Capitulo 14

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- Quiero informaros que los jóvenes sucesores de transmisión mayor tendrán una charla mañana a la primera hora en el salón de computación. Gracias - se apagaron las cornetas.

- ¿Una charla? - repitió una desconcertada Wendy.

- ¿De que sera la charla? - pregunto un inquietante Mello a la auxiliar.

- Yo que se, estoy igual que ustedes - confeso apenada Mariana.

- ¿Ustedes no sabían? - volvió a cuestionar Matt, que no estaba convencido de la respuesta de la mayor.

- Te lo juro - aseguro.

- Probablemente sea para decirnos que L esta aquí - dedujo O, llegando a la mesa de los chicos junto con Linda y Lucí.

- Pero O, se supone que nadie excepto los maestros saben eso... - recordó Linda apenada.

- Jmp... - dijo ofendida la líder del grupo femenino.

- Debe ser que nos quieren informar de algo muy importante - dijo esta vez Lucí.

- ¿Hubo algún movimiento que nosotros no estemos enterados? - volvió a preguntar Mello a Mariana.

- De lo que yo sepa, no...

- Bah, ¿es que nunca sabes nada?. Claro, debe ser que como eres una asesina de gente no te cuentan - recrimino ya cabreado.

- ¡Solo fue una vez, ya no se podía hacer nada! - y otra vez estaba ahí, esas ganas de llorar y ese nudo en la garganta que trataba de salir a como de lugar. Una lagrima se escurrió por la mejilla de la joven enfermera.

- Enfermera... - murmuro Linda al ver este comportamiento tan extraño.

- ¿Que?... ¿ahora vas a llorar?. Pensé que eras más madura, pero al parecer me equivoque contigo idiota. Solo eres una llorona que no acepta su responsabilidad - las lagrimas siguieron saliendo de los ojos de la mayor - me das pena... - y justo ahí...

 ¡PAMMM!. La mejilla de Mello estaba roja y este tenia la cabeza volteada, Mariana se paro muy enojada y dispuesta a no dejarse pisotear una vez más. Todos estaban callados, el carácter de Mariana puso el ambiente tenso, todos la miraban con miedo y seriedad.

- No soy cualquier cosa, joven. Soy mayor que tu, joven. No me dejare faltar el respeto, joven. Y menos de un inmaduro rubio. ¿Y sabes que?, dos pueden jugar este juego... así que te recomiendo que tengas mucho cuidado Mihael Keehl, porque ahora YO seré tu competencia... - y se fue, limpiándose las lagrimas.

- Mello, tu... ¿estas...? - Matt fue callado por un golpe en la rodilla, proporcionado por Mello.

- ... - sin decir nada, se paro y se fue de ese lugar. Dejando a todos fue de si... ¿que había pasado exactamente?.

Con Mello:

 Caminaba a paso pesado, ¿como se atrevió a hacerle pasar esa vergüenza?. La odiaba... la odiaba mucho. Pero era cierto, ese juego se juega de a dos. Ya no la trataría con cuidado y "amabilidad", no..., ahora se comportaría como si ella fuera Near, le aria la vida imposible. Para que vea quien manda en ese lugar....

- Vas a ver... quien es realmente... Mihael Keehl... - una sonrisa sádica se dibujo en sus labios, ¿que le aria primero?, ¿le pondría serpientes en la cama o le pondría una araña en la cabeza?... o mejor aun... las dos cosas...

 Llego a la puerta de entrada de Wammy's House, la abrió y se sentó en pasto, miro al cielo. Estaba estrellado, saco una de sus compañeras achocolatadas y la comió sin ninguna prisa.

 No muy lejos de ese lugar, estaba L observando atentamente cada movimiento de el rubio, ¿en que estaría pensando?, fácil, esta pensando en matar a todos. Por otro lado de su cerebro pensaba en si tendría que traerse a Misa, después de todo, una actitud tan alegre y clamorosa como la de ella le caería muy bien a algunos, sin embargo había algo malo, si se la traía a ella tendría que traerse a Light, osea, traerse a Kira.

 Mello comía su golosina con los ojos cerrados, descansando la vista. Primero habían atrapado a Ria, y segundo esto... ¿que el mundo tenia algo contra de él?.

