Heaven Is A Place On Earth || El corredor del laberinto ||

Capítulo 10

Maratón 2/3:

P.O.V. Brenda:

Los días habían pasado en un abrir y cerrar de ojos, la tensión aún se notaba en él aire pero nada de malo había vuelto a suceder.

Mi relación con Thomas iba normal a pesar de todo.

Los últimos días lo había notado algo distraído, debido a todo lo ocurrido con Minho, sobre todo ahora que los del claro intentaban evitarle después de la asamblea. Todos estaban aún demasiado consternados por todo lo que les explico Thomas y yo no sabía qué hacer para mejorar su ánimo.

Aquel día me encontraba en el huerto con un Jorge bastante enfadado, por lo visto el concepto "ayudar a los demás" no era hecho para él.

-Eh, don gruñón, sácate esa cara de enfadado y ayúdame con esto.-Dije apuntando unas zanahorias que había en la tierra.

SI, yo Brenda, la superviviente Brenda, la chica fuerte que ayudo a los clarianos a derrotar a CRUEL, no conseguía arrancar unas simples zanahorias.

Pero, eh, no era mi culpa, era culpa de ellas por ser tan mal educadas y no venir a mis brazos cuando las estiraba.

-Venid zanahorias bonitas, Fritanga va a hacer un rico caldo con vosotras para cenar, venid a mi.-Dije con voz de psicópata.

-Sera mejor que cuando acabes tu batalla medieval con las zanahorias vayas a ver a Clint, tu estupidez mental está ultrapasando los límites. Dile que te recete algo para no hablar con verduras, es preferible que hables con las frutas, tengo un platanero al lado de mi cabaña, puedes ir e intentar establecer relación con los plátanos.

-JA, JA. Que gracioso Jorge, deja tus sermones y ven a ayudarme.-Pedí por segunda vez.

**

Volví a mi cabaña dos horas después cansada pero feliz, conseguí vencer a las zanahorias y esta noche disfrutaría del caldo de Fritanga más de lo que se pudiera imaginar.

-Que rico va a estar.-Susurré sin pensar.

-¿Qué es lo que va a estar tan rico?

Me sobresalte apartándome del fregadero donde momentos atrás me había lavado las manos, me gire en dirección al baño y me encontré con Thomas, tenía el pelo empapado y una toalla blanca alrededor de la cintura.

-Dime Brenda ¿Qué es eso que va a estar tan rico?-Dijo él sonriendo por mi reacción.

-El caldo de Fritanga.-Dije girándome hacia el fregadero intentado ocultar mi sonrojo.

-Oh, interesante.-Escuché que decía Thomas.

-Por cierto.-Dije girándome de nuevo cuando sentí que mis mejillas dejaban de arder.- ¿Qué haces aquí?

-Hoy acabe mi trabajo antes y pensé que podría estar un rato contigo antes de la cena, llevo unos días distante contigo y eso no me gusta.

-No importa.-Dije agachando la mirada.

-Sí. si importa.-Thomas se acercó a mí y con dos dedos elevo mi barbilla para que lo mirara a los ojos.-Eres de las pocas personas que sigue tratándome igual o mejor después de saber todo lo que paso y yo no he sabido agradecértelo.

-No tienes nada que agradecer.

Thomas me miro sonriendo y junto nuestros labios.

Por más veces que lo besara, sabía que nunca me cansaría del tacto de sus labios sobre los míos.