Capítulo 16

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Llevábamos una hora y media sino me equivocaba jugando, ya estaba todo comprado, algunas cosas hipotecadas y estábamos en la parte de negociaciones, que se podría decir la parte más emocionante.
Íbamos igual, ambos teníamos ferrocarriles y propiedades caras.

Nicolás: Te doy un ferrocarril, a cambio de la propiedad que me falta.

Yo: Que? Claro que no; no es nada justo. Si me das 2 ferrocarriles te doy una propiedad.

Nicolás: Vale, ten mis ferrocarriles.

El tiempo seguía transcurriendo y Nicolás me iba pagando; hizo un mal negocio al venderme los ferrocarriles, tuvo que hipotecar y incluso se hizo un "préstamo" al banco, aunque no se podía por las reglas, me dio mucha pena cuando no tenía como pagarme jaja.

Yo: Te rindes..?

Nicolás: Claro que no.

Yo: Oh vamos! Ya no te queda nada, si das unas tres vueltas más quedarás completamente arruinado. 

Nicolás: Ah.. De acuerdo, tu ganas.

Yo: Que!? No te escuche bien!? Que dijiste!?? Puedes repetirlo porfavor.

Nicolás: QUE TÚ GANASTE!

Me eche para atrás y comencé a reír. Nicolás puso cara de molesto, pero luego sonrió y comenzó hacerme cosquillas.

Yo: Hey basta! - Gritaba mientras reía.

Me quede exactamente encima de su pecho, a solo cuatro centímetros de él. Pude oler su perfume, sentir su respiración agitada y observar más de cerca sus ojos.

Nicolás: Estás bien? - Me preguntó sin moverse.

Yo: Si..

Mi cara comenzaba a ponerse muy roja y sentía como me quemaba, y por alguna estúpida razón esos cuatro centímetros cada vez se hacían más cortos..

Solo sentí mis mejillas junto a las de él y como también estaban igual de calientes. Sentí como me besaba lentamente sin mover ningún músculo, y yo no quería parar, no me sentía de esa manera hace mucho tiempo, sentí que botaba todo en ese  beso; mi irá, mi felicidad, mi amor, mi tristeza.

Me aleje unos poco centímetros y solo lo quede mirando.

Yo: Lo siento.. - Solo atiné a decir eso.

Nicolas: Lo sientes?  - Me respondió, mientras se incorporaba y se sentaba poco a poco.

Yo: Si.. Es que.. No lose, solo lo siento.

Nicolas: Estás demente? En ese caso yo también lo siento.

Y solo cogio mi rostro suavemente y me volvió a besar, pero esta vez fue diferente. Sentí alegría y emoción y muchísimo miedo. Aquello que me estaba ofreciendo en ese preciso instante, era lo más grande que alguien me había dado en mucho tiempo.. Me estaba dando un poco de su amor, ese amor que necesitaba si darme cuenta.

Nos separamos, mientras que el seguia acariciando mi rostro y yo comencé a llorar.

Nicolás: Porqué lloras bonita? 

Yo: Porque me acabas de besar y has compartido un poco de tu amor conmigo.

Nicolás: Un poco? Boba, si te estoy dando todo mi amor, todo es tuyo si lo quieres.

Me sentía como una tonta llorando por algo así y no quería mirarlo a la cara. Y creo que le transmiti eso a él. Porque se acercó más a mí y me abrazo con mucha fuerza.

Nicolás: Nunca más estarás sola, en las buenas y en las malas estaremos juntos, porque ahora somos un equipo y la buena noticia es que tu eres la jefa. - Me susurro al oído y me sonrió.

Yo: Yo soy la jefa? 

Nicolás: Por supuesto, con tus habilidades en monopolio podremos con todo. - Me lo dijo de forma vacilante.

Yo: Eres un tonto de verdad.

Solo lo mire y lo aparte muy muy fuerte. Como era posible que me haya apegado a una persona tan pronto, sin siquiera saber tanto de él, aunque sentía que lo conocía toda una vida.

Nicolás: Sabes que hace mucho no hago una promesa.

Yo: No lo sabía y a que se debe? 

Ya estaba un poco más calmada.

Nicolás: No le encontraba el sentido prometer algo. Pero ahora sé porque la gente se promete cosas, ya valoró su significado.

Yo: Y porque ahora?

Nicolás: Porqué acabó de encontrar a alguien por la que sí vale la pena hacer promesas.

Yo: Y supongo que soy yo..

Nicolás: Pero que chica tan lista jaja.

Yo: De verdad eres demasiado tonto.

Nicolás: Te prometo nunca dejarte sola, nunca hacer algo que no quieras. Siempre estar contigo en las buenas y malas, darte abrazos cuando me necesites y quererte en esta vida. Porque eres una chica tan linda que jamás podría lastimarte. De verdad te lo prometo.

Yo: Y yo te prometo siempre estar a tu lado, siempre apoyarte en todo o almenos lo que es correcto. Nuca criticarte, ni dejarte solo. Y jamás dejar de quererte a pesar de todo.

Eran las dos promesas más grandes y puras que habíamos echo. Porque a pesar de que había conocido mucha malicia en el mundo quizás al igual que él.
Ambos sabíamos que tanto él como yo, teníamos el corazón en la mano en ese momento.

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⏰ Última actualización: Oct 03, 2016 ⏰

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