《Mía》

Capítulo 13

Derek aparcó el auto frente a una bonita casa, apagó el motor pero no salió del vehículo, Ronnie miró la vivienda, la casa era pequeña aunque con un hermoso y amplio jardín, ¿Por qué la madre de Derek vivía en esa casa?, se supone que él podía comprar una cómo la que tenía en Washington.

—No quiso salir de aquí —comentó Derek adivinando sus pensamientos, Ronnie lo miró el chico veía al frente— Cuando ocurrió lo de...

—¿Tu padre? —intuyó la chica, él asintió.

—Quise comprarle un nuevo lugar para vivir —prosiguió Derek— pero se negó, dijo que esta casa significaba mucho para ella.

Ronnie observó cómo Derek apretaba la mandíbula, ella le había pedido visitar a su madre, él había aceptado pero aún no le hablaba de la verdad, de lo que pasaba en realidad entre él y su madre.

—Bueno, tal vez es porque pasaste un buen tiempo aquí con ella.

—Toda mi infancia y parte de mi adolescencia la pasé en Washington, lo sabes. Aquí sólo llegaba a comer y a dormir, a veces ni eso... vivía en el trabajo.

—Entonces tal vez significa algo más para ella —Ronnie tomó la mano de Derek. Él miró sus manos con el rostro sereno.

—Tal vez —murmuró. Soltando un suspiro añadió:— Vamos, entre más rápido actuemos, más rápido saldremos de aquí.

Ronnie recibió un beso antes de que el chico saliera del auto yendo a bajar la pequeña maleta que habían llevado para cambiarse de ropa. La puerta de la casa se abrió, una mujer como de 1.70 salió, sus manos volaron a su boca cubriendola con impresión al ver a su hijo y a Ronnie quién bajaba del auto, la mujer estaba más sorprendida de verla ahí. Ronnie estaba confundida pues no sabía si Derek le había hablado alguna vez de lo que hubo y había entre él y ella.

Derek cerró el maletero del auto y se plantó a un lado de Ronnie, la madre del chico llegó a ellos y sonrió con lágrimas en los ojos. Ronnie  notó que los movimientos de la mujer eran dudosos, nerviosos... con un poco de temor.

—Derek, cariño, me alegro que volvieras —dijo acariciando el rostro del chico. Las lágrimas corrieron por las mejillas de la mujer.

—Solo han pasado unas semanas desde que me fui —comentó Derek.

—Pero, cómo casi no venías a la casa...

Derek la miró con una incrédula sonrisa, la mujer agachó la mirada antes de posarla en Ronnie y sonreír.

—La última vez que te vi no eras más que una chiquilla, mirate ahora, toda una mujer —Ronnie rió saludando a la mujer.

—Es un gusto verla señora, tan hermosa cómo la recuerdo —comentó. La mujer sonrió acariciandole la mejilla.

—Y más vieja

—Nada de eso —contradijo Ronnie.

—Me alegro que estés aquí hija, sabes que tu hermano y tú siempre fueron cómo unos hijos más para mí —le recordó la mujer.

—Usted fue como una segunda madre para nosotros, señora.

—Dime Elena por favor —pidió la madre de Derek.— Pero pasen, espero que se queden un buen rato, ésta es su casa.

Elena tomó a Ronnie del brazo y la guió dentro de la casa, Derek las siguió detrás.
La casa era bastante linda por dentro todo estaba en perfecto orden y totalmente limpio.

—¿Quieren comer o beber algo? —preguntó Elena mientras Ronnie tomaba asiento apenada. Derek por su parte se movía con total confianza por la casa.