- Mierda - dijo golpeando el pasto con mucha intensidad. L quería salir y hablarle, pero sabia que no debía hacerlo - ¿que mierda le he hecho yo a este maldito mundo?. ¡¿Por que esta el mundo en contra mía?! - dijo en voz alta. L no pudo más, tenia que hacer entrar en razón a su sucesor, o terminaría quemando y dañando todo como lo hizo BB.

- El mundo no tiene nada contra de ti, eres tu quien tiene algo contra del mundo - hablo asomándose, Mello volteo y al verlo dejo caer su chocolate, parpadeo varias veces...

- ¿T-tu q-quien e-e-eres? - tartamudeo hipnotizado por el tez blanco de aquella persona, su ropa y cabello era igual al de...

- Mucho gusto Mello, por fin nos vemos en persona - se acerco sentándose a su lado - yo soy L... - lo miro a los ojos, pretendiendo que Mello leyera su interior, para ahorrarse toda la explicación.

- L... - susurro, sin creérselo - no puedes ser L - o eso era lo que él quería pensar, aunque sabia que probablemente si lo era.

- ¿Ah, si? ¿por que no? - lo puso aprueba, le parecía divertido la forma en que reacciono su sucesor.

- Porque L esta en Japón imbécil, seguro eres un impostor haciéndose pasar por L - culmino, tratando se auto-calmarse.

- Creo que tienes razón - dijo, mientras se metía el pulgar a la boca.

- ¿Ah? - pronuncio Mello, sin entender que estaba pasando.

- Seguramente soy un impostor - lo volvió a mirar - y esto me hace preguntarme... ¿quien soy?. Desde que era joven siempre me habían dicho que yo era L y he resuelto casos con ese alias, pero ahora estoy en Inglaterra y tal vez sea todo mentira... es mejor que me vaya - se intento parar, pero Mello lo sentó nuevamente.

- ¡No te vayas! - le rogó - quédate conmigo, y explícame lo que dijiste al principio - L accedió.

- Dices que el mundo tiene algo contra ti, pero la verdad es que tu tienes algo contra el mundo. O tal vez es que tuviste solo un mal día, todos tenemos alguna vez en la vida un mal día, pero no nos matamos la cabeza pensando en ello, si no, es que pensamos que vamos ha hacer el día de mañana - empezó su explicación, cautivando la atención de Mello al 100% - pongamos de ejemplo a un caso, puedes acusar a alguien de ser el culpable, pero no era esa persona. Dime, ¿te matarías la cabeza pensando en ese error?.

- Claro que no, da igual - contesto de forma sumisa.

- Exacto, es lo mismo en este caso. Cometiste un error insultando a la auxiliar, pero no tienes que insultarte a ti mismo, ese es tu carácter. Al contrario, tendrías que pensar en algo para remediarlo ¿no?.

- Al parecer - Mello bajo la cabeza - eran ciertos los rumores...

- ¿Rumores? - pronuncio el detective confundido.

- Si, el gran L estaba en Inglaterra, viviendo en Wammy's House - no se atrevía a mirarle a la casa - l-lo siento mucho.

- ¿De que te lamentas?.

- Es que te insulte, y... y... - L lo callo.

- Mello, soy una persona, no un dios. Si me pagaran por cuantas veces me dicen idiota o imbécil, tendría para hacer otra Wammy's House - saco una bolsita que contenía chocolates en forma de corazón - Mello, prométeme que negaras haberme visto, ¿de acuerdo?.

- D-de a-acuerdo - quería llorar de la alegría, estaba seguro que había sido el primero en verlo.

- Bien, toma - le coloco la bolsa en la mano - tu premio - sin decir nada más, se paró y se empezó a alejar de Mello.

- ¡L! - este se volteo a verlo.

- Shhh... - y desapareció de la vista de Mello, dejándolo fuera de si.

- ... ¿que... acaba de... pasar? - una sonrisa se dibujo en sus labios, llenándolo de fuerza y valentía para combatir el enojo y la vergüenza.


(.....-.....)

- ¿Como va, como esta?

 Hola gente, ¿que onda?. Volví a actualizar antes de que pasara un mes.... ¡SE CAE EL MUNDO!... Pero, ya enserio, ¿les gusta?, pues espero que si. Sin más que decir... Good Bye.

Una casa de Guerra sin fin (Death Note) [Pausada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora