El Chico Nuevo (Terminada)

Capítulo 29

Llegamos al hospital lo más rápido que pudimos. Preguntamos por la habitación 309 y subimos rápido:

-Santiago, quédate aquí fuera, yo te aviso para entrar, no dejan entrar a 2 personas -me dijo mi madre-

Vi salir a Marcos, pero el no me vio. Esperé allí media hora, cuando por fin mi madre salió y pude entrar yo.

<<Narra Iris>>

Estaba con Marcos, cuando oí que se abrió la puerta:

-Hola, ¿quien es usted? -preguntó Marcos-

-Hola, soy la mujer del accidente, he venido para ver como estaba, y de verdad que siento mucho lo ocurrido, no se como pagarlo -dijo ella preocupada-

-No se preocupe, ¿va a quedarse con ella? -preguntó Marcos-

-Si, luego mi hijo se quedará con ella -dijo la mujer-

-Esta bien, me voy, hasta luego señora, adiós Iris -dijo y se fue-

Aquella señora empezó ha hablarme:

-Hola, siento mucho todo lo que ha pasado, de verdad que no te vi, lamento todo lo ocurrido. Cuándo despiertes pagaré lo que haga falta por lo que ha pasado -me dijo-

Aquella señora se quedó conmigo media hora:

-Bueno tengo que irme porque tengo mucho trabajo, mi hijo Santiago se quedará a tu cargo -dijo ella y se fue-

Espera, ¿Santiago? -pensé- nah, tiene que ser casualidad -pensé-

-¡¿IRIS?! -gritó sorprendido Santiago-

O dios, si era el, no me creía que estuviese aquí, después de todo lo que ha pasado. El empezó a llorar y cada vez más y más -dije yo dentro de mis pensamientos-

-Dios mio Iris, no me creo que la chica que esta en coma seas tu -dijo entre sollozos-

El ahora se preocupaba por mi, no había venido en toda la semana y ahora se preocupa por mi, pues esperó una explicación -pensé algo molesta-

-Se que estarás enfadada porque no he venido a verte, y de verdad lo siento, mi madre no me dijo nada de que atropelló a una chica y que estaba en coma, si me lo hubiese dicho, hubiera venido antes -me dijo el-

No me creía que fuese el ese chico -pensé impresionada-

-Iris, te diré la verdad, lo que quieres saber. Mira, desde aquel primer día que entré a clase y te vi, me fije en ti, te miré y pensé: "esa chica debe de ser mía" por eso me senté a tu lado, quería mirarte durante toda la clase, no apartar mi vista de encima tuya, eres perfecta, tu pelo rubio color oro y tus ojos azul cielo me enamoraron, por eso mismo te puse la zancadilla el primer día, para llamar tu atención, por eso te tiraba bolas de papel y te estiraba del pelo, para llamar tu atención, pero me di cuenta de que, aquello no funcionaba. Cuando ibas con Rebeca al baño y te estiré del brazo y te atraje hasta mi y te bese, fue porque me quede con la curiosidad de probar tus labios, tus finos y delicados labios de un color rosado.
No dejaba de pensar en ti ni un solo segundo, eres perfecta, de verdad.
Aquel día que viniste a pedirme perdón y te bese, lo hice porque quería sentir de nuevo tus labios, de verdad, amo tus labios.
Aquella conversación que viste de Vanessa y mía, no es que estuviese saliendo con ella, ella me dijo que te dijese que, me encantas, que me gustas demasiado, que quiero vivir a tu lado y morir a tu lado. Era eso, esa es la verdad.

El se acercó a mi y me dio un tierno beso.

Cuando se apartó de mi, quería decirle lo mucho que lo sentía y que lo quería, cuando empecé a notar como despertaba, como pude mover mi mano, abrir mis ojos y hablar, vi a Santiago casi salir por la puerta:

-¡SANTIAGO! -chillé su nombre-

-¿Iris? -dijo el-

Vino corriendo a abrazarme:

-No sabes lo que te he hechado de menos -me dijo abrazándome-

-Yo también hos he echado de menos cuando estaba en coma -dije abrazándolo también-

-Oye, ya que lo sabes todo, ¿quieres salir conmigo? -me preguntó acariciando mi cara-

-Pues claro que quiero -le dije soriendo-

Me dio un tierno beso:

-Voy a avisar a los demás -le dije-