El Chico Nuevo (Terminada)

Capítulo 36

Ya llegó, por fin, él tan esperado día, por fin era 5 de enero, él día de mi cumpleaños. Por suerte era vacaciones. Vanessa me llamó para quedar con ella e ir a por lo necesario para mi cumple: ropa, peluquería... Me probé millones de conjuntos y vestidos, hasta que al final me decidí por unos vaqueros ajustados con unos zapatos rojos que no tenían mucho tacón y una blusa negra ni muy ajustada ni muy ancha. Cuando íbamos andando le pregunté:

-¿A donde vamos?

-A casa de Lorena a por ella, nos vamos al centro a pasar lo que queda de día -me dijo ella-

Cuando llegamos, vi la puerta medio abierta, cuando la abrí del todo y encendí la luz todos se levantaron y gritaron:

-¡¡¡SORPRESA!!!

Yo sonreí de oreja a oreja y todos vinieron a felicitarme. Estaban mis amigas, mucha gente, incluso hasta Marcos fue, y como no, Santiago.

-¡Dale las gracias a Santiago, a sido él que a organizado todo esto! -chilló Estela al fondo-

-¿De verdad as organizado tu todo esto? -le dije mirándole a los ojos-

-Si, te lo merecías -me dijo abrazándome-

Le bese en los labios y Lorena dijo.

-Los regalos no se van a abrir solos.

Fui hacia la mesa donde estaban todos los regalos, habían muchos, pero los que mas me interesaron fueron: Los de mis amigas, Santiago y Marcos. Gastón ya me dio su regalo, él no podía estar ese día porque se fue a su país a pasar las vacaciones.

Entre todas mis amigas, me compraron: Un vestido rojo de palabra de honor con un collar ajustado al cuello de color negro. Marcos me compró una pulsera de Avenged Sevenfold y 2 entradas para su próximo concierto, un regalo que jamas olvidaré en la vida y Santiago, bueno, cuando abrí él regalo de Santiago me quede boquiabierta: una pulsera de diamantes.

-Wow Santiago, tiene que haberte costado cara -le dije con asombro-

-Esos ahorros me los estaba guardando para una guitarra nueva, pero tu eres mas importante -me dijo sonriendo-

-Oh Santiago, te amo -le dije besándole-

Me probé la pulsera, era impresionante. Me encantaba. Después de unas cuantas horas, a Rebeca se le ocurrió una idea.

-¿Que os parece si vamos a una discoteca? -dijo Rebeca-

-Si, así Iris podrá estrenar su vestido nuevo -dijo Lorena-

Subí a la habitación de Lorena a cambiarme, la verdad es que aquel vestido no me quedaba nada mal. Cuando bajé, nos dirigimos a la discoteca.