Campanas de boda.
El gran día llegó, luego de meses de preparación y dedicación. Troy brillaba de alegría y estaba fascinado. La ceremonia estuvo perfecta y la fiesta acababa de comenzar.
Vi a Jessica con Linda charlando y pensé en arrimarme pero ¿A quién engaño? Tenemos un odio mutuo , incluso entre ellas dos. Gire mi cabeza a la izquierda donde estaba la pista y me dirigí hasta allí.
-Su atención por favor- dijo Troy subiéndose al escenario donde tocaba la banda.
-Gracias , quiero decirles que soy la persona más feliz del mundo porque estoy finalmente con quien amo, es amor incondicional lo que hace a una persona feliz y quiero decir que nada de esto hubiera sido posible sin mi amiga ¡Lisa Crandel!
Mis cachetes se pusieron rojos y le sonreí.
-Por eso quisiera darle algo a cambio, después de todo el apoyo y los lindos momentos que pasamos juntos, con ustedes.....¡Susan Crandel!
Mi corazón se paró al ver a mi madre agarrando el micrófono.
-Hola, hola, gracias Troy por esta oportunidad ahora me gustaría decir unas palabras.- dijo mirándome.
-Lisa cuando tú y Gabriela nacieron sentí la mayor de todas las felicidades te mire y dije ella debe llamarse Gabriela y mire a tu hermana y pensé ella debe llamarse Lisa, pero el doctor se confundió los nombres y escribió en el documento todo al revés. Lisa tienes una fuerza increíble, una fuerza que yo no te di o te enseñe , una fuerza con la que tú naciste. Y naciste con esa fuerza para poder soportarme, gracias por darme tantas alegrías y lo siento por causar tantas tristezas pero quería prepararte para el mundo que es hoy. Y eso es un desafío para todos los padres, no hablo de la seguridad habló de las relaciones, porque esas relaciones son las que causan todo, el odio causa la guerra, el odio define a una persona pero el amor, Lisa el amor lo cambia todo, incluso la planta ya seca vuelve a vivir con la gota más pequeña.
Termino de decir esto y todos la aplaudieron pero ella se fue directo a mi y me abrazó.
Lloré mucho, pero dejamos que nuestras almas se juntaran de nuevo.
-¡Que la fiesta continúe!-Dijo Sam tirando espuma.
Bailamos juntas y nos divertimos como locas. La velada terminó y llegamos a la casa, todo daba vueltas... Y era tan divertido. Un momento ¡Me pase con la bebida de nuevo! No importa.
Las dos cantábamos y creo que rompí algo entonces papá prendió la luz.
-Si se vieran ustedes dos....-dijo sarcásticamente.
-¡Cállate Paul!-Gritó mi madre.
-¡Tú vos me molesta papá!
Entonces este comenzó a reírse.
-Son igualitas- dijo con una sonrisa en la cara.
El día pasó y me desperté con un fuerte dolor de cabeza, ya era primero de diciembre y pensé en sacar el viejo árbol y la decoración navideña.
-¡Mamá! Mira la Navidad llegó al edificio-Mike gritó.
Todos llegaron y vieron galletitas con forma de regalo y un árbol los esperaba para ser decorado.
Entonces todos tomaron adornos y papá la cámara, la mañana era mágica.
Hasta que una chica salió de mi oficina y entonces mire a Dave con cara amenazante.
-No - dije intentando de convencerme.
-Si-dijo él corriendo.
Casi lo mato, estaba entrando en uno de mis shocks de estrés.
-¿A quién le tengo que pasar la cuenta?- dijo la chica mirando a Dave y luego Dave mirándome a mí.
-¿Quién es ? - preguntó el pequeño Mike.
-Nadie, una amiga de Dave-dijo Gabriela nerviosa.
Lo peor de todo fue que tuve que pagar la cuenta, entonces le dije a Dave que me acompañara a charlar mientras caminábamos por central Park.
-Lo siento Lisa yo solo....-No lo deje terminar.
-No quiero explicaciones Dave, no de ese tema pero si quiero que expliques algo.
-¿Qué?-preguntó este sin paciencia.
-Dave, tú vales mucho, no mereces esto. ¿Por qué estos llamados de atención?- pregunté mirándolo.
-No sé a qué te refieres.- dijo este ocultando lo que realmente quería decir.
-Dave, a los quince años te tatuaste una calavera en el brazo, las canciones que tocas en tu banda son de muerte y hace un año cuando cumpliste 19 fuiste a la cárcel. ¿Qué te pasa?- le pregunté mirándolo fijamente a los ojos.
Dave comenzó a llorar y nos sentamos en un banco.
-A nadie le importo, todos dicen que soy un caso perdido y con los años me lo estoy creyendo, juro que si.
-Eso no es así Dave, solo te quedaste atascado en el camino, Dave eres mi hermano quiero ayudarte para lo que sea.
-Ni Gabriela ni tú pueden ayudarme, nacieron en el pedestal de oro de mami y papi.
Entonces entendí Dave tenía que desahogarse, no quería la solución tenía que sacar todos esos años de dolor. Cuando estuviera listo, él mismo terminaría con el problema.
-Tienes razón, la vida apesta.-dije yo provocando una cara de sorpresa.
-A lo que me refiero es que mamá y papá nunca me quisieron, me llamaron Dave por el taxista que no les cobro. Tu nombre tiene significado el mío, no.
-Tienes toda la razón.
-No creo que eso sea cierto.
-No, realmente toda tu vida debe pagar el precio de tu infancia.- dije seriamente.
-No necesariamente.-Expresó
-¿Entonces qué vas a hacer?
-Reconstruir mi vida.
Sonreí y nos abrazamos, charlamos todo el camino a casa y al llegar el árbol estaba lleno.
-¿Sabes qué le falta a este árbol ?- Le pregunté.
Lo analizo cuidadosamente y luego contestó.
-La estrella.
Agarre de una caja de zapatos la estrella de vidrio y se la di a Dave para que la colocará.
-De niño nunca puse la estrella.-Dijo él contemplándola.
-Es tu oportunidad.
Cuando Dave la puso, el árbol se vio distinto una lágrima cayó de su ojo.
Sé que Dave algún día será una estrella, que nos iluminara con su luz. Porque mamá tenía razón el odio puede definir a una persona, pero el amor, puede cambiarla.
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El día donde todo se fue al diablo
RandomNavidad, época de familia, paz y armonía todo parecía ser perfecto para Lisa, estaba apunto de obtener un asenso, termino de pagar su apartamento y la vida estaba lista para comenzar de nuevo, pero no todo es como Lisa lo planeaba.Cuando su familia...