Capítulo 11: Calida bienvenida

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Las cosas en el reino del Sur eran en algún sentido muy diferentes, todo el mundo estaba en la calle ya sea bebiendo, bailando o simplemente parado contemplando la nada. Las personas vestían con colores muy vivos y todos, sin excepción llevaba el símbolo real.

Al igual que en el Norte, la cuidad se encontraba en una burbuja mágica gigantesca, no obstante el cristal de los edificios de esta tenían colores tan vivos como la ropa de sus habitantes.

El palacio era toda una obra de arte, sus cristales tenían una forma de diamante y brillaban con una tenue luz rosa desde abajo.

Las reinas -si, dos reinas- me pidieron ir a la audiencia totalmente solo, así que Mira y Gale decidieron quedarse afuera alegando que nada malo podría pasarles, como sea la guardia se quedaría con ellas.

-¡Cuanto hemos esperado por ti!- dijo Eludia una de las reinas, ambas se encontraban en una gigantesca pecera en su forma de sirena delante nuestro.

-es todo un bombón- decía Guevara, la otra reina, esta era todo lo contrario de Eludia que era rubia mientras está era morena.

-Dejando los alagos en otro lado, Guideon de Valgaria. Nos enorgullece saber que nuestra general ha sido capaz de traerlo hasta aquí, aunque me remueve la consciencia que no se encuentre aquí con nosotros- dijo la rubia.

-Sí, ella misma se ofreció a buscar a uno de nuestros compañero. Siento mucho los problemas- respondí algo apenado.

-No te preocupes, a nosotras no nos has causado el más mínimo estrago- sonrío un poco para mí y seguimos hablando, estaba dispuesta a que pasáramos unos días en el castillo hasta que pudiésemos volver a viajar.

También se ofrecieron a ayudar a Mira que aunque no quiere aceptarlo, esta muy lastimada por todo el polvo que perdió en el Norte.

Estaba parado mirando las coronas de cristal de las reinas cuando una de ellas, Eludia saltó de la pecera y calló completamente desnuda en su forma ordinaria delante de mí.

-Que carajos-

Tenía un cuerpo exuberante, tenía dos grandes pechos bien erguidos, todo su cuerpo estaba totalmente tonificado algo así como cuando vives en el gimnasio. Una obra de arte, Guevara se quedó mirándome como si pudiese leer mi mente y me sacó la lengua de una forma buen graciosa. No

Una sirvienta entro y le trajo una túnica roja, la cual se puso de inmediato. Dio unos pasos hacia mí y se quedó mirándome, sus ojos azules me penetraron totalmente y con una leve sonrisa dio un chasquido, en sus manos apareció un pergamino.

Esta se arrodilló ante mí ofreciéndome el pergamino.

-Este es un acuerdo entre nuestros reinos, en  cuál nuestros reinos vuelven a ser uno solo. Si algún día llegáis a necesitar nuestra ayuda para lo que sea estaremos ahí para ti Guideon de Valgaria- ya me acostumbrare al nombrecito este.

Tomé  el pergamino y le agradecí por el, reafirme que podía contar con nosotros. Aunque aún me preguntaba con quien, y más si en Valgaria no había absolutamente nadie.

-te equivocas- dijo Guevara detrás de mí.

-¿eh?- dije asustado.

-En Valgaria todavía hay personas- ¿Qué diablos? Cómo supo que pensaba en eso...

-Lo siento, ella es telepata. Suele hacer eso sin permiso- se disculpó Eludia.

-¿A qué te refieres con que en Valgaria todavía quedan personas?- le pregunté  a Guevara.

-No lo sé- me ofreció una gran sonrisa -No puedo ver muchas cosas en mis visiones, pero en una de ellas veía muchas personas en Valgaria-

-y como sabes que no son del pasado...-

Exheberus: Un Mundo Sin FínDonde viven las historias. Descúbrelo ahora