Una casa de Guerra sin fin (Death Note) [Pausada]

Capitulo 13

- ¡Hola L! - decía la rubia feliz.

- Misa-san, tanto tiempo - decía tratando de demostrar afecto, pero como siempre, no se le daba.

- L, quiero verte... - aviso con cara de perro deprimido - no me gusta tener que llamarte por videochat - hizo puchero, enserio, lo del teatro se le hacia fácil.

- Lo siento, pero no puedo hacer nada al respecto - dijo como si nada, si sus sospechas eran ciertas, solo hacia eso por que Kira se lo había dicho.

- ¡Pero L...! - este la interrumpió a medio grito.

- Preferiría que me llamaras... como acordamos - comento en forma de suplica, mientras se metía a la boca un turrón de azúcar.

- Esta bien L, pero con una condición... - dijo risueña.

- ¿Condición? - la invito a que siguiera hablando, aunque ya sabia que iba a decir.

- Que me llevar a donde estas tu - rió por lo bajo.

- Ya te dije, no puedo hacerlo - dijo un poco fastidiado, esos últimos días lo había llamado muy seguido y para colmo le pedía lo mismo una y otra vez.

- Ash... que fastidio que siempre digas lo mismo Ryuzaki, eres insoportable... - apago la cámara de computadora muy enfadada, si esto seguía así Light se iba a cabrear mucho...

- De acuerdo - termino de pasar el turrón - si yo soy fastidioso, tu no te quedas atrás - se paro de la silla, abrió la gran puerta de metal y salio. Ya había pasado 3 horas desde que dejo de mirar a Near, y le daba curiosidad que estaba haciendo.

 Camino con cuidado, mirando de lado a lado, tratando de no hacer tanto ruido ya que era las 6:30 Pm, a esa hora los sucesores ya no tienen clase y se pasean por ahí. Cuando por fin llego a la ventana del salón, se dedico a espiar, encontrándose con Mello que estaba peleando con una niña de 7 años por un chocolate.

- Inmaduro y violento - susurro, eso lo había leído del reporte que le dio Roger de los sucesores.

- ¡Dame! - exigía la niña haciendo puchero.

- No, ve y compra uno tu - volvió a negar el sucesor mayor - ¿sabes cuanto me tardan en llegar estas barras?, de ninguna manera te daría...

- ¡La venden en tu cafetería! - dijo enojada de que la excuso del rubio fue tan mala.

- Pues yo a tu edad me las robaba de ahí - decía con aire de superioridad.

- ¿Robarlas? - murmuro inconscientemente, nunca se le había pasado por la mente semejante plan.

- ¡Mello! - regaño Matt, que estaba en el fondo cuidando de que los niños no se comieran los lapices, metras, borradores o cualquier otra cosa que se encontraran - ¿que clase de consejo es eso? - agarro la punta de un lápiz que se había cuidado, por si algún enano se le ocurría comérsela.

- Tu cállate baboso - exigía mirando a la niña de cabello marrón - y tu... ¿quieres que te enseñe el bello arte de robar? - sonreía, si la niña aceptaba iba a tener una pupila para sus travesuras, ya que cuando L lo "ESCOGIERA", tenia que dejar a alguien encargado de hacer desorden.

- Me... gustaría... intentarlo - aseguro insegura, sabia que robar era malo y por eso dudaba, pero la tentación te comer chocolate la impulsaba.

- ¿Como? - vacilo el mayor.

- Me... gustaría.... i-inten.. intentarlo... - aseguro otra vez pero cada vez bajando el tono de voz, hasta el punto en que era inaudible.

- Grítalo - ordeno mirándola de una manera desafiante.