Querida Martina:
Si estas leyendo esta carta, es porque dos cosas han pasado. Porque al fin has regresado a Arizona, y porque estoy...muerta. Duele escribirlo, pero sé que este infierno va a terminar en eso. Tengo muchas cosas que explicarte que no se por cual de todas empezar.
Nací en Los Ángeles, California. Mis padres murieron jóvenes en un accidente automovilístico cuando tenía quince años. No tenía más familia, no tenía quien se hiciera cargo o responsable de mí. Un día; mientras esperaba que el cocinero de uno del restaurante cerca a mi antigua casa, saliera con las sobras del día; un señor se me acerco. Me ofreció trabajo. No tenía idea en donde podría trabajar alguien como yo, pero acepté. Él señor me llevo a una zona donde nunca había estado en mi vida entera. Era un prostíbulo.
Él dijo que si hacía las cosas bien ganaría mucho dinero. Era la única opción que tenía, estaba sola en el mundo y era mi única alternativa. Me enamoré de uno de los encargados del lugar, pero él solo me veía como una puta más. ¿Eso era lo que era, verdad? No iba a conseguir nada mejor que esto, porque esto era todo lo que yo merecía, o al menos pensaba eso. El tiempo iba pasando, tenía dieciocho años cuando un día, un hombre elegante llego al lugar. Él me pidió a mí. Las otras chicas del lugar estaban celosas y enojadas, él hombre parecía ser un hombre muy importante lleno de dinero. Paso lo de siempre. Pasaron semanas y me enfermé, tenía nauseas y mareos. El hombre del prostíbulo del cual estaba enamorada, me llevo al hospital. Estaba embarazada. Había sido una mala semana para mí, y el último hombre con el que me había acostado fue el rico. Sabía que me iban a despedir, sabía que me iban a echar de donde trabajaba. Y así lo hicieron, me echaron del lugar técnicamente a patadas. Y nunca más volví a ver al hombre del cual estaba enamorada. Estaba tan asustada, solo tenía dieciocho años y estaba sola en el mundo. Quise abortarte. Duele tanto escribirlo. Termine en un hospital después de un intento de querer abortar. Quise quitarte la vida, Martina. La enfermera dijo que habías sobrevivido por un milagro. Me dijo que no podía quitarle la vida aun ser indefenso, que no lo merecías. No lo creí, hasta el día que naciste.
Di a luz en un hospital público, y cuando oí tu llanto, esa hermosa melodía, sentía que solo quería darte todo lo mejor del mundo. Que no importaba todo lo malo que me había pasado en la vida. Dios si existía, porque me había dado a la criatura más hermosa que hayan visto mis ojos. Eras todo un angelito, me pregunté qué había hecho para merecer algo tan hermoso como tú. Porque realmente no lo hacía.
Tu padre nunca fue ese hombre que veías maltratarme todos los días, conocí a Phil en el bar que comencé a trabajar. Él me ofreció una casa, suponía que estaba bien mientras que tú estés bien. Tú ibas a tener un techo donde vivir, y no importaba si tenía que soportar sus golpes. Nunca nos casamos.
Mientras estoy escribiendo esta carta, tú estas en el otro lado del país. Pero sé que estas bien. Nunca te hubiera dejado ir si no hubiera estado realmente segura que ibas a estar bien. Puedes estar completamente segura de eso. Porque estas con tú ángel. Cuando veía como Jorge te protegía y a veces lo descubría en tu cama cuando eran niños, por la mañana, como te miraba; sabía que ibas a estar bien. Porque tenías un ángel guardián en la tierra.
Creo que mereces saber quien es tu padre, ¿verdad? Su nombre es Jordan Watyger. Esa noche, mientras el sacaba el dinero de su billetera para pagar se le cayo su tarjeta de identidad al suelo y pude ver su nombre. Mereces buscarlo. Él no sabe de ti, pero mereces conocerlo al fin y al cabo.
Lo siento mucho, Martina. Siento no haber sido la madre que necesitabas, siento no cuidarte como debí. Siento tantas cosas que no puedo escribirlas todas en esta carta. Solo espero que un día me perdones, y sepas que te amo tanto y que nunca me voy a arrepentir de haberte tenido. No importa si me odias, porque yo siempre te llevaré en mi corazón. La vida me ha dado varias cosas malas, y yo he tomado varias decisiones malas y pocas buenas. Pero la mejor que he tomado ha sido dejarte nacer. Eres lo mejor que me han dado en la vida, y de lo único que no me arrepiento.
Te ama con toda su alma.
Mamá.
ESTÁS LEYENDO
Red De Mentiras →Jortini
FanfictionHola chicas, solo queria decirles que esta novela es una adaptación y espero que les guste. ツ Todos los creditos a la escritora original. ⓒ