Amigos con derechos - Segunda Temporada

Primer Capitulo

Un año despues.

-¡Mamá! - grité mientras bajaba corriendo los escalones de la escalera.

-¿Qué pasa? - me preguntó mientras se dedicaba a revisar un par de sobres que estaban desparramados encima de la mesa del comedor. Fruncí un poco el ceño al verla y rodeé la mesa para poder sentarme frente a ella. Tomé la silla de madera por el respaldo y la corrí hacia átras.

-¿Pensaste lo de Londres? - Cruce mis brazos, los deslice por encima de la mesa hasta apoyar mi mentón arriba de ellos. Mi mirada estaba llena de esperanza de que ella me respondiera un rotundo “Sí”. Me miró de reojo y largó una pequeña risita inaudible - ¿Qué es lo chistoso?

-Se nota que tenes ganas de ir – dijo algo pícara y sin sacar sus ojos de los sobres.

-Obvio. Tengo muchas ganas de ver a mis amigas – Hace mas de un año que no veía a las chicas y, para mí, era una necesidad verlas.

-¿Solo a tus amigas? - Me tiré para átras hasta apoyar la espalda contra el respaldo de la silla.

-Bueno – dije algo dubitativa y me encogí de hombros – A Nathan, a Annie y a Jess también – Dirigió una mirada rapida hacia mi persona y dejó los sobres a un costado.

-Me parece que alguien extraña a Tom – dijo de forma chistosa.

-¡Mamá! - largó una carcajada – Despues de lo que hizo, no tengo porque extrañarlo.

-¿Segura? - Realmente no sabía a lo que quería llegar. Extendió un poco su brazo y tomó mi mano con delicadeza – Hija, se que nunca hablamos y no tenemos este tipo de conversaciones, pero te conozco lo suficiente para no pensar que realmente extrañas a ese chico – Su mirada y sus labios, sabían lo que decían. No se si era tan obvio, pero por momentos necesitaba la compañía de Tom. El siempre había sido quien me acompañaba de un lado a otro sin importarle lo que tuviera que hacer y lo que pensaran los demás, se preocupaba mucho por mí. Cuando mamá y papá se iban, dejandome sola otra vez en casa, extrañaba su presencia y no podía evitar no pensar en él, en su sonrisa, en su forma de ser y en cada momento que pasamos juntos. Maldita sea la noche que salió y se emborracho para luego besar a Kelsey.

-El hizo algo que no debía – dije algo dura.

-Es cierto, pero cada vez que veía algo de ustedes, daba a entender que te hacia bien. Es más... - Soltó mi mano y volvió a lo que estaba haciendo – Uno se da cuenta cuando realmente dos personas se quieren, y el lo ha demostrado – Hice una mueca con mis labios – Tu padre ya armó tu bolso y mandó cosas para que tengas.

-¿Eh? - Volvío a reír.

-Te vas a vivir a Londres. - Deje que una gran sonrisa se dibujara en mi rostro y salte por encima de la mesa para poder abrazarla.

-Gracias, Gracias, Gracias – dije de forma repetitiva y dandole besos continuos en la mejilla.

-Ya hija, pero es con una condición – Paré mi acto y la solté para poder mirarla de forma fija.

-¿Qué? - me senté en donde estaba antes. Sacó un sobre de madera de su maletín y me lo alcanzó.

-Lee eso.

XXX

Tres dás despues. Aeropuerto de Londres en horas de la mañana.

-Estoy nerviosa – Le dije a Alexey, quien era mi acompañante en este viaje. El trabajaba con mamá de ves en cuando y pasaba mucho tiempo con nosotros.

-Tranquila, corazón – Me dijo algo sereno mientras tomaba su bolso y luego agarraba mi mano – Se que no debería hacer esto, pero ya sabes – Hice una media sonrisa y comenzamos a caminar por un pasillo largo hasta llegar a un hombre que tenía un cartel con nuestros nombres. Nos guió hasta un auto particular y subimos.

-¿Podemos pasar antes a un lugar? - Recordaba bien el camino a la casa de Nathan y quería pasar a darles una sorpresa.

-Si señortia Ivanov – El conductor me miró por el espejo - ¿A dondé quiere ir? - Giré mi cabeza y posé mis ojos en Alexey.

-Está bien – dijo con una sonrisa y comeprendiendo lo que queria hacer.

-A la casa de un amigo – Besé la mejilla del chico y me acomodé para poder mirar hacia afuera y así seguir hablando sobre el tema “trabajo”.

Londres sería mi hogar apartir de ahora en adelante y se sentía bien. Pasamos por en frente de la casa de Flor, por la de Lor y por ultimo nos quedaba la Abril

Fruncí completamente el ceño al ver que habías muchos autos afuera y entre esos estaba el de Florencia – Humm Kev...- El chofer me miró por el espejo y sonrío - ¿Podes parar en esta casa? - Le indique donde quedaba la casa de mi amiga.

-Si por supuesto – Aparcó el auto frente al hogar. Tomé un poco de aire y junte corage.

-Hay mucho autos – masculló Axeley.

-si, pero son todas chicas – Lo miré - ¿Queres bajar?

-No, no te preocupes – Rodeé los ojos y lo tomé de la muñeca.

-Vas a venir igual – Lo arrastré hacia afuera del auto y caminamos hasta la puerta. Toqué el timbre de la casa hasta que escuché un gritó de Abril “Bue, pero si todas van a poner excusas y no van a abrir”. Sentí como tomaban el picaporte de la puerta, haciendo que mi corazón comenzara a acelerarse, y abrieron la puerta de un movimiento.

-¿Qué se olvidar...? - preguntó pensando que podría llegar a ser otra persona. Su rostro sorpresivo me hizo largar una pequeña risa nerviosa.

-Hola Abi – dije feliz y esperé a que me saludara.