-Estás bromeando, ¿cierto?- Le digo con una sonrisa en la cara.
-No, lo digo totalmente en serio.- Me dice con voz neutra.
-¡Pero mamá, no puedes hacerme esto!- le digo totalmente enojada. Por favor, ¿a qué madre normal se le ocurre mandar a su hija a vivir a un país totalmente diferente? ¿Y con un señor desconocido para mí que se hace llamar mi "padre"?
-Esta es mi última palabra Coraline.- Me dice totalmente seria.
-Bien.- digo con la ira saliendo por todos los poros de mi cuerpo.
-No te enojes Cory, cariño, entiende que es por mi trabajo, si por mí fuera te llevaría y lo sabes, pero tú conoces bien al gruñón de mi jefe, no puedo ponerle peros, sino, me quedo sin trabajo, y por consiguiente sin dinero, y sin dinero no nos puedo mantener- me dice con los ojos suplicantes.
La miro y suspiro derrotada.
-Bien- repito pero con resignación y soltamos un suspiro al mismo tiempo.
-Sabes que te amo, ¿verdad cariño?- Me dice con una sonrisa dulce.
-Si mamá, te amo más- le digo con el atisbo de una sonrisa en mi rostro. Me mira con ojos llorosos y la envuelvo en un abrazo cariñoso.
-Aún no te vas y ya te estoy extrañando- me dice con la voz llorosa.
-Ya, shh- le digo mientras le acaricio la espalda para calmarla.
***
-¡¿Cómo que te vas?!- Me grita Franccesca haciendo que todos en el pasillo fijen su mirada en nosotras.
-No grites- le digo mirándola reprobatoriamente- Y como lo escuchaste, mi mamá no me puede llevar con ella a Canadá y me va a mandar con mi "papá" a Nueva York- le digo haciendo comillas en la palabra 'papá'.
-Pero es que no quiero que te vayas, ¿qué voy a hacer sin ti?, no voy a poder sobrevivir en esta horrible escuela sin tu compañía, si quieres le digo a tu mamá que te deje en mi casa, sabes que eres bien recibida ahí, además ¿qué va a pasar con tus estudios?, no te puedes ir así como así, ¡estamos a mitad de curso escolar!- Me dice con esperanza.
Hago una mueca -Lo sé Fran, pero ya está decidido y estoy completamente segura de que vas a poder sobrevivir perfectamente sin mí- le digo con una sonrisa cómplice.
-Bueno sí, pero eres mi mejor amiga, no te puedes ir- me dice antes de soltar un sollozo.
-Tranquila Fran, existe el Skype, por Dios, ni que no te fuera a venir a visitar- le digo para aligerar el ambiente que se estaba poniendo tenso y para tranquilizarla un poco.
-Sí, Cory, pero ya no va a ser lo mismo, te voy a extrañar demasiado- me dice con una sonrisa triste -Sabes que te amo, ¿verdad?- Me dice con ojos llorosos.
-Sí, lo sé, te amo también Fran- le digo con sinceridad. La verdad no sé qué voy a hacer sin ella en Nueva York. Esto va a ser un cambio de 180º para mí. No me quiero ir de Inglaterra, tengo toda una vida aquí, tengo amigos, tenía planeado en qué universidad iba a ir aquí. Ahora todo eso se fue a la mierda por el estúpido viaje de mi mamá.
Tocan el timbre que indica el fin del receso. Fran ya no me dice nada y yo tampoco digo una sola palabra. Nos levantamos de la mesa y salimos de la cafetería para ir a nuestra siguiente clase que es Literatura. El día pasa muy rápido a mi parecer y de un momento a otro ya me encuentro en el estacionamiento del instituto a punto de ir a mi casa. Llego a mi casa, subo a mi habitación y me encuentro con unas cajas vacías y una nota en mi escritorio que dice "Cory, te dejé estas cajas para que vayas metiendo tus cosas en ellas. Las maletas están debajo de la cama, empieza a guardar tu ropa también. Te ama. Mamá."

ESTÁS LEYENDO
Quédate
Storie d'amoreCoraline es enviada a Nueva York con su padre, al cual no conoce, por cuestiones laborales de su mamá. Ahí conocerá de una forma muy particular a Lyden... ¿Qué sucederá con su vida con este cambio de 180º? ¡Lee la historia para averiguarlo!