Mi Verdadero Amor [#3]

Capitulo 16

  MARATÓN 2/3

-¡ZOOOOO!-

-Cmmm-Digo comenzando a despertarme.

-Despierta mi niña, tu celular no para de sonar y Noa acaba de llamar- Es Marta la que intenta despertarme.

-¿Qué?-Pregunto aun con los ojos cerrados.

-Ahí está otra vez-Dice mientras mi celular comienza a sonar nuevamente. –Atiéndela, parece preocupada- Palmeo la mesa de luz en busca de mi celular, pero Marta se adelanto y lo puso en mi mano.

-¿Hola?-Pregunto aun dormida.

-¡ZOE! Ay, por el amor de Dios, Zoe Evans me tenías muy preocupada, ¿Por qué no me atendías el celular? Estuve llamando al departamento y nadie me atendía, llame al de seguridad del edificio dijeron que no te habían visto, ya estaba a punto de llamar a la policía, ¿Cómo es que te vas y no le dices nada a nadie? Casi me muero del susto Zoe Evans, ¿Cómo se te ocurre no atenderme el celular? ¿Dónde estás? ¿Por qué no me atendías? ¿Estás bien? ¿Te sucedió algo? Zoe contéstame.

-Estoy-Durmiendo, y estoy-en-la-casa-de-mi-papa, deja de hacer preguntas es muy temprano-Digo en forma de reproche. - ¿A qué viene tanta preocupación Noa? Como si fuera la primera vez que no te atiendo, jamás hiciste tanto escándalo- Finalmente me senté en la cama, pero aun seguía bostezando.

-¿Tanto escándalo Zoe? Ayer me llamaste a las dos de la madrugada, estuve meta llamar a tu celular y me daba directo a la casilla de mensajes, llamo al departamento y nadie me atiende, llame a todo el mundo, creí que te había pasado algo.

-No sucedió nada, es... es una larga historia, pero yo estoy bien, no tienes por qué preocuparte.

-Por Dios Zoe... insisto en que quiero una explicación- Guarda silencio por un momento y luego de un suspiro continua. –Ya que Austin no está... ¿Qué tal si vienes esta noche a casa? Y me das una explicación- Finaliza, pero lo pienso por un momento.

-Tú y yo, SOLAS, quiero imaginarme-

-Obvio que si, pero no me eches la culpa a mí, la otra vez tu viniste sin consultarme, no es mi culpa que Ian estuviera en mi casa.

-Bueno está bien, en la tarde voy.

-Ok, y tienes toda la noche para contarme tu larga historia.

-Está bien, nos vemos.

Finalmente decidí levantarme. Es domingo, se supone que los domingos se crearon para dormir todo el día, no sé qué parte de "domingo" no entiende Noa. Bajo las escaleras y Marta esta terminando de preparar el almuerzo, mientras mi papa está sentado en el comedor leyendo el diario. Entro en la cocina y voy directo a la heladera para servirme un vaso de jugo.

-Pa, hoy dormiré en la casa de Noa-Comento, luego le di un sorbo al jugo.

-¿Mañana no debes ir al curso?-Pregunta mi papa sin siquiera quitar sus ojos del diario.

-Si, pero iré desde la casa de Noa- Afirmo. Me siento frente a él, pero seguía concentrado en el diario.

-¿Estás segura? ¿Tienes todas tus cosas?-Pregunta.

-No, pero mañana pasare por el departamento y me iré- Finalizo, lo observo un momento, pude ver que buscaba con dificultad alguna otra excusa. Marta comenzó a reír silenciosamente –Papa, ya estoy grande, no te preocupes.

-Está bien, ve, pero no te quedes dormida-Dice con una sonrisa.

-No lo haré, igual iré en la tarde- Confirmo volviendo a levantarme.

-Muy bien- Aclara su voz, dando fin a la charla y continúa leyendo el diario.

-¿Quieres que te ayude en algo Marta?-Pregunto apoyándome en la mesada junto a ella.

-Claro que no mi niña-Dice con una sonrisa.

Aun con el vaso en la mano me quede junto a Marta observando a mi papa, aunque solo veía su espalda. Algo en el periódico llamo mi atención y me moví solo un poco, disimuladamente, para que no lo notara. "Lopez en problemas" Decía el pequeño artículo, junto con una foto del papa de Austin. Me moví solo un poco mas y comencé a leer. "El empresario Eduardo Lopez, accionista principal de una de las empresas más importantes de celulares en Argentina, está en riesgos de caer en bancarrota. Según fuentes cercanas, aseguran que el juicio, encabezado por otro de los principales accionistas, lo está dejando sin fondos para tranquilizar al empresario que según afirma, lo estafo"

-Zoe-Llamo mi atención Marta justo en el momento que comenzaba a derramar el jugo que estaba en mi vaso.

-Oh, no me di cuenta- Digo volviendo a enderezar el vaso y dejándolo en la mesada. –No te preocupes Marta, yo lo limpio- Salgo de la cocina y voy directo al pequeño armario donde Marta deja todas sus cosas de limpieza, tomo un trapo de piso y un secador, y vuelvo a la cocina.

¿El papa de Austin está en bancarrota? ¿Por qué Austin no me lo dijo? Podría estar ayudado a su padre con el juicio, ya que la herencia de mi abuela no es solo mía sino que también es de...

-Mi niña ya está, no le vas a sacar más brillo- Dice Marta sonriendo.

-Si, ya lo dejo-Contesto de la misma forma. Escurro el trapo y me vuelvo a dirigir al pequeño armario.

De Agustín. ¿Y si mi abuela en realidad quería que la herencia fuera realmente para ellos? Al parecer ellos eran muy amigos. Pff, no creo, ¿tanto lio para esto? Supongo que si realmente quería ayudarlos, lo habría hecho ¿No?

Volví nuevamente a la cocina y Marta comenzaba a servir el almuerzo, espagueti con salsa a la boloñesa. Me siento en frente de Marta junto a mi papa, él continuaba con el periódico.

-Por favor, hombre, deja ese periódico-Dice Marta retando a mi papa. Suelto una pequeña risa, extrañaba mucho esto.

-Solo un minuto-Contesta mi papa sin quitar los ojos del papel.

-Dijo eso hace un momento-Reprocha Marta observándome, volví a reírme.

-Pa, déjalo, después sigues-Dije tratando de convencerlo.

-¿Este no es él papa de Austin?-Pregunta mostrándome la foto.

-Si, es él-Contesto fingiendo sorpresa.

-Parece que tiene grandes problemas-Continua mi papa mientras seguía leyendo.

-Austin no me comento nada-Contesto, pero de inmediato recordé la cena en casa de su padre, ellos estaban hablando de esto.

-Y... hablando de él. ¿Cómo esta? Parece una gran oportunidad lo que está haciendo ¿no?-Comenta algo entusiasmado. Pero a mí, simplemente se me vinieron a la mente las imágenes de él con Liss tomando el avión.

-Si, ayer hable con él-Mentí. –Dijo que traería muchas fotos.

-Excelente-Finaliza mi papa dejando el periódico en un costado mientas Marta ponía su plato frente a él.

Estoy completamente segura de que si se lo cuento, es capaz de tomarse un avión y traerlo de vuelta. Se dio cuenta que lo observaba y me sonrió, le devolví la sonrisa, luego todos comenzamos a comer.  

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