Capítulo 11

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❝Me dijeron: "piensa en algo que te haga feliz", me imaginé viéndote reír❞.

Es inevitable no sentirse de aquella manera para Sam, estaba todo bien ¿qué pasó? ¿Por qué ahora comienza a sentirse así? ¿Por qué de pronto todo se derrumba para ella? todo parece más difícil. Aunque desde el principio Sam sabía que era difícil, sabía que él jamás iba a estar a su lado pero lo difícil se volvió imposible. Extremadamente imposible. Ella se convirtió en un ser tan débil, no era así. Ni siquiera una maldita vez le había hablando, no sabía de dónde sacar ese valor. No existía ese valor, no existía ningún tipo de valor para Sam que se trate con Daimon. Quería no sentirse de la manera tan sola y triste de no tenerlo entre sus brazos, tener mucho miedo de no ser correspondida. Quizá si le decía un simple "Hola", se le reiría en la cara con sus amigos. Quién sabe. Y ella lo único que haría es llorar porque es lo único que puede hacer por él.

Lo único que podía hacer en estos momentos es despreciarse sola, llorar y sentirse estúpida e insuficiente para él.

A salir de clases se apoyó contra el tronco del árbol, agarró sus auriculares y lo conectó al celular para reproducir la bella música.

La música retumbaba en sus oídos cuando apareció Daimon vestido de negro y una capucha en su cabeza. Sam pensó por milésima vez que era hermoso y que todo de él era hermoso hasta sus manos, la cual era extraño que le parecieran hermosas sus manos pero era así, anhelaba el día en que agarrara esas manos y las entrelazara con las suyas pero sólo eran ilusiones.

Daimon rió una vez con sus amigos y fue lo mejor que le pudo haber pasado a Sam aquél día y todos los días de su maldita vida.


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