El día donde todo se fue al diablo

Capítulo 7

No siempre todo es justo.

Llegue al trabajo como siempre a las 6 am, mi vida siempre comenzó muy temprano. Fotocopie todos los archivos, hice mi análisis y envíe todos los mails. Fui a la oficina de Bob a mostrarle todo.
-Bob, te traje todo.- dije sonriendo.
-¿Todo esto en veinte minutos?- preguntó sorprendido.
-Si, realmente quiero ese asenso.
Entonces puso una cara de culpa y me pidió que me sentara.
-¿Qué ocurre?
-Lisa, lo siento tanto , tú te mereces más que nadie ese asenso pero ya se lo di a alguien más.
-No te entiendo.
-Lisa, Lisa no lo hagas más difícil. Le di el asenso a Linda.
-¿¡Por qué !?
-Lisa la vida es complicada.
-No, no lo es tu la ascendiste porque tienes una relación con ella y déjame decírtelo, te demandaré.-lo amenace y me fui corriendo al baño, Troy fue detrás de mi.
-Lisa ¿Qué pasó?-preguntó muy preocupado.
Yo no conteste, sentía que mi mundo se iba abajo. Todo este año me dediqué a nada más ni nada menos que al trabajo, yo tuve que haber conseguido ese asenso, tengo muchas ganas de irme de aquí pero en este momento no puedo tener la oportunidad de renunciar. Me arrebataron lo que me pertenecía.
-Lisa ¡Por favor! ¡Háblame!
-Nada Troy, vuelve a trabajar ¿Cómo te fue en tu luna de miel?-intente de evadir el tema.
-No cambies de tema Lisa.
Salí del baño y le conté todo, entonces me sorprendí por su reacción.
Fue directo a la oficina que las tres compartíamos, vio mi escritorio, el de Jessica y finalmente el de Linda.
-Troy la boda fue...-No la dejó terminar.
-Ahórrate la mentira para encajar, Linda escuche que te ascendieron.
-Si, los rumores se saben rápido por aquí- dijo mirando mi escritorio y luego la cara de Troy.
-Linda creí que eras más inteligente ¿Para qué autodestruirte después de todo?
-No te entiendo.
-Linda todos en esta empresa saben los métodos que te llevaron a ese asenso y realmente no sabrías que hacer siendo una columnista. Ayer escribiste obvio sin una B.
-Eso fue porque estaba distraída-dijo excusándose.
-Linda, me da tanta pena que terminaras así, no en realidad no , va a ser muy divertido verte caer. ¡Chausito!- Dijo y se fue directo hacia mi.
Estaba completamente sorprendida no podía creerlo. Troy siempre fue inocente pero estaba manchando su reputación por mi.
-Gracias Troy, en serio muchas gracias-Dije abrasándolo.
-Aprendí de la mejor.- dijo guiñando un ojo, causándome una sonrisa enorme.
Llegue a casa ya cansada y comprendí que la vida está llena de injusticias y la que había pasado hoy fue una mínima injusticia. Pensar que hay personas que nacen ya con un destino cruel, hambre, pobreza o simplemente nacer en un hogar sin amor. Busque en la computadora trabajos nuevos en Diarios pero sería comenzar todo de nuevo. Para conseguí ese asenso trabaje durante meses con papeleo y ella solo consiguió el asenso usando una minifalda un día.
-¿Cómo te fue hoy?-Preguntó mi padre.
-Mal, terrible, voy a renunciar.
-Lisa, si algo puedo decirte es que si vas a renunciar tienes que dejar algo que les haga recordarte.
-¿A qué te refieres?
-Algo que luego les haga arrepentirse al mirarlo, algo que cuando lo miren te recuerden.
-¿Qué sugieres?
-Tienes un escritorio, se creativa.
Entonces lo supe en el momento y me prepare para mañana.
Mike estaba jugando con su hermanito pequeño. Eran un dúo muy lindo, algún día espero tener hijos así y que me causen una felicidad interminable.
Gabriela me pidió ir a la comisaría porque tienen noticias de su esposo.
Tome mi cartera y me fui con ella corriendo.
-Hola señoras, por favor tomen asiento.-dijo el policía seriamente, Gabriela me tomo de la mano y yo la sujete.
-Tienen noticias de mi esposo, por favor dígalas.
-Señorita, lo único que sabemos de su esposo es que paró en una estación de gasolina en Texas.
-¿Qué significa eso?- pregunté.
-Me temo que no lo sabemos, pero sería bueno que empiece a poner fotos , hacer campañas, no lo sé , nosotros seguiremos con la investigación.
Gabriela se puso a llorar y yo la contuve. Charlamos e intentamos de averiguar sobre campañas y organizaciones, nos pusimos en marcha a casa y el día termino.
Por tres días nadie parecía saber nada del esposo de Gabriela pero finalmente alguien llamó al número que pusimos en varios carteles en caso de consulta.
Pero cuando escuche su voz la reconocí al instante.
-¿Max?-Pregunté mortificada.
-Hola, pásame con mi esposa.
Le di el celular a Gabriela.
-Max, amor ¿Dónde estás?
-No te preocupes más por mi estoy bien, lo lamento debo irme.
Max colgó, estuvimos llamándolo toda la noche pero el esfuerzo fue en vano.
Pero la vida no es tonta y siempre hace que todo salga como debe.
A la mañana siguiente fui a tomar un café fuera de la ciudad, necesitaba apartarme y pensar un poco en mi futuro. Llegue a una cafetería local de un pueblo muy solitario y cuando fui a pagar casi me viene un infarto, al ver quien estaba atrás de la caja registradora.
-¿¡Max!?
-Lisa, cambiaste mucho-Dijo este también perturbado.
-¿Te molesta si nos tomamos un café y charlamos?.
-Claro que no, estoy en mi descanso.
Nos sentamos y la charla comenzó, aunque admito que le quería tirar el café en la cara.
-¿Por qué te fuiste? Tu familia te necesita.-dije enojada.
-La dañe demasiado.
-No comprendo, realmente.
-Tu padre quiso ayudarme y me ofreció un trabajo en su empresa y yo tenía que saldar algunas deudas.-confesó avergonzado.
-¿El problema que están enfrentando ahora es tu culpa?
-Totalmente, me metí con unos tipos, difíciles de manejar.
-Escúchame debes volver, Gabriela te necesita y solo faltan 10 días para Navidad.- Dije buscando su comprensión.
-Primero debo arreglar el problema, me da mucha vergüenza hablar con tu familia , no merezco su perdón.
-Max, prométeme que volverás antes de Navidad.
Intenté convencerlo y finalmente lo logre, a cambio yo no podía decirle nada a Gabriela. Espero que cumpla la promesa.

Nunca podremos controlar nuestro futuro, aunque sepamos su final cambiarlo seria algo sin sentido, porque siempre habrá un destino buscándonos. Alimentarse podrá ser una necesidad biológica, pero interactuar es una necesidad existencial.