Tienes que cerar el círculo para encontrar la verdad #PGP2017

Capítulo XVI

Scully se sintió liberada de la opresión en sus manos y al instante las dirigió al inicio de la playera que Mulder traía puesta pues quería liberarlo de aquella frustrante prenda al tiempo él le ayudaba con la labor levantando los brazos. Al verlo liberado con el cabello un poco alborotado quiso detenerse a observarlo, era hermoso en toda la extensión de la palabra, mientras hacía el recorrido visual lo acompañaba con sus dedos dibujando los contornos de su rosto; sus cejas, aquellos profundos ojos verde avellana, los pómulos y su fuerte mandíbula ensombrecida por la ligera barba en crecimiento para finalizar en sus labios. Con sus pulgares hizo un movimiento descendente hasta ese pequeño hundimiento entre el final de su boca y su barbilla y que parecía haber sido hecho a su mediad así que se inclinó para tomar entre sus labios el labio inferior de Mulder y recordar que efectivamente embonaban a la perfección, él entreabrió su boca para dejar que ella jugara con libertad mientras sentía el delicado y suave roce de su lengua recorre esa parte. Mulder siempre supo que Scully tenía algo más que un par de fijaciones bien ocultas pero que para él habían salido a la luz hacía muchos años atrás y una de ellas era esa parte de su anatomía entre muchas otras. Él comenzó a recorrer con la punta de sus dedos el contorno de los hombros de Scully y descendiendo por sus brazos hasta llegar a sus manos, las levantó ligeramente para que quedaran palma con palma y así entrelazar sus dedos con los de ella, pero la distancia de sus cuerpos le parecía abismal y la necesidad de sentir su cálida piel en contacto con la suya le apremiaba así que emprendió de nuevo su ataque felino colocando nuevamente las dos manos de ella detrás de su espalda al tiempo que la jalaba hasta pegarla a su pecho y ejerciendo mayor presión en su cintura la atrajo aún más hacia su regazo. Ella olvidó por un instante el labio de Mulder para repelar ligeramente por aquel intempestivo movimiento, él nunca antes había tenido ese tipo de reacciones posesivas y controladoras, ahora parecían formar parte de su repertorio y a ella no le desagradaba en absoluto, era parte un juego con sabor a nuevo y eso le encantaba -Mulder, ¿desde cuándo...?- y él con sonrisa pícara le respondió -Desde hoy... no te voy a dejar ir nunca más Scully.- y terminado de decir esto tomó su cuello con una mano sin soltar las pequeñas manos de Scully que eran apresadas por la otra detrás de su espalada, sólo para besarla con fuerza.

Ella erguida sobre su regazo apenas y quedaba a la altura perfecta de sus labios. Ambos jugaban e intercalaban los movimientos de sus cabezas para hacer aquel beso lo más intenso posible, explorando con sus lenguas la profundidad del otro. Mulder rodeó con su brazo el cuello de ella atrayéndola hasta no dejar un rescoldo de espacio entre sus cuerpos, eran veinte años de historia los que batallaban por hacerse sentir a través de sus bocas y comenzó a ser imperiosa la necesidad de manifestarlo de otra manera por lo que su mano descendió por el costado del pecho de Scully para finalmente tomarlo en su totalidad y acariciarlo delicadamente con una carga de suave ternura que contrastaba con el amarre que la otra mano mantenía, era una combinación extraña pero sumamente placentera para ella, de ahí comenzó su recorrido descendente siguiendo el contorno de sus costillas y la hondura de su cintura para terminar es su muslo hasta donde estaba cubierto por la tela de la falda y ahí comenzó su viaje de regreso pero ahora por el interior del muslo, tan cadencioso y lento que parecía quería torturarla. Él comenzó a sentir el resultado de su avance en el incremento de profundidad que ella le imprimía al beso al tiempo que lo hacía más húmedo y cálido, su respiración acelerada lo acompañaba, todo comenzaba a tornarse húmedo.

Ella sintió el lento recorrido de la mano de Mulder en el interior de su muslo, el estar maniatada le impedía accionar por su parte así que sus caderas reaccionaron inconscientemente acercándose un poco pues necesitaba sentir el final del avance, pero Mulder quería estar en control absoluto de la situación por lo que regresó un poco su mano para evitar el contacto final con el centro de ella pues quería que fuera en el momento adecuado para hacerla enloquecer por la expectativa, ella emitió un leve gemido de inconformidad pero no quería que él dejara de jugar de aquella manera pues estaba logrando llevarla un grado de excitación que no recordaba haber sentido nunca antes o por lo menos en mucho tiempo. Él por su parte estaba siendo cazador cazado pues comenzaba a ser dolorosa la espera y se sentía apresado por aquellos jeans que ahora le parecían mortalmente ajustados y ella estaba plenamente consciente de ello, podía sentirlo y los pequeños gemidos profundamente guturales que él emitía y que iban a parar en el fondo de su garganta se lo indicaban. Ella no sabía si dejarlo seguir jugando o comenzar a formar parte del juego, decidió dejarlo pues parecía que esta nueva faceta controladora en él les excitaba a ambos de igual manera así que se dejó llevar y controlar. Mulder continuaba con su juego en el interior de su muslo sin llegar a tocarla donde ella quería, su propia necesidad de liberarse junto con una idea que le pareció brillante desviaron sus acciones hasta sus jeans liberándose a sí mismo de la opresión que ya rayaba en lo insoportable. Al liberarse ella pudo sentir la calidez de Mulder y ahora fue él el que con un solo movimiento la atrajo hacia él para que de golpe el primer contacto que ella sintiera en su centro fuera el de la palpitante erección, ambos emitieron un gemido profundo, la piel de ambos se erizó por completo y una descarga eléctrica les recorrió la espina dorsal.