La Hermana De Evie.

Enemigos.

La clase egocentrismo 101 habia terminado, y regresaba la calma del peliblanco-negro, fue el primero en salir del destruido salon, junto con su extraña caja negra.

-Que trae ahi?-pregunto Katherin a su hermana.

-Un invento-se limito a decir como si no supiera, aunque, claramente si sabia-Que clase te toca?-cambio de tema.

-No estoy segura-le respondio fijando su vista en el pedazo de papel donde decia el horario.

Continuaron caminando por los pasillos de la escuela, si es que a un edificio ubicado en medio de un cementerio se le puede llamar escuela.

-Vaya, vaya, miren esto, Evie ahora tiene un pequeño clon-las hermanas observaron a un chica delgada, bajita y de melena morada frente a ellas.

-Hola Mal-le saludo su amiga.

-Ella es Mal?-Evie asintio-Es la chica que te encerro en un armario?-Mal reprimio una carcajada, o lo intento, porque todos los presente se dieron cuenta.

-Si, es ella-Mal se ruborizo.

No es que ahora ella fuera del todo buena, es solo que le avergonzaba recordar como habia tratado en el pasado a la chica que ahora era su mejor amiga por un simple capricho.
Pues, fuera buena o mala, Mal no consideraba que, encerrar a tu mejor amiga en un armario gigante lleno de trampas de acero para osos y otros bestiales animales, un bosque de abrigos de piel y un cuarto oscuro fuera algo muy lindo. En efecto, aun seguia arrepintiendose de eso, pues, sabia lo horrible que era el armario de Cruella De Vill y aun asi no le importo, pero los cosas habian cambiado, y a Evie ya no le molestaba en lo absoluto.

-A que clase van?-pregunto desviando la mirada y cambiando de tema.

-Ciencias espeluznantes-contesto Kate-Debo irme, bye-se despidio con un movimiento de mano y corrio por los frios y lugubres pasillos de el palacio del dragon.

-Que recuerdos, he?-le dio un leve codazo, provocando que Mal se sonrojara de nuevo.

-Si, ahora vamos-la jalo del brazo como si no le importara nada.

Carlos solto un prolongado suspiro cuando llego al mohoso laboratorio, observo el lugar buscando con la mirada a Reza, su enemigo y contrincante, al no encontrarlo una sonrisa se formo en sus labios, camino apresuradamente hasta su lugar frente al escritorio y pizarra, bueno, tecnicamente no era su lugar, pero a el chico le gustaba decir que era su lugar.
Comenzo a presionar botones, conectar cables y bajar y subir interruptores de colores rojo y negro, cada que hacia un cambio su maquina, rapidamente lo anotaba en su libreta "cientifica", o asi era como le gustaba llamarla.

Al poco tiempo llego Reza, tambien busco a Carlos, y al encontrarlo ubicado en el lugar que mas queria, se sento a un lado de su enemigo, con la esperanza de que este fuera mas debil y se quitara, lo que no sabia es que Carlos tenia el mismo plan.

Katherin llego al salon acomodando su bellisima y ondulada cabellera azul, las miradas de toda la clase se posaron en ella, igual que en la clase anterior, sonrio satisfecha por llamar tanto la atencion. Notó que un chico sentado al lado de Carlos la observaba atonito y con aire soñador, lo guiño un ojo y sonrio con algo de pretencion, su madre le habia dicho esa mañana que toda chica hermosa debia enamorar a un nerd para conseguir lo que quisiera en terminos academicos, asi que Katherin tenia a su presa.

-Hola-saludo a ambos chicos.

-Ugh?-Carlos levanto la vista de su maquina, notando la presencia de Kate, y Reza-Oh, hola Katy.

Por la mente de Reza pasaban un millon de insultos al peliblanco/negro por el simple hecho de saber el nombre de la bella chica.

-Ho-hola-le sonrio nervioso-Mi, mi nombre es Re-Reza.

-Un gusto-le extendio su mano-Mi nombre es Katherin, hija de la Reina Malvada-al escuchar eso, beso su mano en señal de honor-Donde me sentare?-hizo una mueca finjiendo preocupacion.

-Si-si quieres sientate aqui-se bajo del banco y le sedio el lugar-Yo me sentare por alla-señalo el unico lugar libre, que estaba hasta el final.

-Owww gracias-le acarizio la mejilla-Eres tan dulce-para luego besarla tiernamente y sentarse en la silla alta.

Carlos, quien observaba todo en silencio, intento reprimir una carcajada al ver que Reza se habia puesto rojo como su chaqueta, lo siguio con la mirada hasta que se sento en el rincon, fue ahi cuando se cayo en la cuenta de lo que habia hecho...¡Le dio su lugar al lado de Carlos! AL LADO DE SU ENEMIGO! Le lanzo una mirada cargada de odio y Carlos De Vill dejo de reprimir su risa.