Viajando.

Capítulo 4: Vamos a conocernos más.

- Dime otra vez el nombre de la chica. -le pedí a John. Toby se había ido hacia un rato a no sé donde, no quiso decirnos, estaba muy misterioso. Ya eran las siete de la tarde, entonces decidimos volver a nuestra habitación. El apartamento era bastante grande, puras escaleras, no era recomendable tomar el ascensor.

- Faith Gallagher. -repitió.- Vive enfrente de nosotros, a veces Toby y tú van a tocarle la puerta a las tres de la madrugada para molestarla. Te destesta y tú a ella, le pides que te haga las tareas aunque eres inteligente, pero un completo inútil.

- ¿Por qué soy un inútil? -pregunte algo ofendido aunque era verdad.

- Ella dice que eres un inútil y si lo dice es cierto; nunca cuestiones a una chica.

Llegamos a la puerta que pertenecia a nuestro cuarto, cuando John la abrió me quede asombrado, era bastante grande, no digo que tuviera una piscina y una cocina súper lujosa, sino que las habitaciones estaban separadas, había un televisor y tres sofás. Hasta teníamos un hurón.

- ¡Rodrigo! -gritó mi amigo agarrando al pequeño.

- Lindo nombre. -reí suavemente.

- Amo como suena Rodrigo en mi boca. -bromeó.- Es extraño que digas eso, ya que tú le pusiste el nombre. Sinceramente ya nada me sorprende hoy, así que pregunta lo que quieras.

- ¿Y si voy a visitar a Faith? -creo que él nunca había estado más sorprendido en su vida, ya que dejo al hurón en el suelo y me miro con los ojos bien abiertos.

- ¿Quieres morir? Ella te odia, Ray, cada vez que se ven es como ver a Edward y Jacob.

- ¿Qué? -fruncí el ceño sin entender la referencia.

- No importa. -bufó.- Si quieres morir entonces ve, yo me quedó aquí con Rodrigo.

No lo pensé dos veces y salí de allí, mi compañero se quedo con nuestra mascota en el sofá así que no me tenía que preocupar por nada. Me quede apoyado en la puerta de Faith pensando en si debería golpear o no. Golpe mi cabeza suavemente y la puerta se abrió de golpe, por lo que yo caí al suelo, al levantar la mirada vi a la chica con la misma ropa de hoy, ella me miraba con cara de despreció, me levante rápido pero nervioso y la mire sin saber que decir.

- ¿Qué quieres? -preguntó.

- ¿Ibas a algún lado?

- ¿Ahora también me controlas? -se mordió el labio enojada.

- Sólo pregunto, me gusta saber de las personas. -cerre la puerta detrás de mí, esto me ayudaría en levantar mi autoestima adolescente.

- ¿Por qué no buscas un mapa y sacas pasaje para irte a la mierda? -sonrió.- Fuera.

- Quiero hablar. -cambie de tema con rapidez.- ¿Vives sola aquí? -me separe de la puerta y fui hasta el sofá marrón que estaba allí. Era muy diferente todo, las paredes eran de ladrillos, a diferencia de una que era completamente blanca, la televisión estaba pegada a la pared y habían varios libros a su lado. La cocina estaba pegada a la sala y la cama estaba a unos cuatro metros del sofá que mencione hace un rato, supongo que el baño es muy pequeño.

- ¿Ves que tenga alguna amiga? -parecía obvia.

- Tal vez...

- Si tengo una no te importa tampoco, ¿no tienes nada mejor para hacer? Como ir a cuidar a Rodrigo o a Toby. -se acercó a mí con los brazos cruzados.

- Rodrigo está con John y Toby supongo que puede cuidarse solo.

- Se nota que conoces a tus amigos. -rió burlona sentándose alejada de mí.

- ¿Y tú sí?

- Te observo, a ti y a ellos.

- Entonces me vigilas... -susurre acercándome.

- Hay que estar muy ciego para no verlos hacer sus payasadas. -contestó sin mirarme.

- Aun así me observas. -sonreí.

- Quisieras... Oh no, cierto que tienes a la que se puso grasa en el culo para tenerlo más grande.

- Ya sé de quien hablas, no sabia que fueras celosa. -alcé la ceja.

- Me estás empezando a molestar demasiado. -se paró y supe que tal vez debía irme.

- Tengo que irme. -me pare también, abrí la puerta y antes de cerrarla dije algo.- Te veo a las tres de la mañana. -ella se encargó de cerrarla en mis narices. Sonreí para mí mismo y volví a mí habitación.