Amigos con derechos - Segunda Temporada

Decimoctavo Capitulo

-Ahora que se tu nombre, tendría que recordar todo ¿No? - Abril se acercaba a mi con una gran sonrisa.

-Ya te lo dije, eso depende de tu mente. No quiero ser grosero ni nada pero ¿Puedo hablar con Abril? Después hablaremos de esto. 

-¿Por qué no ahora? Me gustaría saber ¿cuál era la necesidad de no decirme tu nombre? - A mi amiga se le borró la sonrisa en el momento que me escuchó hablar de manera áspera. Tom bufó del otro lado del teléfono.

-En serio, bombón. No es el momento para hablar de eso. Cuando estemos juntos, lo hablamos y respondo a todas las preguntas que me quieras hacer. Siempre lo he hecho y lo voy a volver a hacer. ¿Queres? - Hice una mueca con el labio – ¿Me podrías pasar con Abril? Tengo que hablar con ella para que te traiga al hotel de nuevo – Estiré el brazo y le alcancé el celular.

-Es Tom – Tragó notoriamente y lo agarró.

-¿Qué pasa? - preguntó en cuanto apoyo el aparato en su oído. 

Mi mente estaba tan ocupada en procesar el nombre del chico que la conversación que estaba teniendo mi amiga con el, no la escuche. No se si me molestaba el hecho de haberme enterado de esa manera o si realmente estaba feliz porque esto podría significar muchas cosas, puede que se me abrieran puertas a nuevos recuerdos como que no. 

-Debemos irnos, Yer. Te están esperando – Sacudí un poco mi cabeza para poder volver a la normalidad e hice una media sonrisa. 

-¿Tan temprano? - Abrió su bolso y guardó el aparato mientras caminábamos hacia la salida.

-Quieren hablarte de algo importante y además quiere que vayan temprano así ven las bandas que componen el festival también – Apoyó una mano en mi hombro e hizo que frenara mi andar – Voy a estar presente en la charla para que no te pongas mal.

-Está bien, Abi. No es necesario, voy a estar bien.

-¿Segura? - Asentí y seguimos caminando. 

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Salí del ascensor del hotel directo a mi habitación. Iba a colocar la tarjeta en el lector pero unos murmullos provenían de adentro. Con cuidado y sin hacer ruido, apoyé mi oreja sobre la puerta – ¿Pensas que no me cuesta? En cualquier momento me agarra un infarto.

-Vamos, Tom – sonó la voz de Max – Tenes que aguantar un poco más- Hasta que le hagan un par de estudios, la resonancía y toda esa maldita mierda. 

-¿cuanto tiempo puede llegar a durar eso? ¿Te das cuenta que puede que tarde mas de un año en recordar todo?

-¿Pero quien evita que puedan estar juntos ahora? Capas que entre todos logramos que guste de vos y se enamoren de nuevo.

-¿A sí? - Preguntó ironico - ¿Y Alexey? Es el novio, no puedo interponerme en su relación.

-Se va en dias a París – Arrugué un poco la frente. Abrí la puerta de un solo movimiento y me encontré con sus rostros sorpresivos al verme.

-¿Interrumpo algo? - intenté ser ajena al asunto. 

-No para nada – Max se levantó de la cama – Estabamos hablando de lo que podían hacer hoy – Tom asintió.

-Yer, si necesitas preguntar cosas y despejar dudas, creo que ahora es el mejor momento – el amigo de uno de mis mejores amigos me ofreció su mano para invitarme a estar cerca de ellos. La tomé con sutileza y me llevó hasta la cama de Ale para sentarnos sobre el colchón. Froté mis manos sobre mis muslos, sintiéndome algo incomoda ante la charla extraña que podíamos tener a continuación.

-Queremos que te saques algunas cosas que aún no te cierran – Max se acuclillo frente a mi y me tomó de las dos manos – Puede que haya cosas que no contestemos porque queremos que lo descubras por vos misma – Asentí.