Capítulo 7

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Era consiente que era una tonta porque un día podría levantarse y decir: "A la mierda todo, hoy le hablaré". Pero ese no era el problema, el problema estaba en que si él la rechazaba o él se burlaba de ella. Le dolería mucho. Entonces no lo hacía, no le hablaba, lo miraba desde su punto de vista y era hermoso desde ese punto de vista y de todos los puntos de vistas del planeta. Sé podría conformar con eso pero poco a poco se iba cansado de su punto de vista, estar tan cerca de él y tan lejos también.

Así que ella se encontraba en el mismo lugar y él en el mismo lugar con sus amigos. Sam leía unos de aquellos libros que llevaba, hasta que levantó su vista para mirar a Daimon, y él hablaba con un chico. El chico castaño reaccionó a la mirada de Sam y se acercó al oído de Daimon, le dijo algo que ella obviamente no podría escuchar.

Pero sí se dio cuenta cuando Daimon volteó al verla con sus ojos color café y su labio todavía partido. Sam abrió sus ojos sorprendida y no esperó un minuto más en salir casi corriendo de aquél lugar.

Oh Dios mío que le bombeaba el corazón porque estaba muerta de vergüenza y quería desaparecer pero él la había notado y por eso ella sonrió feliz.


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