Capítulo 1

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[REEDITADO]

Nota: Voy agregar unos personajes que no son de la serie

- ...Y para mañana, quiero el informe de la fauna acuática, máximo 20 hojas. Que no se les olvide - volteó a ver a sus estudiantes - dicho esto, pueden salir....- terminó de hablar. Los chicos y chicas que estaban ahí, tomaron todas sus cosas y salieron, iban lentos y calmados, ya que el profesor de naturales era muy estricto con el orden y la disciplina.

- Vaya clase más aburrida, ¿no lo crees perro? - preguntó estirando los brazos al cielo, ya que estaban en el patio principal (que daba con la puerta de entrada del sitio).

- ¿Ah? - musitó mirándole por unos cuatro segundos, para volver a poner la vista en la pantalla de su consola - si, si, lo que tu digas - respondió sin el más mínimo interés en lo que el otro le estaba diciendo.

- Oye, préstame atención cuando te hablo. No seas mal educado perro - lo reprendió con fastidio, claro, hablar con alguien que no te presta atención y apenas te responde es aburrido.

- Mira quien lo dice - le puso pausa al juego (Game Pause) - tú cuando comes chocolate y te hablo, ni me volteas a ver - se defendió.

- Pero es diferente... - se justificó desnudando otra de sus barra de chocolate.

- ¿En que? - le interrogó con firmeza.

- En que yo soy el amo y tu el perro. ¿Quién te crees para interrogarme? ¿desconfías en mis palabras... ¡En las palabras de tu amo!? perro grosero... ¡debería darte una lección! - le dio un golpe en la cabeza a su compañero.

- ¡¡Auch!! - se quejó mientras se sobaba el lugar golpeado. Ciertamente, Mello pega muy fuerte, casi le quita la cabeza.

- Para que aprendas a obedecer a tu amo y a no cuestionar sus palabras...- dijo con cierta aura de superioridad, callando a el pelirrojo, dejándolo con la opción de cerrar la boca y seguir con su juego.

- ....- no dijo nada, sabia que no le convenía, o se llevaría otra paliza por parte de su "amo".

- Vaya, vaya.... después de todo: "Perro muerto no muerde" - se burló de ver a su amigo tan callado - pobre desafortunado - cuando de repente se escuchó un grujido viniendo del estomago del mayor.

- Jajajajaja - se rió avergonzado, nunca le a gustado demostrar hambre a otras personas.

- ¿Pero que te pasa? ¿tienes hambre? - cuestionó irónico.

- Bueno...- murmuró avergonzado otra vez.

- Ahora que lo dices, yo también tengo hambre - tomó la muñeca de Matt, mirando forzadamente su reloj - diez y media - susurró lo suficientemente alto como para que el otro lo escuchara - ¿por que es tan temprano aún?.

- Porque el profesor de idiomas se enfermo, ¿lo recuerdas? - le recordó.

- Maldita sea, ¡Me persigue la desgracia! - se maldijo a sí mismo.

- Aaah - suspiró cansado - nos toca esperar a que sean las doce - se lamentó mientras bajaba la cabeza.

- Tu solo harás eso - se paró y empezó a caminar hacia la puerta de entrada del orfanato.

- ¿A-a donde va? - rápidamente cerró su consola, se levantó y corrió tras Mello.

- A escabullirme en la cocina, genio, no me voy a aguantar hasta las doce - respondió irritado.

- ¡¡P-pero si tu tienes tus chocolates!! - le dijo en un esfuerzo en vano de tratar de detenerlo.

- No me basta - se paró en seco, mostrándole su chocolate que iba por la mitad - ¿tu crees que esto me va a llenar como una comida real, idiota? - siguió caminando seguido por Matt.

Una casa de Guerra sin fin (Death Note) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora