My Life

Epílogo

El Anime/Manga InuYasha no me pertenece, sino a la gran Rumiko Takahashi.

Después de horas y horas esperando en esa sala tan fría y lúgubre una enfermera le indico que tuvo una niña y que después las trasladarían a una habitación. Una niña, Una bebita a la cual mimaría mucho, iba a ser la niña de sus ojos. El y Kagome decidieron durante el embarazo no saber el sexo del bebé ya que los dos querían que fuera sorpresa. Diez horas antes estaba tan nervioso que llamo a Sango y Miroku para que cuidaran a Sekai mientras él y su esposa iban a la clínica, cuando habían llegado tuvieron que esperar a que dilatara suficiente para el parto. Ahora estaba en la habitación junto a su esposa, sus hijos y sus amigos.

-kyaaa Kagome, tu bebe es preciosa, se nota que será igual a ti-dijo sango con alegría al ver a su amiga recostada con la bebe en brazos.

-no creo, más bien se parece a Inuyasha-dijo tímida Kagome.

Sango tenía razón. Su bebé tenía todos los rasgos de Kagome excepto los ojos, ya que eso era de él. Su cabellito que era como una pelusita presentía que iba a ser azabache, su nariz era tan respingona y chiquita, sus mejillas están rosaditas, la forma de sus ojitos, todo eso era de su hermosa esposa solo los ojitos de color dorado, que era herencia de todos los Taisho ya que cada Taisho que hubiera en la familia iba a poseer esos ojos.

-cuando podre jugar con ella-pregunto Sekai cogiendo la manita de su hermana.

-cuando este mas grandecita, ahora es muy pequeña y necesita cuidados, así que es tu deber cuidarla hasta cuando sea más grande si campeón- le hablo. Sabía que en un futuro, su pequeña hija iba a ser muy popular entre los chicos como lo fue Kagome, y por eso tendría que mantenerla vigilada día y noche.

-¿Como cuando sea más grande?-

-pues, cuando la veas con un chico, tú como buen hermano debes espantarlos para así no dejar que se la lleven-

-Inuyasha!!!-le reprocho Kagome-como se te ocurre decirle eso-

-pero es verdad, a mi bebé nadie se la llevara-le dijo, dándole un beso en la frente a su hija y uno en los labios a su esposa.

-bueno chicos, Sango y yo nos iremos, tenemos que hacer muuuuchas cosas-hablo Miroku mirando a la susodicha de manera lujuriosa.

-cómo puedes decir eso Miroku, eres un pervertido!!!-dándole una sonora bofetada.

Sip, tal vez no tuviera unos amigos normales, pero así los quería. Sabía bien que junto a su esposa e Hijos saldría adelante, y que al fin los dos vivirían para verlos crecer y saber que en algún tiempo ellos se tendrán que ir. Pero aprovecharía el tiempo y les enseñarían todo lo que necesitan saber con mucho amor.

-¿en qué piensas?-le interrogo su esposa.

-en lo mucho que te amo-

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Gracias por haber seguido este fic, me alegra mucho que les haya gustado. Tengo aun dos más en el horno así que tal vez publique uno de ellos en esta semana. Este epilogo no lo subí el día viernes por motivos personales así que había decidido subirlo el domingo. Pero con lo ocurrido aquí en Ecuador tuve que posponerlo (sí, soy ecuatoriana). Eso es todo, nos veremos el viernes.

Nada más que decir.

S.R.T.