Exheberus: Un Mundo Sin Fín

Capítulo 4: Diferencias

Otro día mas en el barco que de Goriom, ya habían pasado tres días desde que partimos y ya me había acostumbrado a la rutina. Garian seguía siendo tan creído como siempre y Mira buscaba por todos lados la manera de que no usara mis poderes, decía que era peligroso que vieran mi fuego supuesta mente me podrían matar para que Valgaria no volviera a estar de pie.

Así que no practicaba mis transformaciones, ni siquiera lo intentaba aunque la noche anterior jugué un poco con mis manos, también exhale algo por la boca que era lo más cercano al yo mismo interior que tenía en esta forma. Me gustaba mucho sentir el calor en mi garganta, era como puro tequila rascándome de poco a poco hasta salir.

Estaba sentado en la escala del barco colgando de cabeza como lo hacía en la ventana de mi viejo departamento, hacia pequeñas bomba de humo con mi boca mientras Mira volaba en la zona –cuanto deseaba transformarme u volar como ella- Que impotencia sentía, todos decían que era un dragón pero ni siquiera podía tomar forma ¿Qué clase de rey se supone que seré si ni siquiera puedo ser lo que se supone que soy?

-Piensas demasiado, te vas a quedar sin cabeza- dijo Mira volando frente a mí -¿Qué se siente volar Mira?- le pregunte.

-Vuelo desde que tengo uso de razón y no me imagino sin mis alas, son lo más preciado que tengo cuando estoy en el aire me siento viva además de que mi magia es mucho más potente cuando despliego mis alas- respondió con una gran sonrisa.

-Cuando estaba en la tierra siempre soñaba que podía volar, ahora que se lo que soy tengo tantas ganas de hacer- Mira me miro algo entristecida y abrió la boca.

-No entiendo lo que sientes porque no lo he vivido, pero créeme esto solo es temporal todos vemos tu verdadera esencia. Sabemos quién eres Guideon-  

Suspire –espero que así sea- me levante y me puse de pie en la escala –Mira, ¿Cuánto falta?- Mira se rió y dijo –No creo que debas preocuparte mucho por eso, recuerda que el tiempo no pasa igual en ambos mundos. Lo que en tu mundo consideraban días aquí son hasta años- ¡Años cruzando este estúpido mar,océano u lo que sea!

-¡Años!-

-Más o menos, pero no te preocupes ni siquiera envejecemos así que no es nada, ya verás en menos de lo que piensas estaremos en Valaha- no puedo creerlo ¡eso es demasiado!

-¿¡Por qué no me lo habías dicho!?- seguí gritando

-Quizás porque nunca preguntaste tonto- se rió tan fuerte que Garian se quedó mirándonos como si estuviésemos locos –El tiempo pasa muy rápido ya verás- y se alejó volando y riéndose de mí–estúpida hada-.

-A la verdad que eres un dragón tonto ¿Qué haces con un hada?- dijo Garian acercándose a mí con una botella del líquido azul el cual se llamaba Boktur –la cerveza del mal-.

-La verdad ni yo mismo sé que estoy haciendo- cuando Mira dijo que el camino iba a ser duro nunca lo imagine también aburrido y leo.

-Sabes dragón, odio estos viajes pero de alguna manera se siente bien tener a alguien que no esté bajo mis órdenes lo  hace un poco más divertido- perfecto, ahora el enano creído se sinceraba.

 

-Ya me lo creo- dije y le ofrecí una sonrisa, el enano choco su botella con la mía y así nos quedamos sentados en la escala por horas hablando de cosas tan vanas, me contó sobre su viejo hogar y la chica con la que se iba a casar –todo un listín-, yo que no tenía nada que contarle sin embargo intente llevar su ritmo.

 

 

Pasaron tres meses desde que partimos, Mira insistió en que Garian debía enseñarme la forma de luchar de los enanos. Eran rudos y muy fuertes, pasaba todo el tiempo practicando con el tanto así que mis músculos se han vuelto más grandes, tengo una que otra cicatriz, mi piel más morena y mucho más dura que antes. Goriom me enseñó a usar la espada y Garian que aunque era un experto en espadas me mostró el arte de usar las hachas.