My Life

capitulo III

Disclaimer: los personajes de InuYasha no me pertenecen (por desgracia), sino a la maravillosa y favorita mangaka de todos, Rumiko Takahashi.

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La pasión.

-ahhh-

El calor.

-grr eres mía-

El deseo.

-Inuyasha!-

El amor.

-te amo!-

Se hundió en lo más profundo de ella, los vaivenes eran cada vez más fuertes, la coordinación de ambos cuerpos, la fricción de estos junto con el amor mutuo. Estaban a punto de llegar al clímax, y cuando sucedió se derramo dentro de esa cueva estrecha y sensacional, en la espera del fruto que podrían obtener después de un largo tiempo. Sus cuerpos aun pegados después de la cúpula, abrazados sin ninguna preocupación.

Inuyasha

Esa voz.

Inuyasha

Es hombre muerto.

Inuyasha

-Inuyasha, despierta estúpido pervertido-

-pero qué demonios!!!!-

-ya ya tranquilo, ahh si te hubiera despertado antes hubieras evitado eso-

-a que te refieres-

-a eso-

Fijo su vista a la cama. Oh Dios. Debería ser lo más vergonzoso. En ella está un líquido blanquecino que reconocería muy bien para ser de el mismo. Al parecer tuvo los famosos sueños húmedos, tal vez se le fue un poco la mano, pero que actriz tuvo en ese sueño. Se sentía tan real y a la vez tan lejano, pero bueno, tiempo al tiempo no.

-que haces en mi casa- dijo con tono tajante.

-así recibes a tu amigo después de tantas cosas que hemos pasado juntos- dijo en tono lastimero.

-que quieres Miroku-

-bueno ya que lo preguntas, necesito que me ayudes con algo-

-escúpelo Miroku-

-es una mujer-

-no otra vez, eres idiota Miroku, ya deja esas mañas de pervertido-ese idiota nunca aprende, siempre metido con mujeres.

-ja hablo el masturbador-dijo con tono burlesco.

-hayyyy ya cállate y lárgate de mi casa-agarrándolo del cuello de la camisa y arrastrándolo hacia la entrada.

-por favor Inuyasha, solo eso, y no le cuento tu secreto de masturbador a nadie-siendo botado afuera.

-Adiós-cerro la puerta en su cara.

Bueno, un buen baño lo calmaría y limpiaría un poco ¿cierto?

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-Sekai tienes todo listo-

-Si mami-

-bueno que esperamos-

-espera un momento ma-la detuvo.

-sucede algo-pregunto intrigada.

-quien era el hombre de ayer-tenía sus dudas, ese hombre se parecía mucho a él, y cuando le iba a preguntar algo a su madre en la noche, la vio besándose con él. No es que no le agradara, al contrario, sentía una conexión muy fuerte con ese hombre, una mayor que la de Hojo.

Bien; Había cosas que explicarle a su hijo, cosas que omitiría en la historia que le iba a contar.

-Sekai......veras hay cosas que aún no podrás entender porque eres muy pequeño si mi amor-suspiro-él era un amigo mío cuando estaba en secundaria y salimos un tiempo, pero hubieron problemas y tuvimos que separarnos, pero al parecer nos volvimos a encontrar-sonrió.

-por eso te besaste con él verdad-

Fría. Así se quedó cuando le dijo eso su hijo.

-viste lo de anoche cierto-dijo con tono de nerviosismo-mi amor, es solo que-

Ringgg.

-debo contestar si luego hablamos, y ya sube al auto para ir a la escuela-le mando.

-si mami-gruñendo.

Cada día se parecía más él.

-hola-

-preciosa como estas, prometiste llamarme, pero veo que se olvidó-

-si Hojo, lo siento se me paso por alto, discúlpame-

-bueno te perdono si aceptas cenar conmigo esta noche-

-Está bien-

-paso por ti a las 8-colgó.

Bueno, a esperar entonces.

-mami, se hace tarde-

-ya voy cielo-sale corriendo.

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Otro día aburrido de trabajo. Se hubiera quedado en casa, viendo televisión junto a una cerveza y papas a ver el partido, pero no como buen jefe va a poner el ejemplo a sus empleados. Menuda vida tiene.

-señor Taisho, el Señor Akitoki está aquí-anuncia su secretaria entrando a la oficina.

-hazlo pasar-

-Taisho como haz estado- le dice Hojo al estar sentado en frente de su escritorio.

-bien, pero no viniste aquí para charlar, verdad-

-vaya, sabes a lo que vine cierto-

-la verdad no pero me interesa mucho-

-quiero una fusión con su empresa-

Pero qué demonios!! Ese hombre está loco si piensa que se la va a fusionar. Ha! Solo en sus sueños.

-lo lamento señor Akitoki pero mi empresa no se va fusionar con la suya-

-piénselo bien señor Taisho, tenerme junto a su empresa sería la mejor opción que podría tener-tiene que convencerlo, solo así tendría dominado a ese enclenque.

Ese hombre debe estar loco.

-lo lamento pero no, esta conversación se termina-

-está bien, pero lograre convencerlo, adiós señor Taisho-

-adiós-menudo idiota, tener la desfachatez de venir y decirle eso. Tendría que tranquilizarse, solo una persona podría hacer eso. Tomo el papel con la dirección del trabajo, salió de su oficina diciéndole a su secretaria que posponga sus citas y salio al estacionamiento a coger su auto.

-Kagome-

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Estaba trabajando tranquilamente cuando la llaman.

-Kagome, un hombre guapísimo te busca allá afuera, dice que es urgente que te vea-le avisa su amiga Ayumi, quien la buscara a esa hora. Se dirige fuera de su oficina, casi se le caen las carpetas al verlo allí parado en su auto con esa pose sexy digna de una revista.

-Inuyasha que haces aquí, sabes que estoy trabajando cierto-se lo reprocha.

-hola a ti también-dice de forma sarcástica-lo lamento pero no pude evitarlo pequeña-

Pequeña

El apodo que el siempre usaba para llamarla antes, el que cada vez le reprochaba por llamarla así, el que la enamoro aún más de él.

-evitar que Inuyasha-

-el no poder verte-se acercó a ella y la beso apasionadamente.