Cajita de Recuerdos.

Capitulo 11

Nicolás: Bien, ya llegamos.

Yo: ¿Donde estamos?

Nicolás: Uhm, Narnia~?

Yo: Payaso! Ya en serio.

Nicolás: Aquí venia con mi madre de pequeño.

Observe el lugar, era como una especie de bosque encendido, habían varios arbustos, hasta quizás uno que otro árbol con frutos, el césped era suave y habían lindas flores. Lo que más me gustó era que había una pequeña montaña en bajada, y me imaginaba rodando por ella. Lose suena muy infantil, pero a todos les gusta rodar. Es muy cálido todo.

Yo: Oh.. Es muy cómodo.

En realidad si me parecía cómodo, como para querer escapar del mundo un rato; quizás todos hemos encontrado un lugar así, solo de nosotros o de nosotros y de esa persona de tu confianza. Y si, se podría igualar con Narnia.

Nicolás: Ven! Siéntate.

Yo: De acuerdo. Y... Venias aquí siempre?

Nicolás: Solo cuando celebrabamos un momento especial para mi mamá.

Yo: Uhm.. Cuéntame de ella.

Nicolás: Bah, te aburriras.

Yo: Noo, vamos cuéntame!

Nicolás: Uhm.. Pues ella era muy alegra, feliz, hermosa, le encantaba hacer postres. Era esa clásica madre que paraba en la cocina con su mandil, haciendo el mercado. Le encantaban las fiestas, y bailaba muy bien. Tenía muchos amigos, todos le tenían mucho cariño. Y pues veníamos aquí cada vez que ella sentía que era necesario celebrar un triunfo de ella, mio o de mi padre.
Como cuando saque mi primera buena calificación, o cuando mi padre consiguió trabajo o cuando ella ganó un bingo. Nos hacia bailar, gritar, rodar por esa montaña, hacíamos cualquier cosa. Y cuando se hacía de noche, nos quedábamos mirando las estrellas. Papá se sabía todas las constelaciones y a mi madre le fascinaba escucharlo una y otra vez.

Yo: Mm y donde esta ella ahora?
Nicolás: Muy lejos..

Yo: Pero... Esta bien? Aun hablan?

Nicolás: No.. Un día solo.. Pues solo se marchó, peleó mucho con mi papá, cogio una maleta y se fue. Me dio un beso en la mejilla y dijo que fuera un niño valiente.
Para un niño de 10 años, más que una despedida parecía un abandono sutil. Con el tiempo comprendí más las cosas, mi padre nunca me puso en su contra; pero también fui sacando mis conclusiones.

Yo: Y cual fue tu conclusión?

Nicolás: Que una madre jamás abandona a un hijo y lo hace, es porque realmente no lo amo.

Yo: Eso es muy duro.. Yo croquetas si te ama, solo que cometió, bueno hasta ahora comete un error muy grande, al no tener comunicación contigo. Porque eres un gran chico y pues ella se lo pierde.

Nicolás: Si, supongo. Pero en fin, ya te conté sobre mi, ahora tu cuéntame de ti.

Yo: No hay mucho que contar, vivo con mi madre. No veo a mi papá desde los 9 más o menos y nose nada de el, voy en la secundaria y quisiera ser doctora. Mi color favorito es el morado y me gustan mucho los animales y el mar.

Nicolás: Que paso con tu papá?

Yo: Algo similar como lo de tu mamá, pero de echo hace unos días apareció, así que ya lo vi. Pero el ahora tiene un compromiso y solo me busco para que conociera a mi media hermana, que acaba de nacer. Que por cierto es muy linda, pero en si, no tengo una buena relación con el, por todo el tiempo que a pasado.

Nicolás: Vaya.. Así que somos un par de abandonados.

Yo: Algo así.

Nicolás: Que te parece si juntamos nuestras fuerzas y nos unimos.

Yo: Jaja. O ves muchas caricaturas o lees muchos cómics.

Nicolás: Ambas. Ya pero en si, ya que tenemos historias algo parecidas, deberíamos tener una especie de club o algo así.

Yo: ¿De dos personas?

Nicolás: Si claro. Y este puede ser nuestra lugar especial, podremos venir cuando nos sentamos mal, cuando queríamos celebrar algo o solo cuando queríamos conversar.

Yo: Mmm.. Bueno, esta bien. Me gusta este lugar.

Nicolás: A mi igual, desde que mi madre se fue no e vuelto aquí en mucho tiempo. Pero hoy que te vi mal, me dieron ganas de venir y compartirlo contigo y bueno ahora contigo aquí, este lugar vuelve a tener sentido para mi y ser especial.

Yo: Gracias por compartir este lugar conmigo, se que es algo importante para ti.

Nicolás: Promete que serás transparente conmigo y nos confiarnos todo, pero poco a poco claro.

Yo: De acuerdo, lo prometo. Y tu igual.

Nicolás: Lo prometo. Es una promesa y no se romperá nunca.
Yo: Ni siquiera por lo débiles mortales.

Nicolás: Ahh, tu también lees cómics, te descubri.

Yo: Aveces, es que tengo varios primos varones.

Ese día fue una de las primeras promesas que me hizo. Una de muchas...