Competition || Liam Payne

3. Podemos Ser "Amigos"

—¡Lea! No seas aburrida. Quédate un rato. —Me ruega Lucy, por quinta vez. —Ya terminaste tu reto. Eres increíble y nos hiciste ganar puntos, mereces un poco de diversión. —Ella quería que me quedara en la fogata. Habían hecho una gran fogata. Todos se divertían y socializaban.

—Merezco descansar, Lucy.

—Tiene razón Lu, déjala. —Dice Julia, antes de guiñarme el ojo con complicidad. Amo a está chica.

—Hizo un gran trabajo, come algo y duerme un poco. —Me guiña un ojo Alexa y en el fondo se lo agradezco.

—Está bien... Pero no te guardare smurfs. —Río ante el puchero de Lucy y me retiro de la fogata.

Parece que con cada minuto mis pasos son más doloroso y mis párpados más pesados. Por desgracia en el camino a la cabaña mi estómago ruge y se retuerce, entonces recuerdo lo que dijo Alexa sobre comer. Quisiera ir a dormir pero estoy segura que no podré pegar ojo con el estómago vacío.

Tomo el camino hasta la cafetería, esperando encontrar algo. Sino, tendré que hurgar en la mini - heladera de la cabaña y robar los bocadillos de Angie. Eso me causaría problemas, pero no puedo dormir con hambre.

Entro furtivamente en la pequeña cafetería en medio de la tenue luz. me meto en la cocina y hurgo en la gran heladera. Encuentro sobras de pastel de carne y pié de moras del almuerzo, y eso me basta.

—No deberías estar aquí. —Suelto un grito cuando escucho la grave voz proveniente del comedor. Miro con cautela, porque esa voz es terriblemente familiar.

Entonces encuentro a Liam Payne, cómodamente sentado en una mesa con un plato lleno de sobras como yo.

—¿Qué haces aquí?

—Debe ser obvio. Lo mismo que tú, robar sobras.— Me siento como una tonta después de preguntar algo tan obvio. Liam saca la silla al lado suyo y le da palmadas, invitándome a sentarme. Tomo mi plato y voy a acompañarlo con las mejillas sonrojadas.

Mi mirada esta clavada en mi plato. Espero que no quiera hablar, ya dije que no soy buena socializando.

—¿Qué te trae al campamento de verano? No pareces alguien que le gusten esas cosas. —Me pregunta. Debí renunciar a la idea de una cena callada apenas él apareció.

—No, no lo hacen. Desafortunadamente, mis padres creen que necesito una vida social. —Bufo y él se ríe. Si, debo sonar de lo más típica-adolescente. —¿Y que te trae por aquí? Tampoco parece tu tipo de lugar.

Se ríe por lo bajo. —No es mi tipo de lugar, pero odio quedarme sin hacer nada y pues, mis padres no están muy felices con las cosas que hago. Ésta fue su mejor idea, y obligué a mis amigos a venir así que no estoy tan solo.

Algo me dijo que no debía preguntar cuáles eran sus clases de lugares para frecuentar.