Quédate

Capítulo 10

Cuando llegamos a casa Ells sale disparada a su habitación y yo me voy a la cocina a comer algo, porque, sinceramente, me estoy muriendo de hambre. Y no estoy exagerando, creo que si paso un minuto más sin comer me voy a desmayar. Exagerada dirían algunos. Realista, diría yo.

Después de comer un sándwich subo a mi habitación a darme una ducha relajante. No sé si pueda controlar mis emociones mañana cuando vea a Lyden. Por Dios, ¿en qué me metí? No estaría así si no hubiese ido a ese lugar con Ells, no estaría comiéndome la cabeza pensando en cómo mierda voy a reaccionar cuando vea de nuevo al tipo con el cual me acosté. Y no es por la vergüenza. No. Es porque el tipo es malditamente caliente y eso altera completamente mis malditas hormonas. Y él lo sabe. Él lo jodidamente sabe.

A la hora de la cena, justo cuando estoy deleitándome con el manjar que hicieron las maravillosas personas que trabajan en la cocina Alaric decide que es buen momento para iniciar una conversación conmigo.

-Así que Cory, ¿cómo te fue en tu primer día en el instituto?- Me pregunta, como si hubiera esperado el momento de éxtasis entre la comida y yo. Me obligo a tragar el bocado y sonreír falsamente sin mostrar los dientes.

-Pues me fue bien, a excepción de que apenas puse un pie en la escuela una tipa que se cree la reina del instituto y sus seguidoras se quisieron aprovechar de mi situación de nueva y de que me sacaron de la clase de Matemáticas, puedo decir que me fue bastante bien. Jude me enseñó las instalaciones y fue muy bueno conmigo, además el tipo es muy atractivo y...- Me muerdo la lengua antes de seguir diciendo cosas de las cuales me harían quedar como una niña que no puede controlar sus hormonas, cosa que no se aleja demasiado a la realidad, pero nadie debe de saber. Paseo mi mirada por los tres rostros que hay en la mesa. Ells tiene cara de que sabe de lo que hablo y de pervertida, también. La madre de Ells, Sarah, tiene una sonrisa conocedeora. Alaric en cambio parece que le va a dar un ataque o que tiene un espasmo. Si mis instintos no me fallan, creo que lo que está demostrando ahora mismo son celos.

-Ah...- Dice Alaric, se aclara la garganta y prosigue-... ¿se puede saber quién es Jude?- finge una sonrisa.

No lo creo. Realmente no puede venir a preguntarme sobre mi día y cuando le respondo y saco a colación el nombre de un chico ponerse celoso como si me conociera. Es un estúpido si cree que con esa demostración de padre protector se va a ganar mi amor o mi afecto. No. Sonrío.

-Pues Jude es un chico realmente amable, amigable y muy guapo, creo que debería agregar caliente a la lista de adjetivos que lo califican.- suelto sólo para molestarlo. Ells, por su lado, escupe el agua que tenía en la boca. Nos miramos y nos empezamos a reír como locas. Alaric sólo nos mira, más a mí, realmente. Pero me da igual. Cierra los ojos unos segundos y cuando los vuelve a abrir puedo notar que se está conteniendo a decir algo más. En su lugar dirige su mirada hacia su mujer y ésta le sonríe, supongo que le quiere decir con ese gesto que no vaya a decir o hacer algo estúpido que pueda empeorar su barato intento de ganarse mis sentimientos.

Cuando termino de cenar me despido y subo a mi habitación. Saco mi celular del buró que está a un lado de mi cama y le marco a mi madre.

-¿Cory? ¿Pasó algo malo?- Es lo que escucho cuando responde. Suelto una risita y escucho un suspiro de alivio de su parte.

-No pasa nada mamá, es sólo que quiero escuchar tu voz- cierro fuertemente los ojos para impedir que las lágrimas salgan de mis ojos.

-Ay cariño, te extraño muchísimo, como no tienes ni idea. Realmente desearía que hubiera podido traerte a Canadá conmigo. Siento el departamento sin vida sin ti aquí- sonrío cuando escucho esas palabras. Mamá siempre dice que cuando estoy en un lugar mi presencia lo ilumina por completo.-¿cómo te está yendo en Nueva York? ¿Cómo te va en el instituto?... ¿Cómo... cómo va todo con Alaric? -dice lo último casi en un susurro.