Competition || Liam Payne

1. Bienvenidos Al Campamento

Vaya que odio el campamento...

Dijo mi conciencia mientras me dedicaba a mirar el paisaje de las afueras de Londres.

Si, bonito lugar, los lugares al aire libre no son mi problema. Mi problema es que odio estar en el campo. Moscas, rocas, tierra, animales, suciedad y pocas comodidades. Ni siquiera pudimos traer aparatos electrónicos. En pocas palabras, es un verano sin Mc'Donalds. ¡Perderé el juguete de la cajita feliz de este verano!

—Lea, cariño, se que no estás disfrutando de la vista así que quiero la ventana en el viaje de regreso. —Dice Julia a mi lado.

Julia Welch. Mi mejor amiga de hace unos años. No soy esa clase de amiga que celebre los aniversarios de amistad, porque eso es bastante estúpido, y porque no tengo muchos amigos. El tiempo colabora, pero una amistad se basa en los actos. No serviría de nada tener a un amigo 300 años a tu lado si no hace más que estorbo. Ella ha hecho más por mi en unos años que cualquier otra persona. Eso es una amiga de verdad.

Julia es un alto encanto de cabello moreno corto, ojos verdes y mejillas apretables. Ella es muy diferente a mi y por eso la amo. Piensa de la forma en que yo no lo hago y ve las cosas que yo no veo.

—Debiste sentarte en la ventana de atrás cuando estaba vacía.

—¿Qué clase de amiga eres que prefieres que esté en el asiento de atrás, que a tu lado? —Dice con falsa sorpresa. Yo sólo río.

—La clase de amiga que no te dará la ventana. —Le saco la lengua en señal de burla y Julia me da una mirada de perrito. —Oh no, eso dejo de servir desde hace tiempo.

—Esta bien. —Dice haciendo una rabieta mientras se atiborra la boca con papas. Me río otra vez y vuelvo a mirar hacia la ventana, desconectandome. —¿Lee?

—¿Sip? —Dije todavía mirando por la ventana. Ahora habían miles de árboles frondosos. Los árboles son lindos.

—Sabes que dirigirás uno de los equipos ¿verdad?

—Si, desafortunadamente.

—¿Por qué no quieres?

—Si quieres puedes hacerlo tú. —Le sugiero porque se que lo rechazara. Tiene un increíble afán por pasar desapercibida. Es muy tímida. Por eso me cae bien, tenemos eso en común.

—Claro que no. Responde mi pregunta.

—No soy buena dirigiendo a la gente.

—¡Eso es mentira! Serás una buena capitana.

—No lo soy. Sólo estás basando tus expectativas en el resultado del test que hicimos en Internet sobre "Que papel tendrías en un apocalipsis zombie". Yo nunca dirigiría a nadie en un apocalipsis zombie. Me convertiría en un zombie en media hora a lo mucho.