ᴍɪ ʜɪsᴛᴏʀɪᴀ

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Soy Daniela Fabela, estoy muy nerviosa, creo que vomitare, hoy me presento a mi primer día de clases, en la escuela a la que yo asistí de pequeña, tengo 23 años, estudie psicología infantil, y también me gradué como profesora de Primaria y Preescolar, volví a la pequeña ciudad, -que era un pueblito apenas cuando me fui- donde crecí por mucho tiempo, después de eso, me fui a vivir a California, a L.A., Canadá, y muchos otros lugares, nunca pude estar en un lugar estable, por el trabajo de mi madre, por lo que tuve que meterme en un internado para la Universidad mientras ella viajaba, así que este sitio es como mi hogar.
Camino nerviosa directo a la oficina de la Directora, de nuevo, reviso mi falda, que esté en su lugar, sin arrugas, mi cabello presentable. Toco la puerta lentamente, por dentro estoy muy inquieta.
-Hola, señorita Fabela, es un gusto tenerla aquí de nuevo, ¿Lista para su primer día oficial de clases?- ya me había presentado, para juntas y todo eso, pero no estaba tan lista como para presentarme ante los alumnos, tenía pánico, ¿y si no les caía bien, y empezaban con burlas o algo así? ¡Dios, creo que ni en mi primer día de clases como alumna me sentí así!.
-si, creo- le conteste con una sonrisa de nerviosismo.
-Bueno, ya tienes las listas, conoces las aulas, la ceremonia de inicio de ciclo escolar esta por comenzar, creo que estamos listos todos.- sonrío y la campana sonó, las risas de los niños aún se escuchaban, eran bastante inquietos, es hermoso ver como nada les importa, su vida es perfecta, solo felicidad, ¡alguien que los ayude a no crecer por favor!.
La ceremonia pasó, me toco el grupo de tercer año, ni muy grandes ni muy chicos, en fin, me presente, eran adorables, pero muy latosos, eran buenos niños, todo iba muy bien.
Por la tarde hable con mi madre y todo va bien, le conté como me sentía y me felicito.
Fui a mi nuevo apartamento, que por cierto esta en un lugar muy lujoso, no es que gane demasiado como profesora, pero mi madre me ayuda muchísimo, ella tiene un gran puesto en la empresa ahora como Sub. Directora de la compañía automotriz y gana mucho mejor que antes. Ella es grandiosa. En fin, ya que terminé mi trabajo me puse a ver fotos de mi niñez, encontré una de mi buen amigo Jos y yo. Jamás lo volví a ver, y como lo extrañé, pero era solo una niña, ahora no me importa tanto, pero me da nostalgia...
Lo quería demasiado, ojalá que este logrando todo lo que se propone, así era el desde niño.

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