Capítulo 2

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Reunión Familiar

Me desperté y seguí mi rutina habitual, baño,higiene bucal, limpieza de cutis, arreglarme el pelo, vestirme,taxi y finalmente trabajo. No podía creer lo que estaba pasando, toda mi paz y mi rutina sería reemplazada por caos y el sentimiento de claustrofobia ¿Cómo nueve personas entrarían en un edifico con 3 cuartos? Me refiero  a tres si sacrifico mi oficina si no solo contare con 2 habitaciones. Al mismo tiempo me cuesta creer como el esposo de Gabriela no tiene otra solución o alternativa, ya son una familia de cuatro personas. Pero los cuatro prefieren vivir en la comodidad del mantenimiento que mis padres les otorgaron, ahora están fritos y las cosas empeorarán si el caso con este negocio extraño termina mal.

Estuve trabajando como loca para distraerme de lo que hoy por la noche me esperaba, charle con Troy y prometí ayudarlo con todos los temas del casamiento, en tan solo 30 días mi fiel amigo viviría la vida de una persona casada, creando así su nueva familia. Lo más cerca a un matrimonio que tuve fue mi relación con un Chico llamado Felipe, era el típico chico malo lleno de tatuajes, de hecho era uno de los mejores amigos de Dave. Fue mi amor de adolescencia, hasta que hace dos años todo cambió. Créanme que cuando me refiero a todo, es a todo, en especial mi vínculo de hermana con Gabriela.

Una noche llegué de trabajar y me dirigí a  la hermosa puerta de mi casa que nos daba la bienvenida desde que éramos niños. Al llegar a mi cuarto abrí la puerta y no pude creer lo que mis ojos estaban viendo, el fin, seguramente el fin.

Gabriela y Felipe se estaban besando, hasta que me resbale y me vieron pero no lo pude contener y me fui corriendo. Ese dolor era como si alguien me apuñalaran el pecho y  la sangre que salía representaba la confianza entre  mi hermana y yo. Desde ese momento entendí que necesitaba salir de la locura de mi vida y comenzar de nuevo. Felipe desapareció de la vida de las dos, aunque estuvo meses enviándome mensajes y canciones, Gabriela comenzó su vida agarrándome rencor y envidia.

El reloj sonó despertándome de mis reflexiones del pasado e indicándome experiencias del presente, debía hacer varias compras y preparar la casa para las nueve de la noche. Compré todo tipo de surtidos desde comida hasta  higiene ¡Y ahora que lo pienso solo hay dos baños en mi casa!

Prepare el cuarto de huéspedes para mamá y papá, luego desarme mi oficina que era bastante grande para Gabriela y su esposo, también puse un sillón para el hijo más grande de Gabriela. Supongo que Dave va a estar cómodo en el sillón de estar, tiene tele y comida cerca. Ahora solo faltaba esperar, después de toda la movida de muebles creo que merecía un descanso.

-¡RIIIIING!¡RIIIIING! ¡RIIIIIIING!.

Pero el destino no pensaba lo mismo. Abrí la puerta sobresaltada y aturdida por el timbre.

-¡Hola!Mike, tranquilo ya abrí la puerta no necesitas seguir....

-¡RIIIIIIING!

-¡Mike obedece a tu tía!- Dijo Gabriela gritando con un tono amenazante.

Todos pasaron y me saludaron, excepto Gabriela, que hábilmente me esquivo, pero al pasar todos a la sala toda mi rutina y organización fue desechada. Me extrañaba que el esposo de Gabriela no estará con la que era mi alegre familia.

-Eres tan linda al darnos a mi y a tu padre tu cuarto- Dijo mamá riendo

-En realidad estaba pensando....

-Bien iremos al cuarto de huéspedes trajimos la cuna para el chiquitín y un sobre de dormir para Mike- Dijo Gabriela dirigiéndose al cuarto de huéspedes.

-¡Hermanita me conoces tan bien!- Gritó Dave

-Sabía que ibas a querer el sofá porque tiene tele y comida- Suspire orgullosa y aliviada.

-¿¡El sofá!? Yo hablaba de este cuarto que tiene varios colchones ¿Cómo sabías que iba a traer chicas?

En ese momento entre en pánico y mi ojo derecho comenzó a temblar.

-¿Oye estás estresada? Porque estas haciendo esa cosa rara con tu ojo que siempre haces cuando estas apunto de explotar- Me dijo mirando sin obtener respuesta.

-Tranquila tienes el sofá que es genial porque hay televisión y está cerca de la comida, debo desempacar.- Exclamó dándome una palmadita en la espalda.

Estaba apunto de explotar, agarre una cerveza y me la tome toda de un sorbo.

El día donde todo se fue al diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora