Me encuentro en la terraza de la escuela, la lluvia ha parado así que me dedico a contemplar el cielo nublado; la brisa fresca despeina mi cabello, la humedad provoca que el día sea bastante pesado; cierro los ojos tomando una bocanada de aire invernal, disfruto este pequeño y pacifico momento. Intento despejar la mente mientras respiro hondo, hasta este preciso instante no era consciente de la rutina que había en la escuela, mis compañeros, los profesores, los encargados de servicio hacían la misma rutina todos los días, parecían programados para decir y hacer exactamente lo mismo todos los días. En el baño vi a dos chicas de un año inferior discutir por un chico, misma discusión que habían tenido tres meses atrás y recién ahora, me había percatado que ellas solían pelear por lo mismo todos los días en el mismo recreo, a la misma hora, mismo minutos y segundos, hacían los mismos gestos, las mismas acciones, tuve que mojarme dos veces el rostro para entender que esto no era un sueño, sino que la realidad, con perplejidad pasé una mano frente a una de estas chicas quien no se inmutó en lo más mínimo, definitivamente yo era un fantasma para ellas, salí del baño casi corriendo, llevándome por delante a una profesora quien paro su andar de golpe, sentí un gran alivio cuando se agachó para recoger la carpeta que se había caído por el choque, intente hablar con ella, pero, en cuanto levantó la mirada supe que ella también estaba sumergida en este trance, sus ojos nunca me miraron, estaban perdidos en algún punto muerto de la escuela, no me llamó la atención por estar corriendo en los pasillos mucho menos me preguntó cómo estaba, de hecho, pareció no reaccionar ante mi presencia.
Aterrada corrí a las escaleras de la terraza, divisé por el rabillo del ojo al chico nuevo, Xavier, hablando con Catalina. Ella se quejó sobre algo mientras masajeaba sus sienes exhausta y él no le prestó atención, el nuevo estaba tenso y apretaba con fuerza sus puños con impotencia, nadie parecía notar su presencia, la escuela estaba sumida en un sueño, todos a nuestro alrededor estaban programados para ignorarlos y seguir con sus actividades diarias, o más bien, repetir como robots sus acciones, Catalina exclamó algo en susurros mientras y señaló en dirección a salas de maestros, fue inevitable desviar mi mirada hacia aquel lugar, donde los maestros se reunían todos los días y, que ahora, parecía estar vacía. Un hombre encapuchado con una especie de capa espesa me observaba desde la sala de maestros, noté un intenso brillo rojizo en sus ojos y una sonrisa burlona en su rostro, me sobresalté y casi caigo de las escaleras debido al susto, mi corazón comenzó a latir con fuerza, mi cuerpo seguía temblando, con mi tropiezo llame la atención de Xavier y Catalina quienes me observaron resignados, trague saliva nerviosa sintiendo la penetrante y rojiza mirada de aquel hombre encapuchado sobre mí, instintivamente apreté la baranda y comencé a subir rápidamente la escalera buscando refugiarme en la terraza.
Tomo un mechón de mi cabello y juego con él, el nerviosismo sigue presente en mi interior. Por más que intenté darle vueltas a lo sucedido en el aula, a la voz que oí en mi cabeza, no logro encontrarle el sentido, mi corazón late con fuerza asustado y el intenso calor que invade mi cuerpo no ha disminuido, la leve brisa del aire acaricia mis mejillas, cierro los ojos levemente intentando despejar la mente, olvidar todo lo sucedido, anhelado que las cosas volvieran rápido a la normalidad, deseando que todo esto fuese un sueño, una simple pesadilla, tal vez me quede dormida y falte a clases, tal vez la culpa de haber faltado me está consumiendo y estoy teniendo este retorcido y poco agradable sueño. Al abrir los ojos noto una espesa neblina que se levanta alrededor de la escuela, la neblina sumada a la humedad vuelve el día más pesado y pegajoso, oigo el timbre del recreo resonar, trago saliva nerviosa, ¿Estas segura de regresar a clases ahora? ¿Después de todo lo que ha pasado? No, no estoy segura de regresar a clases, quiero huir, toda esta situación me asusta y no sé qué hacer al respecto, bueno tampoco hay mucho que pueda hacer, soy una simple estudiante de secundaria que, para su desgracia, todo su mundo acaba de detenerse.
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El designio de Amalia
VampireCuando Amalia conoció a Xavier Wolf, nunca imaginó que su vida cambiaría drásticamente. Xavier reclamaría a Amalia como su princesa y la involucraría en su sangrienta vida nocturna. Amalia está dispuesta a descubrir las mentiras y los secretos que...