. No podía dejarlo ir tan pronto... Simplemente no.


—Lee, no estoy seguro de que te encuentres muy bien. —David me rodea con su brazo mientras caminamos.


—Estaré bien. —Lo tranquilizo. No era su culpa, en realidad me acababa de hacer caer en cuenta de muchas cosas, cosas que necesito resolver.


Tengo que dejar de temer que Liam se entere lo de la beca. Bien, no es miedo a que se entere sino a lo que haga cuando se entere y en cómo me afecte. Es difícil no temer a la soledad cuando has estado con ella demasiado tiempo y sabes lo que esta te puede llegar a hacer. Liam se había llevado mi soledad lejos gracias a su cercanía, pero podría regresarmela del mismo modo. No quiero estar sola de nuevo, no quiero estar sin él.


Sin embargo, ahora no había nada que David pudiera hacer por mí más que dejarme enfrentar esto sola. Mañana será el día de la verdad, de mi juicio final, y debo estar preparada. Despido a David y regreso a mi cabaña a un paso lento. Las chicas deben estar allá y las amo, pero no me dejan pensar. No dejo de pensar en que voy a hacer. Preparándome de antemano para despedir a Liam de mi vida.


A la mañana siguiente mi cabeza quiere estallar y la fastidiosa trompeta del maestro Robert no ayuda. Me arrastró a regañadientes de la cama y después de un rato esperando a que las chicas se arreglen y me dejen arreglarme, logramos salir juntas a por el resultado del último reto.


—Buen día queridos estudiantes. —Nos saluda el maestro Robert. Se ve sereno esta mañana. No tan estricto o afanado como de costumbre. —Como sabrán hoy es nuestro último día. Nos iremos mañana en la mañana, así que ahora vamos a anunciar a los ganadores del reto de ayer y después en la tarde a los ganadores finales junto con su premio.


Sonrío. Cuando llegué aquí mi meta era ganar lo que sea que se gane. Gane algo más, algo que ni siquiera sabía que quería.


—Ojalá ganen. —Me susurra una voz familiar que resulta relajante. La mano de Liam se envuelve alrededor de mi cintura y me recuesto en él.


—Es sólo un premio. —Se ríe a mis espaldas.


—No pensabas eso antes.


—Tú tampoco y acabas de desear que ganemos. —Se ríe con más fuerza y no puedo evitar contagiarme un poco de su risa.


—Podríamos hacer una apuesta de esto. —Susurra aún más cerca de mi oído y mi piel se eriza. Típicas reacciones de mi cuerpo por Liam.


—Tu y tus apuestas. —Me muerdo el labio. —Habla.


Competition || Liam PayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora