Carlos se preguntaba cómo es que su madre había manchado tanto aquel auto rojo que tenía desde antes del nacimiento de su único hijo.
Desde que llegó de la escuela comenzó a limpiar y despegar el lodo y la basura que tenía por el viaje que había hecho Cruella.-Tallar. Enjuagar. Tallar. Enjuagar. Tallar. Enjuagar.-repetía mientras realizaba la acción dicha.-Y ahora, un merecido descanso.-dejó la esponja en la cubeta llena de agua sucia.
Se sentó en el suelo, recargado en una parte del auto que no se encontraba tan mojada. Se secó el sudor de la frente con la manga de la chamarra roja con negro, mientras observaba la isla en la que vivía desde que nació. Se preguntó cómo sería estar en Auradon en lugar de esa horrible isla.
Tal vez mamá sería más dulce, o yo podría tener una mejor educación, o comería un delicioso desayuno en lugar de un pan mohoso y un café amargo hechado a perder.-pensaba el chico sin recordar el auto a sus espaldas.
Carlos continuo analizando las diferencias entre La Isla De Los Perdidos y Los Estados Unidos De Auradon, así que, cuando Katherin y su madre pasaron cerca de su residencia no las notó.
-Carlos! Carlos! Hola.-hizo sonar sus zapatos altos contra el piso de cemento cuando corría hacia el susodicho.
-K-Kate, hola, no te había visto, disculpa.-se levantó rápidamente para saludar a la chica. Estando a unos centímetros de distancia se detuvo en seco, pues notó lo sucia que se encontraba su ropa.-Yo...mejor así.-agito la mano al aire, Katherin hizo lo mismo con una sonrisa en su rostro.
-Te puedo ayudar?
-Ugh?-la peli azul hizo una seña refiriéndose a que quería ayudarlo con su labor de limpiar el vehículo.-Oh eso...claro, solo que, te podrías ensuciar...
-Crees que eso me importa?-sonrío traviesa al tiempo que corría hacia el auto.
Carlos notó que Katherin era nueva en los labores domésticos (a diferencia de su hermana mayor) pues, al sujetar la esponja solo lo hizo con dos de sus dedos, haciendo que el estropajo cayera al suelo salpicándola de agua sucia.
Por más divertido que le pareció al peli blanco/negro ver a la pobre chica molestarse por su vestido, decidió ir a ayudarla con el auto.-Lo vez?-le explicaba pacientemente.-Repite conmigo...
-Tallar. Enjuagar. Tallar. Enjuagar.-repetían juntos.
Las siete de la tarde llegaron cuando los dos jóvenes villanos acabaron de limpiar el gran auto rojo. Estaban agotados, el carro de Cruella había estado muy sucio.
-Gracias por ayudarme.
-No es nada, fue todo un placer.-sonrío cansada.-Pero, ya debo irme, mamá a de estar preocupada.
-Lo entiendo. Nos vemos mañana?-Kate asintió, se levantó un poco sobre las puntas de sus pies para alcanzar la mejilla del chico y poder besarla levemente en forma de despedida.
Cuando Katherin se volteó dispuesta a irse, Carlos toco levemente su mejilla, la cual cada vez se sentía más calida y tomaba color con cada segundo.
Guardo los instrumentos de limpieza que había compartido con Katherin y entro a su habitación sin llamar la atención de su deschavetada madre.Se dio una ducha rápida y puso ropa limpia. Luego comenzó a realizar algunas modificaciones a su máquina, o bueno lo intento, pues el recuerdo de esta tarde con la pequeña princesa lo invadía completamente. Una sensación de felicidad lo hacía sonreír inconscientemente.
-Porque sonríes?-su madre entro asustándolo.
-P-por nada.-contestó con rapidez.-Necesitas algo? Digo, no es que no te quiera aquí, es solo que...nunca vienes y...
-Shhh.-lo interrumpió.-Se a lo que te refieres. Solo, venía a preguntarte qué hacías haya afuera con esa princesita mimada.
-Y-yo?.-su madre asintió.-N-nada, solo me ayudaba a limpiar tu auto.
Cruella asintió y salió de la habitación cerrando la puerta estruendosamente provocando un pequeño salto de sorpresa por parte del joven.
Comenzaba a hartarle él no poder dormir por pensar en aquella chica, hermana de su mejor amiga. Era cansado no poder sacarse de la mente a la chica que hoy lo había ayudado.
Ni siquiera en sus sueños dejo de pensarla. Lo mismo le sucedía a Katherin. Tampoco le divertía que su mente la molestara con aquel chico listo.-En quien piensas?-preguntó Evie sacándola de sus pensamientos.
-En...nada.-mintió, pues claro que pensaba en algo, o mejor dicho, en alguien.
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La Hermana De Evie.
FanfictionEsta historia no sera como las que comunmente se leen sobre Descendants. La historia se narrara antes de que Carlos, Mal, Evie y Jay fueran llevados a Auradon. Precuela de "Una nueva descendiente". Publicada el 29 de septiembre del 2015. Terminada e...